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Tres años después del terremoto en Haití el sistema de salud aún no se ha recuperado

ONU considera clave consolidar el Estado de derecho para fomentar la inversión 
UNICEF afirma que la situación de los niños ha mejorado

EL MERCURIO DIGITAL -

Tres años después del terremoto que sacudió Haití, el sistema de salud aún no se ha recuperado, debido a las promesas incumplidas de los países donantes de fondos y a la falta de unas prioridades claras por parte de las autoridades haitianas y de la comunidad internacional.

Impacto del terremoto en Puerto Príncipe.
Un hombre contempla el desastre en medio
 de los escombros. Se calcula que un millón de personas
perdieron sus casas tras el terremoto. Marzo
 de 2010. Foto: Pablo Tosco/Oxfam

Médicos Sin Fronteras (MSF) todavía gestiona cuatro hospitales que fueron construidos para reemplazar a las improvisadas estructuras levantadas por la organización médico-humanitaria en los días posteriores al seísmo. Además, los equipos de MSF también siguen luchado contra el cólera, la otra gran catástrofe que golpeó a los haitianos en 2010.

El 12 de enero de 2010, la mayoría de los hospitales en la zona afectada por el terremoto quedaron destruidos o gravemente dañados. A día de hoy, decenas de miles de haitianos reciben atención médica de calidad y gratuita en los hospitales gestionados por MSF, y la posibilidad de que la organización pueda traspasar estas actividades a las autoridades haitianas parece aún lejana.

“El proceso de transición es demasiado lento debido a las insuficiencias de las instituciones haitianas, pero también a las promesas incumplidas de los países donantes de fondos y a la falta de unas prioridades claras por parte del gobierno y de la comunidad internacional”, explica Joan Arnán, jefe de Misión de MSF en Haití.

Léogâne, la ciudad más cercana al epicentro del terremoto y que quedó en gran parte destruida (a unos 30 kilómetros de Puerto Príncipe), aún parece un gran solar en construcción. La mayor parte de los supervivientes fueron realojados, pero el hospital de MSF sigue siendo la única estructura de la región que ofrece atención médica gratuita las 24 horas del día.

MSF llegó a Léogâne justo después del terremoto e instaló un hospital en tiendas de campaña; en septiembre de 2010, las tiendas fueron reemplazadas por contenedores. Además de la maternidad, el hospital atiende urgencias médicas y dispone de un servicio de cirugía, en el que la mayoría de las intervenciones quirúrgicas son cesáreas y heridos en accidente de tráfico. En otro edificio se pasa consulta externa a mujeres embarazadas y a niños menores de 5 años.
Aunque MSF tiene como objetivo traspasar progresivamente estas actividades al Ministerio de Salud Pública, el hospital de Léogâne atrae cada vez a más pacientes. Algunos llegan desde Puerto Príncipe, un síntoma de la falta de atención médica adecuada incluso en la capital. La maternidad, por ejemplo, registra una media de 600 partos al mes, con picos de más de 800. Las otras estructuras médicas se ven obligadas regularmente a referir pacientes al hospital de MSF, desde partos sencillos hasta otros complicados que requieren cesárea.
“El hospital llena un vacío que existía mucho antes del terremoto. La mayoría de los haitianos no tenían acceso a los servicios de salud antes del 12 de enero de 2010, sea por una oferta deficiente de servicios o porque eran personas sin recursos”, indica Arnán. “Nosotros intervenimos para responder a las consecuencias de la catástrofe hasta que la reconstrucción se pusiera en marcha y las estructuras de salud pública pudieran tomar el relevo. Desafortunadamente, han pasado tres años y no ha cambiado casi nada en materia de acceso a los servicios de salud”.
Hospital prefabricado de Chatuley, en Léogâne
© Emilie Régnier

MSF sigue luchando también contra el cólera. La epidemia se declaró en octubre de 2010, y la deficiente respuesta es otra muestra de la falta de recuperación del sistema de salud: desde entonces, el país ha sufrido brotes recurrentes de la enfermedad. Solo en 2012, más de 22.990 pacientes con cólera han sido atendidos en los centros de tratamiento de MSF en Puerto Príncipe y Léogâne. El número de casos aumentó a raíz del paso de los huracanes Isaac y Sandy el pasado otoño, al provocar las lluvias el desbordamiento de los desagües abiertos, favoreciendo así la propagación de la bacteria responsable de la enfermedad. A pesar de la reciente disminución de casos, MSF aún recibía, a fines de 2012, más de 500 casos por semana.

“La mayoría de la población no tiene acceso a agua potable y a saneamiento, y a ello se suma el que el tratamiento del cólera no está bien integrado en las pocas estructuras de salud pública existentes”, indica el jefe de Misión de MSF. Por ejemplo, en Léogâne, varias organizaciones humanitarias que trabajaban contra la epidemia se retiraron por falta de fondos; desde entonces, se ha incrementado el número de pacientes ingresados en los centros de tratamiento de MSF. La situación es la misma en Puerto Príncipe, donde los centros de tratamiento de MSF en Delmas y Carrefour son los únicos que existen.


MSF trabaja con proyectos regulares en Haití desde 1991 y ha respondido además a las repetidas catástrofes naturales y otras emergencias sufridas por el país.
Durante los diez meses posteriores al terremoto del 12 de enero de 2010, los equipos de MSF trataron a 358.000 pacientes, realizaron 16.570 intervenciones quirúrgicas y asistieron 15.100 partos; más de 80% de los 120 millones de euros recogidos en 2010 para las actividades de emergencia de MSF en Haití se gastaron en este periodo. Desde finales de octubre de 2010, MSF también dio respuesta a la epidemia de cólera, tratando a 170.000 pacientes en un año, con un coste de 35 millones de euros.

En la actualidad, MSF todavía gestiona cuatro hospitales en la zona afectada por el terremoto. Se trata del hospital en Léogâne, con 160 camas, y de otros tres en Puerto Príncipe: el centro de referencia para emergencias obstétricas de 110 camas en el barrio de Delmas, inaugurado en abril de 2011; el hospital de urgencias de 130 camas instalado en mayo de 2011 en Drouillard, cerca de la barriada chabolista de de Cité Soleil; y el centro quirúrgico Nap Kembe, de 110 camas, inaugurado en febrero de 2012 en la zona industrial de Tabarre.
Puerto Príncipe cubierta de polvo tras el terremoto en 2010

En 2012, unos 30.000 pacientes fueron ingresados en alguno de estos hospitales. Además, MSF ha tratado a casi 23.000 pacientes en los centros de tratamiento de cólera en Puerto Príncipe y Léogâne.

En la actualidad, los equipos de MSF en Haití están integrados por 2.500 trabajadores, de los cuales el 95% son haitianos. Los recursos humanos representan alrededor de la mitad del presupuesto anual de MSF en este país, 40 millones de euros en total.

VIVIENDA


Tres años después del terremoto de Haití, la situación del país en materia de vivienda, con centenares de miles de personas viviendo todavía en frágiles refugios, es verdaderamente catastrófica, ha manifestado Amnistía Internacional, a la vez que ha instado a las autoridades y a la comunidad internacional a dar prioridad al problema de la vivienda.

El terremoto del 12 de enero de 2010 se cobró más 200.000 vidas y dejó sin hogar a unos 2,3 millones de personas.

Se calcula que en la actualidad hay más de 350.000 personas viviendo en 496 campamentos en todo el país.

Según testimonios recogidos por Amnistía Internacional en Haití, las condiciones de vida en los campamentos provisionales están empeorando, pues hay una grave falta de acceso a agua, saneamiento y sistemas de eliminación de residuos, todo lo cual contribuye a la propagación de enfermedades infecciosas, como el cólera.

Las mujeres y las niñas están expuestas a sufrir agresiones sexuales y violaciones.

“Como si el riesgo de ser presa de la inseguridad, las enfermedades y los huracanes no fuera suficiente, muchas personas refugiadas en campamentos provisionales viven con el temor constante de ser desalojadas a la fuerza", ha explicado Javier Zúñiga, asesor especial de Amnistía Internacional.

Desde el terremoto, decenas de miles de personas han sido expulsadas de los campamentos. La Organización Internacional para las Migraciones ha informado de que casi 80.000 personas más que viven fundamentalmente en campamentos levantados en terrenos privados corren en la actualidad riesgo de desalojo; constituyen el 21 por ciento de la población total de los campamentos.

Marie (nombre ficticio) y su hijo fueron desalojados a la fuerza y con violencia de Place Jérémie, junto con decenas de familias más, el 21 de diciembre de 2011.

“El comité del campamento nos presionaba para que nos fuéramos. Decían que necesitaban la plaza para un campeonato [de fútbol]. Pero no teníamos dónde ir, así que nos quedamos. De vez en cuando distribuían folletos con amenazas. De noche nos arrojaban piedras y botellas a las tiendas [...] Entonces, un día, a las tres en punto de la madrugada, vinieron y comenzaron a llamar a las puertas. Luego me destrozaron el refugio con cuchillas de afeitar y cuchillos [...]  Me sacaron a empujones y comenzaron a romper todo. No tuve tiempo de llevarme ninguna de mis cosas; me quedé sólo con la ropa que llevaba puesta.”
AI

“Haití sufría un grave déficit de vivienda incluso antes del terremoto, pero para centenares de miles de personas la situación es ahora catastrófica", ha explicado Javier Zúñiga.

En abril del año pasado, las autoridades haitianas hicieron público un proyecto de política nacional de vivienda. Se establecen en él varias prioridades para la construcción de casas, pero no se sientan las condiciones para que quienes viven en la pobreza tengan acceso a una vivienda adecuada y asequible. Tampoco contiene el proyecto el compromiso de impedir los desalojos forzosos.

Con la ayuda de donantes internacionales, en agosto de 2011 las autoridades haitianas pusieron también en práctica un plan de realojamiento de personas de 50 campamentos para desplazados en 16 barrios, el "Proyecto 16/6”. Con arreglo a él, se concede a las familias un subsidio para alquiler de 500 dólares estadounidenses durante un periodo de 12 meses a fin de animarlas a abandonar los campamentos y buscar una vivienda mejor, así como 25 dólares para transporte. Es responsabilidad de las familias buscarse una casa de alquiler y llegar a un acuerdo con el dueño.

Aunque el plan ha ayudado a algunas familias, los subsidios son demasiado bajos y no se presta apoyo en la búsqueda de alojamiento ni a largo plazo.

Muchas personas hablaron a la delegación de Amnistía Internacional que visitó Haití de su preocupación por no saber dónde iban a vivir cuando se les acabara el subsidio y no pudieran pagar el alquiler. De hecho, a duras penas pueden ahora procurarse alimentos para sí mismas y para sus hijos, por no mencionar otras necesidades básicas como la ropa, las medicinas y la educación.

“Las iniciativas actuales del gobierno en materia de vivienda parecen estar centradas en impedir que la gente viva en plazas públicas, más que en proporcionarle hogares seguros. Lo que queremos ver es que se aplican políticas que hacen verdaderamente efectivo en el país el derecho a una vivienda adecuada”, ha señalado Zúñiga.

La retirada de los agentes humanitarios a principios de 2011 y los déficits de financiación han contribuido a empeorar las condiciones de vida en los campamentos provisionales. Sólo una pequeña parte de los fondos prometidos por los donantes se ha destinado a proyectos de vivienda.

“En 2010 el mundo no supo actuar con rapidez suficiente para ayudar a Haití, pero al cabo de tres años vemos que las perspectivas de recuperación del país no se han cumplido, pues no parece haberse dado prioridad a los derechos de la población haitiana. El país necesita medidas de las autoridades nacionales y apoyo verdadero de la comunidad internacional”, ha afirmado Zúñiga.



EL TERREMOTO DE HAITÍ EN CIFRAS

El terremoto
200.000 personas muertas.
2,3 millones de personas sin hogar.
105.000 viviendas destruidas y 208.164 gravemente dañadas.


La población desplazada internamente
357.785 personas (90.415 familias) viviendo en 496 campamentos (a fecha de finales de octubre de 2012).
El 52 por ciento son mujeres.


Los desalojos forzosos
60.978 personas han sido desalojadas de 152 campamentos desde el terremoto.
78.175 personas corren actualmente riesgo de desalojo; son el 21 por ciento del número total de personas desplazadas que viven actualmente en campamentos.


Las condiciones de vida en los campamentos
72.038 personas desplazadas internamente de 264 de los 541 campamentos existentes no tienen acceso a agua ni a retretes en ellos (a fecha de junio de 2012).
En el 50 por ciento de los campamentos que quedan no hay acceso a agua ni a retretes, lo que afectaba a una de una de cada seis personas desplazadas internamente, hasta un total de 66.546 personas (a fecha de junio de 2012).


La situación antes del terremoto
El 67 por ciento de la población urbana vivía en asentamientos precarios, que fueron los más afectados por el terremoto.


El país con mayor desigualdad de América
El 56 por ciento de las familias viven con menos de un dólar al día, y el 77 por ciento, con menos de dos.
El 10 por ciento de las familias más ricas de Haití tienen el 68 por ciento del total de ingresos de todas las familias.

Fuentes: Organización Internacional para las Migraciones, Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y evaluación de las necesidades posteriores al desastre de Haití.

ONU

La prioridad de la ONU en Haití, una vez que ha dado respuesta a las cuestiones más urgentes, es contribuir a la estabilidad de ese país, afirmó el secretario general adjunto de la ONU para Operaciones de Paz.

Con motivo del tercer aniversario del terremoto que sacudió el país más pobre de América Latina, Hervé Ladsous, viajó a Puerto Príncipe, donde se reunió con el primer ministro haitiano, Michel Joseph Martelly.

Ladsous indicó que consolidar el proceso político y el Estado de derecho es clave.

“Es una condición necesaria e indispensable para generar la confianza de los inversores extranjeros, una solución para crear puestos de trabajo, ya que el desempleo es uno de los principales problemas de la población”, explicó Ladsous.

Asimismo, habló del importante papel que juega la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTA) en el terreno.

Por último, reconoció que todavía queda mucho camino por recorrer, tanto por parte del gobierno haitiano como por parte de la ONU. En ese sentido, en los próximos años se impulsarán nuevos proyectos para ampliar la red de suministro de agua potable, erradicar el cólera, y campañas de vacunación.

UNICEF

Los primeros resultados de una encuesta nacional muestran que la situación de los niños ha mejorado en los tres años pasados después del terremoto de enero de 2010, indicó hoy el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

El estudio –que sondeó a 14.000 familias –, refleja progresos en las áreas de educación, nutrición y salud.

“Los resultados de la encuesta muestran que los esfuerzos de los socios han contribuido al progreso de muchos sectores y han mitigado el impacto que el terremoto tuvo sobre los niños”, explicó el representante de UNICEF en Haití, Edouard Beigbeder.

El 77% de los menores de 6 a 11 años asistieron a la escuela en 2012, comparado con solo la mitad en 2005.

La desnutrición grave en niños menores de cinco años ha pasado del 10 al 5%. Sin embargo, uno de cuatro niños sigue sin tener acceso al agua potable.

Por otra parte, el secretario adjunto de la ONU para Operaciones de Paz, Hervé Ladsous, avanzó que visitará ese país coincidiendo con el aniversario del sismo.




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