OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave , México.- A los ilustres mexicanos, amigos muy respetados, que ya moran en el éter eterno: Don Antonio Riva Palacio López, político de ley, ex presidente del Senado de la República y ex gobernador del estado de Morelos; Don Jorge Velasco y Félix, hombre de cultura y publicaciones y quien nos editara el libro de autoría familiar: “Los Hombre del 2000 Rumbo a la Presidencia, y al reconocido colega y maestro de generaciones, Don Miguel Medina Robles, director general del diario de mucha historia, “La Voz de Michoacán”. Acompañamos en su dolor a sus respectivos familiares y amigos. In Memoriam.
En toda ley antimonopolio lo que se pretende es dar cabida a la competencia en beneficio de los usuarios, nunca en destruir a las empresas porque hacerlo conlleva crisis económicas y desempleo no deseables y menos en un país como el nuestro que sufre aún un índice alto de ese flagelo.
La Reforma Constitucional de Telecomunicaciones y Radiodifusión, es de recordarse, fue acordada en el seno del Pacto por México, instrumento histórico en el que convergieron el Gobierno del Presidente, Enrique Peña Nieto y los tres principales partidos políticos: Acción Nacional, PAN, de la Revolución Democrática, PRD, y Revolucionario Institucional, PRI.
Ya en las leyes secundarias de la Reforma es donde surgieron las diferencias, por un grupo compacto de panistas, perredistas y petistas, no todos los legisladores de esas bancadas, centrado en un punto específico, declarar la preponderancia por servicios y no por sectores, con lo cual y aquí está el meollo de la discusión, Televisa ya fue declarada preponderante en Televisión abierta, pero no en radio y televisión de paga.
En telefonía el empresario, Carlos Slim, quien por cierto en una jugada maestra, anunció la venta de un buen porcentaje de acciones para dejar de ser preponderante en ese rubro y así estar listo para competir por una de las dos cadenas nacionales de televisión que serán licitadas en los próximos meses.
Desde nuestro punto de vista, se logró lo más deseado, que se liciten dos cadenas nacionales privadas y se constituya una tercera publica, con lo cual se le restituye al pueblo la cadena que englobaba el desaparecido Instituto Mexicano de Televisión, IMEVISIÓN, que fue desincorporado o vendido en tiempo de Carlos Salinas de Gortari, ahora la institución se denominará: Sistema de Radiodifusión del Estado Mexicano.
De los tres institutos, el único que sigue vigente es el Mexicano de la Radio, que tuvimos el honor de ser director general fundador, mismo que manejamos con especial cuidado al finiquitar las empresas y fortalecer la institución, por ello no se pudo poner en subasta, sería tanto como vender el Instituto Mexicano del Seguro Social. También el Mexicano de Cinematografía, IMCINE, sigue vivo, sin embargo es necesario fortalecerlo.
Ahora bien, cuando el Presidente, Miguel de la Madrid Hurtado creo los Institutos: IMER, IMEVISIÓN e IMCINE, se les dio el rango de organismos públicos descentralizados de la Administración Pública Federal, con personalidad jurídica y patrimonio propios; después fueron erróneamente incorporados a la Secretaría de Gobernación, ahora para bien, están en la esfera de la Secretaría de Educación Pública.
Con la creación del Sistema de Radiodifusión del Estado Mexicano, que es el resultado de todo este proceso legislativo que se inició con el Pacto por México, el mismo tendrá la calidad de mandato constitucional y por tanto de una vida propia y segura, de una vigencia de gran aliento.
Si a lo anterior le aumentamos las dos cadenas de televisión privadas nuevas que van a competir con el llamado duopolio televisivo, además de la creación del Instituto Nacional de Telecomunicaciones que es ya un órgano administrativo autónomo, encargado de regular, promover y supervisar el uso, aprovechamiento y explotación del espectro radioeléctrico, las redes, así como la prestación de los servicios públicos de radiodifusión y telecomunicaciones.
Además de contar con todas las facultades de vigilar y proteger la libre competencia en los mercados de telecomunicaciones y radiodifusión, pudiendo ejercer acciones necesarias para evitar prácticas desleales o monopólicas, no nos cabe duda que el pueblo de México será el beneficiado, porque ahora habrá una real competencia.
Sobre la discrepancia de la preponderancia por sector o por servicios, los contrarios a lo aprobado por el Congreso de la Unión ya anunciaron que presentarán la controversia constitucional correspondiente, será en última instancia la Suprema Corte de la Justicia de la Nación la que diga la última palabra, por todo ello estamos de acuerdo en los cuatro rubros del mandatario, Peña Nieto, en que dividió su participación en el acto en que promulgó dichas leyes secundarias. CONTINUARÁ.
