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IU vota en contra del Pacto Fiscal Europeo aprobado por PP y PSOE

Izquierda Unida, junto al resto de integrantes del Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA, ha votado hoy en contra del Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria (TECG), más conocido como Pacto Fiscal Europeo, que ha sido ratificado en el Pleno del Congreso tras la suma de votos del PP y PSOE, junto a otras formaciones de la derecha minoritaria.

La tramitación del tratado se produjo por el procedimiento de urgencia y en la misma sesión fue rechazada tanto la enmienda a la totalidad de devolución presentada por IU, ICV-EUiA, CHA como la enmienda al articulado de este mismo grupo.

El portavoz parlamentario del Grupo, José Luis Centella, aseguró durante su intervención que estamos ante un ejemplo de imposición de una “mayoría a la griega” para sacar adelante un texto que “se basa en los mismos instrumentos que nos han llevado a la crisis” y que “cede soberanía hacia ámbitos económicos de la Unión Europea, hacia ámbitos no democráticos de la Unión Europea”.

Centella exigió al Gobierno que “se convoque un referéndum, para que sea el pueblo español quien decida sobre un proceso constituyente que ustedes están realizando a escondidas de la ciudadanía”.

Acusó a quienes apoyan este tratado de “estar vaciando de contenido la democracia y convirtiendo a los parlamentos en meros ejecutores de decisiones que se toman en otros ámbitos y que, por supuesto, no responden a los intereses de la mayoría”.

José Luis Centella censuró a los defensores de este Pacto Fiscal Europeo que sigan “llamando austeridad a lo que no es ni más ni menos que sufrimiento de la gente; ustedes llaman austeridad ni más ni menos que a poner una camisa de fuerza que impide las políticas sociales y las inversiones públicas. Con estos mimbres es imposible abordar la crisis con garantía de recuperar el crecimiento y de recuperar el empleo”.


Intervención íntegra de José Luis Centella para explicar el rechazo al Pacto Fiscal Europeo ratificado hoy en el Congreso:

"Señor presidente, señorías, señor ministro, discutimos la ratificación del Tratado de estabilidad, coordinación y gobernanza de la Unión Europea en tiempos de una crisis que, como usted ha dicho, no ha provocado ninguna catástrofe natural. Es una crisis que tiene responsables, culpables y víctimas. Lo que ustedes nos plantean hoy es un tratado que se basa en los mismos instrumentos que nos han llevado a la crisis. Para empezar, consolidará lo que ustedes llaman austeridad. No manipule la cita de Berlinguer; si lo cita, cítelo entero. El señor Berlinguer, en enero de 1977, empezaba señalando que la austeridad es el medio de impugnar la raíz y de sentar las bases para la superación de un sistema que ha entrado en crisis estructural y de fondo, no coyuntural. Por tanto, no es ni mucho menos lo que usted señala como austeridad, que no es otra cosa que obligar a los que nada tienen que ver con la crisis, a las víctimas, a más sacrificios.

Usted nos ha dado una buena conferencia; otra cosa es que no coincidamos con su lógica. Reconoce el fracaso de años de construcción europea. Lástima que estos años de fracaso se hayan llevado por delante 2 billones de euros que se han dado a la Banca al 1%. No sabemos si después de este fracaso los van a devolver, porque la realidad es que no han servido para nada.

Es evidente que tiene la misma lógica porque no se abordan los factores que han llevado a la crisis. Más allá del deseo, no se abordan los factores que han provocado el fracaso de la construcción europea. No se aborda la dependencia de los mercados financieros, la desregulación de sectores clave, las crecientes diferencias en el interior de la zona euro y, mucho menos, cualquier intento de cohesión social, que no solamente no aumenta, sino que disminuye.

Usted ha hablado de política y ha planteado que el problema viene de la falta de política, pero no ha hablado -al menos yo no lo he oído- de los déficits democráticos de la Unión Europea. Su camino es el contrario. La realidad es que en medio de esa orientación de la que hace gala el presidente del Gobierno, ustedes nos presentan este tratado como una panacea.

Por cierto, el presidente del Gobierno sigue sin acudir a este Parlamento a explicar la situación que vive este país. Hoy nos enteramos de que ni siquiera va a acudir a un debate sobre el estado de la Nación. Nosotros reclamamos ese debate y la comparecencia del presidente del Gobierno, porque es realmente una vergüenza que el presidente no acuda al Parlamento cuando millones de españoles sufren la crisis. La realidad que ustedes están defendiendo por encima de su competencia es ceder soberanía hacia ámbitos económicos de la Unión Europea, hacia ámbitos no democráticos de la Unión Europea. Eso es lo que ustedes están defendiendo. Están encaminando la cesión de soberanía hacia ámbitos no democráticos de la Unión Europea entendiendo que con eso van a calmar a los mercados. Como le repetiré varias veces, los mercados no se calman porque su único objetivo es cobrar la deuda y obtener beneficios. Ese es el objetivo básico de los mercados. Por tanto, ustedes nos quieren llevar a una cesión de soberanía hacia ámbitos que no tienen ningún control no ya parlamentario, sino ni siquiera democrático.

Cada vez es más evidente que quieren situar la economía en manos de esos técnicos que se proclaman independientes, pero que cada vez son más dependientes y sumisos a los mercados financieros. Por eso les acusamos de que están vaciando de contenido la democracia y convirtiendo a los parlamentos en meros ejecutores de decisiones que se toman en otros ámbitos y que, por supuesto, no responden a los intereses de la mayoría. Por eso nuestro grupo viene reclamando dar la palabra y la decisión al soberano. Venimos reclamando que sean los ciudadanos y ciudadanas de la Unión Europea quienes decidan con su voto sobre este nuevo entramado institucional que ustedes pretenden fabricar para legitimar el control de la economía por el capital especulativo; no solamente de la economía, sino también de la vida. Por eso le reclamamos que se convoque un referéndum, para que sea el pueblo español quien decida sobre un proceso constituyente que ustedes están realizando a escondidas de la ciudadanía; proceso constituyente del que ustedes pretenden salir con un nuevo marco institucional que refleje lo que ustedes consideran necesario para consolidar su dominio.

Es evidente que mis argumentos le interesan poco al señor ministro, es evidente que mis argumentos le deben resultar demasiado lejanos, pero es una realidad que ustedes no entran en el debate, porque lo que siguen pretendiendo es señalar que su planteamiento es el único posible, y no es verdad, señor ministro, hay alternativas. Usted hace aquí hoy una especie de consideración final en la que dice que este tratado tiene que integrarse finalmente en el entramado de la Unión Europea, pero no lo plantean así, y no lo hacen simplemente porque no quieren que haya una ratificación por unanimidad. Ustedes se valen de un truco para que los Estados miembros de la Unión Europea no tengan que ratificar por unanimidad y buscan un atajo que no les lleva a ningún camino.

No es ya ningún secreto que Alemania es el máximo promotor de este tratado; quiere consolidar un instrumento, el ajuste fiscal, que va a provocar -se lo repetimos una vez más- el mayor declive económico, porque alimenta un círculo vicioso de unos ingresos públicos cada vez menores y una deuda cada vez mayor. Ese es el círculo vicioso en el que ustedes siguen metidos y que este tratado no viene ni más ni menos que a aumentar.  Le vuelvo a repetir que ustedes siguen llamando austeridad a lo que no es ni más ni menos que sufrimiento de la gente, ustedes llaman austeridad ni más ni menos que a poner una camisa de fuerza que impide las políticas sociales y las inversiones públicas; con estos mimbres es imposible abordar la crisis con garantía de recuperar el crecimiento y de recuperar el empleo. Siguen situando toda la economía al servicio de un solo objetivo, y es que los bancos recuperen una deuda cada vez más ilegítima, una deuda cada vez más injusta. Solo tienen esa preocupación: que los bancos cobren; esa es la preocupación que hay detrás de toda su política.

Es evidente que en nuestro grupo confrontamos con su lógica, confrontamos con su política, confrontamos con su propuesta y confrontamos con este tratado en el que en la exposición de motivos se afirma que se quiere dar una señal positiva a los mercados financieros. De ahí su interés en esta tramitación rápida; quieren hacernos creer que vamos a dar una señal positiva a los mercados. Ustedes saben -se lo digo y se lo repito- que los mercados no se van a contentar, ustedes saben que no es ni más ni menos que un nuevo engaño, que es una nueva zanahoria que se le pone a la gente para que no pierda la esperanza, para que siga creyendo en su mensaje único, para que siga creyendo que hay que aguantar y no rebelarse.

Lo que realmente le censuro -lo vuelvo a repetir- es que están utilizando la crisis para provocar un cambio institucional, un cambio que vacíe la democracia, que incluso vacíe de contenido la Constitución de 1978, que a ustedes se les empieza a quedar grande. Curiosamente, a nosotros se nos quedaba pequeña, y nos encontramos con que a ustedes les viene grande y están iniciando un proceso constituyente -así lo denunciamos- para abocarnos a una nueva constitución por la puerta falsa, un proceso constituyente tramposo.

Por eso desde aquí hoy le reclamamos que se abra un proceso constituyente con luz y taquígrafos, un proceso constituyente donde cada uno expongamos nuestra propuesta y finalmente sea el pueblo soberano el que con su voto en referéndum decida sobre todos los cambios que ustedes están haciendo. Porque la realidad es que ninguna de las medidas llevadas a cabo hasta la fecha -y todas van en la misma dirección de este tratado, por mucho que usted hoy quiera hacer una enmienda a la totalidad a su propia política- ha logrado transmitir confianza a los mercados.

Le repito, los mercados solamente quieren beneficios, el capital no tiene patria ni corazón, el capital solamente tiene el objetivo de aumentar los beneficios. Esto no va a cambiar mientras sigan en la misma lógica; no ha cambiado con las elecciones griegas y no ha cambiado con esos 2 billones de euros que se le ha dado a la banca al 1%. Porque todo se debe -usted lo ha dicho, aunque luego no lo ha concretado- a que falta política, a que falta democracia, a que falta una concepción europea que no esté supeditada a los mercados.

Ahora tratan de llevar la confusión, tratan incluso de intentar dividirnos entre los que están a favor de Europa y los que estamos en contra de Europa, y desde aquí les tenemos que decir que no es verdad; que los que se están cargando la misma Europa que dicen defender son ustedes, igual que también les tengo que acusar de que a pesar de su ‘patriotismo de salón’, son ustedes los que están entregando la soberanía nacional al sector financiero internacional, son ustedes los que están dinamitando la soberanía nacional; su españolismo termina donde empiezan sus intereses económicos y parece que ese espacio cada vez es más corto, por mucho que se envuelvan en la bandera. Sus intereses económicos nos están llevando a que estén entregando la soberanía nacional.

La respuesta europea en forma de ajuste presupuestario, de una presión a la baja de salarios, de presionar para bajar las prestaciones sociales, de acabar con los servicios públicos no es mejora de la productividad y de la competitividad, es simplemente mejora de los beneficios de los mercados del capital. Por eso planteamos que haya una alternativa; una alternativa que se construye desde un cambio del modelo productivo, desde un cambio hacia la economía productiva que se salga de la lógica de los mercados, que rompa con esa lógica diabólica que nos lleva en una espiral a más paro, a más daño, a más sufrimiento para millones de europeas y de europeos, para millones de españoles y de españolas.

Porque es posible construir otra Europa, una Europa desde la radicalidad democrática donde el Gobierno europeo, donde el Parlamento Europeo tengan poder de decisión sobre el Banco Central Europeo, donde la política económica la diseñen democráticamente quienes sean elegidos para ello, que no sean los mercados, que no sean los que están al servicio de los mercados quienes ejecutan políticas sin ningún otro control, repito, que el de la propia ley del mercado.

Por ello no solamente nos oponemos al tratado que ustedes nos presentan, no solamente presentamos una enmienda a la totalidad; presentamos una enmienda a la totalidad a este modelo de construcción europea que nos lleva por el camino de la sumisión, por el camino de la pérdida de trabajo, por el camino del sufrimiento para mucha gente, y lo hacemos con argumentos, lo hacemos reclamándole un referéndum para que se puedan explicitar claramente los modelos constituyentes que ustedes están planteando por la puerta falsa, confundiendo y engañando a la gente.

Es una enmienda de devolución pero también con proyecto alternativo, con esa otra Europa que es posible y que vamos a confrontar en el Parlamento y también en la calle, porque ya que el señor Rajoy no viene al Parlamento a dar explicaciones, se las vamos a pedir en todos los lugares; ya que el señor Rajoy no quiere hacer un debate sobre el estado de la Nación en el Parlamento, lo vamos a hacer en la calle, porque tarde o temprano tendrá que venir a este Parlamento a dar explicaciones por mucho que a él le pese, por mucho que se siga escondiendo y prefiriendo el contacto en los aviones o las conversaciones telefónicas con la señora Merkel a su presencia en el Parlamento, tal como sería su obligación como presidente del Gobierno.

Por eso confrontamos claramente su proyecto de construcción europea que no es ‘más Europa’, que es ‘menos Europa’, que es más sumisión a los mercados, y lo hacemos teniendo en cuenta que los mercados nos han declarado la guerra a las personas, que los mercados nos han declarado la guerra a la gente normal y que los mercados son en estos momentos los que les dictan a ustedes la política. Con nosotros les repito que no cuenten.

Hoy impondrán su mayoría parlamentaria, una mayoría a la griega, por cierto, pero no van a imponernos las razones, no nos van a imponer las razones; por eso les temen tanto a los referéndum, que seguramente ganarían, porque a ustedes les preocupa mucho más que el resultado del referéndum la posibilidad de que haya un debate en este país sobre lo que ustedes dicen. Por eso no quieren referéndum, porque quedarían al descubierto sus debilidades, por eso no abren ese debate constituyente, por eso prefieren cambiar la Constitución por la puerta falsa, decreto a decreto, por eso les vamos a reclamar ese proceso constituyente con luz y taquígrafos.

Pero no se preocupen, Europa empieza a cambiar, Europa empieza a movilizarse. Hoy respiran tranquilos porque por el 2% en Grecia han ganado los partidarios de su proyecto europeo, pero hace cuatro años ganaban por el 60%. Hace cuatro años ganaban por el 60% los que hoy ganan por el 2%. Por lo tanto, no estén muy tranquilos. Han podido confundir a mucha gente durante un tiempo, pero los pueblos de Europa empiezan a moverse y los pueblos de Europa les van a impedir que culminen su camino implantando una dictadura del capital, a la  que nos vamos a oponer con toda la fuerza. Muchas gracias."




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