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AI: El Plan Nacional de Derechos Humanos debe figurar en todos los programas electorales

Ante las Elecciones Generales del próximo 20 de noviembre que se celebrarán en España, Amnistía Internacional se ha dirigido a los partidos políticos con representación parlamentaria para que incluyan en sus programas electorales la propuesta de adoptar un Plan Nacional de Derechos Humanos para la próxima legislatura.

Esta solicitud enlaza con la petición de Naciones Unidas para que los diferentes estados adopten Planes Nacionales de derechos humanos y con la resolución adoptada en junio pasado en el Congreso de los Diputados. Durante la celebración del debate sobre el Estado de la Nación, todos los partidos políticos españoles se comprometieron a adoptar un nuevo Plan para la X Legislatura.

“Los derechos humanos deben trascender los discursos políticos y las acciones aisladas para convertirse en un compromiso político del Gobierno de España a través de un plan elaborado con un enfoque integral y a largo plazo, objetivos concretos y estrategias de acción que permitan contribuir a la consecución de resultados. La pena de muerte, la pobreza, la impunidad, el derecho a la vivienda, a la salud, el racismo... deben ser una prioridad por escrito del nuevo Gobierno”, asegura Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España.

Movilización de la sociedad
La organización también ha lanzado dos iniciativas de movilización para que la ciudadanía pueda dirigirse a los partidos políticos.

Por un lado, hay una acción a través de la red social twitter mediante la que pueden pedir a los partidos políticos que tengan en cuenta los derechos humanos en la elaboración de sus programas electorales: http://www.es.amnesty.org/programas-electorales/

Y por otro, una ciberacción en el centro de activismo de Internet: www.actuaconamnistia.org para pedir que se protejan los derechos a la salud y la vivienda en España.

Asuntos clave que deben figurar en los programas electorales de los partidos políticos
Los partidos políticos deben comprometerse a no dar la espalda a millones de personas que en todo el mundo padecen diariamente graves violaciones de sus derechos humanos. El efecto de la crisis económica está siendo devastador para las personas que pertenecen a los colectivos más vulnerables en los países más ricos, pero sobre todo para aquellas personas que habitan en los países con mayores desigualdades y pobreza en el mundo.

“Los derechos humanos deben considerarse un interés nacional y deben estar en el centro de las políticas que se lleven a cabo. Sólo así se conseguirán avances que beneficien a las miles de víctimas de derechos humanos que hay en todo el mundo, incluidas las del propio país ”, continúa Beltrán.

Además del compromiso prioritario para la adopción de un Plan de Derechos Humanos, los partidos políticos deben incluir los siguientes puntos en sus programas electorales.

En el ámbito de la política interior es necesario:
El Estado debe reconocer y proteger los derechos a la salud y a la vivienda como auténticos derechos, y establecer mecanismos para reclamarlos ante la justicia.
Una Estrategia Nacional e Integral de Lucha contra el Racismo y la Xenofobia, así como la aprobación de la Ley de Igualdad de Trato para luchar contra la discriminación en todas sus formas.
Avances en la lucha contra la tortura y los malos tratos como la derogación del régimen de incomunicación. Aunque estos abusos no son sistemáticos en España, debe mandarse un mensaje claro de lucha contra la impunidad de estas violaciones de derechos humanos y seguir las recomendaciones de Naciones Unidas al respecto.
Un compromiso expreso de cumplimiento con sus obligaciones internacionales en relación a los crímenes del pasado, cometidos durante la guerra civil y el franquismo, para proteger los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.

En el ámbito de la Política exterior deben reconocerse los derechos humanos como un interés nacional. Para ello, deben darse los siguientes pasos:

Los derechos humanos no deben ser marginales en las relaciones bilaterales con países como Colombia, Guinea Ecuatorial, China, Cuba o Marruecos y Sáhara Occidental. Deben incluirse objetivos específicos y realistas de derechos humanos en las agendas con estos países.
España no debe vender armas a países donde se puedan utilizar para cometer violaciones de derechos humanos. Los recientes ejemplos de ventas a lugares como Libia, Túnez o Egipto no deben volver a repetirse y para ello debe aplicarse mayor transparencia y control sobre las exportaciones de material de defensa y doble uso. España debe apoyar la adopción de un Tratado Internacional que regule este comercio.
Continuar liderando iniciativas mundiales contra la pena de muerte. Para ello debe consolidarse el trabajo de la Comisión Internacional contra la pena de muerte impulsada por España.
Comprometerse a defender la libertad de expresión -restringida de forma ilegítima en al menos 89 países- y para ello apoyar y visibilizar el trabajo de activistas, defensores y defensoras de derechos humanos en el mundo.




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