Ir al contenido principal

La crisis mundial se profundiza

OPINIÓN de Marco A. Gandásegui, h.   

Es necesario hacer un balance del año que termina. Para ello, se comenzará con un análisis de los acontecimientos que han sacudido el mundo en que vivimos y que impactan de manera cotidiana nuestras vidas. En las próximas dos semanas haremos ejercicios similares a escala de Nuestra América, así como de Panamá.

La crisis financiera que causó tanta turbulencia en 2008 y durante los años que siguieron, en 2011 fue complementada por una insurrección popular en todo el mundo, tanto en el Norte como en el llamado Sur. Al mismo tiempo, la legitimidad y la credibilidad de los gobiernos más poderosos comenzaron a tambalear, especialmente en los países que desde el fin de la segunda guerra mundial daban la pauta.

En 2011 la “crisis financiera” de las bolsas de valores y de las burbujas comenzó a mostrar su verdadera cara. Las finanzas especulativas que llevaron a la quiebra a los bancos más grandes de EEUU y Europa, así como a millones de pequeños empresarios, así como a decenas de millones de familias, son el resultado de una economía que perdió su capacidad de generar ganancias capitalistas. En la actualidad, el problema es que mientras más mercancías (bienes y servicios) se producen a escala mundial, mayor son los sobrantes que no llegan a venderse. (La sobreproducción o subconsumo).

El triángulo formado por China (fábrica mundial de producción), EEUU (economía capaz de endeudarse) y el resto del mundo que producía las materias primas, colapsó y no tiene forma de recuperarse. La economía capitalista de Europa -que parecía poder salir del embrollo– de un solo golpe también se quedó sin oxígeno y quedó estancada.

EEUU ya no puede seguir importando sus productos de consumo de China aún cuando este país oriental produce a costos mínimos. El problema es que en EEUU los consumidores –las masas trabajadoras– son cada vez son menos y peor pagados. En Europa, los alemanes que exportaban al resto de ese continente que, a su vez, se endeudaba no pueden seguir explotando a su periferia. A los países endeudados les han dado el sobrenombre peyorativo de los “chanchitos” (piigs, en inglés).

La crisis financiera (especulación) y la crisis económica (producción) se enfrenta también a la crisis política. Cada vez se hace menos gobernable la frustración de los trabajadores, capas medias, profesionales, estudiantes y mujeres en todo el mundo, especialmente en los países del llamado G-7, o centro del mundo capitalista. En EEUU, el movimiento “Occupy Wall Street” se ha extendido a todo el país. Diariamente se reportan centenares de personas que son arrestadas en ciudades, pueblos y centros productivos del país que produjo el “sueño americano”.

En Europa las protestas de “los indignados” se multiplican. Los grandes capitales europeos dieron la tónica de lo que podría convertirse en la tendencia en el futuro inmediato. Cuando el gobierno de Atenas quiso llevar a un plebiscito la decisión de cobrarle al pueblo las pérdidas de los bancos griegos, el primer ministro y su gabinete fue obligado a renunciar. Fue reemplazado por una antiguo gerente de la banca de Wall Street. En Italia, el mal recordado primer ministro Silvio Berlusconi sufrió igual suerte.

Según el profesor de la Universidad de California, William Robinson, “la única solución viable a la crisis del capitalismo global es una masiva redistribución de la riqueza hacia la mayoría pobre de la humanidad”. Sin embargo, el gran capital en el año que termina ha declarado que “el liberalismo no es negociable”. Según el profesor egipcio, Samir Amín, el capital monopólico seguirá expandiéndose sin reducir su velocidad. Además, no acepta adaptar reglas ni regulaciones, que la conducirá a su debacle”.

El peruano Oscar Ugarteche señala que entre los 18 países más industrializados del mundo, 16 tuvieron crecimientos negativos en 2011. Las únicas economías que crecieron fueron Canadá y China. A mediados de año anunciaba que “hay elementos para concluir que habrá una crisis bancaria de grandes proporciones que se iniciará posiblemente en Europa por una combinación de factores”.

El año 2011 es quizás el más contradictorio en la historia del capitalismo, el economista holandés Marc Vandepitteseñala que “el mundo no ha producido jamás tanta riqueza. Es posible -si la riqueza estuviera distribuida equitativamente- ofrecer a cada familia del planeta (dos padres y tres niños) una renta mensual de $2.884. A pesar de esta riqueza, hay todavía una de cada cinco personas que tiene menos de $1.25 al día”. Al mismo tiempo, en EEUU hay 400 millonarios que ganan en promedio un millón de dólares al día. Para enfrentar esta polarización creciente, EEUU y Europa en 2011 recurrieron a las armas para invadir países e imponer regímenes que le sean favorables.

La crisis política genera una pérdida de legitimidad. En 2011, la confianza en la estructura política creada con tanto esmero en el último siglo se deterioró a escala global. La legitimidad de la clase gobernante, antes anclada en la democracia de las urnas, está siendo cuestionada. La hegemonía incuestionable del modelo político e ideológico del centro del capitalismo se ha debilitado. ¿Puede América latina proponer una solución?

Panamá, 15 de diciembre de 2011.

*Marco A. Gandásegui, hijo, es docente de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) Justo Arosemena.




">


ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio Digital (elmercuriodigital.es) se edita bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible




AI FREE: DIARIO LIBRE DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL