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16 Días: Las mujeres refugiadas en Perú le dicen NO a la violencia de género

Juan Pablo Terminiello en Lima, Perú.- Como parte de la campaña por los “16 Días de Activismo Contra la Violencia de Género”, la Oficina Regional del ACNUR para el Sur de América Latina desarrolló una intensa serie de actividades con la activa participación de las mujeres refugiadas, representantes de la sociedad civil y las agencias del Estado para fortalecer los mecanismos de prevención y respuesta en Perú.

Alrededor de 30 mujeres refugiadas provenientes de Colombia, Cuba y Haití se dieron cita en el centro de Lima para participar de talleres de prevención y respuesta a la violencia de género. Para muchas de estas mujeres, esta era la primera oportunidad en que participaban de una actividad en la cual discutir e informarse acerca de su derecho a una vida libre de violencia. Muchas de ellas habían sufrido situaciones de violencia de género en el pasado y otras se habían enfrentado a la violencia machista en el país de refugio.

La primera actividad de diagnóstico participativo organizada en Perú con mujeres refugiadas a fines del año 2010 había revelado información preocupante sobre los riesgos de protección que mujeres y niñas refugiadas enfrentan. En esa oportunidad, cuatro de diez mujeres entrevistadas manifestaron haber recibido ofertas de personas desconocidas para ejercer la prostitución. En todos los casos, las ofertas provenían de hombres que conocían su situación de vulnerabilidad frente a la precariedad de la documentación y las dificultades para poder encontrar un empleo, particularmente en el caso de mujeres jóvenes que eran único sostén económico de familia monoparentales. Asimismo, un número importante de mujeres relataron haber sufrido episodios de violencia doméstica a manos de sus parejas u hombres de su entorno, y la casi totalidad de las mujeres manifestó desconocimiento sobre los recursos y mecanismos disponibles en la comunidad para al prevención y respuesta frente a la violencia de género.

Los hallazgos del diagnóstico participativo despertaron alerta en la Oficina Regional del ACNUR que movilizó recursos y capacidades para asegurar que las mujeres refugiadas en Perú dispusieran de la información acerca de los mecanismos y recursos disponibles para hacer valer su derecho a una vida libre de violencia de género.
La actividad organizada por el ACNUR y su agencia implementadora en Perú, la Comisión Católica Peruana de migraciones (CCPM), se enmarca en los esfuerzos del ACNUR por crear entornos seguros y mitigar el riesgo de violencia sexual y de género en contra de las mujeres y niñas refugiadas. La misma contó con la participación de representantes del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES) y de la Comisaría de la Mujer de la Policía Nacional del Perú, dos de las principales instancias nacionales que desarrollan políticas para la prevención y atención de las víctimas de la violencia de género. Las mujeres refugiadas pudieron conocer de boca de los agentes del Estado cuales son sus derechos y los servicios a los cuales acudir para prevenir o responder a situaciones de violencia.

Coordinada por un experto en temas de género del ACNUR, la actividad involucró a las propias mujeres en identificar los riesgos que enfrentan y discutir las medidas y acciones para fortalecer la protección de sus derechos. Durante la actividad, miembros de la Unidad de Protección de la Oficina Regional presentaron una cartilla informativa desarrollada por el ACNUR para favorecer la información de las mujeres sobre los riesgos de la violencia de género, y las instituciones y recursos disponibles en el país para la prevención y atención de las víctimas de la violencia de género.

La realización de esta actividad con mujeres refugiadas coincidió con la primera visita oficial a Perú del Embajador de Buena Voluntad del ACNUR, el actor uruguayo Osvaldo Laport que participó de la actividad con las mujeres refugiadas y planteó la importancia de abordar la violencia en contra de las mujeres y niñas refugiadas en las diversas reuniones y actividades en las cuales participó con autoridades de gobierno, organizaciones de la sociedad civil y periodistas.

Desde su primera misión humanitaria al Congo en el año 2009, donde tuvo oportunidad de presenciar los horrores de la violencia de género en el contexto del desplazamiento forzado, Osvaldo Laport se ha convertido en un activo vocero en favor de la protección de las mujeres y niñas refugiadas en contra de la violencia sexual y de género. A su paso por Perú, el Embajador de Buena Voluntad llamó a las autoridades y a las agencias de la sociedad civil a reforzar los esfuerzos para asegurar el derecho de las refugiadas a una vida libre de violencia de género.

Perú alberga alrededor de 1.500 refugiados y solicitantes de asilo de más de 30 nacionalidades de América Latina, África, Asia Europa del Este y Medio Oriente. El 38% de los refugiados que residen en el país son mujeres y niñas. En los últimos años, la mayor cantidad de solicitudes de asilo han sido presentadas por personas provenientes de Colombia.




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