Los tornados violentos que han azotado Estados Unidos, las nevadas anormales en México y las grandes inundaciones en Sudamérica y el Reino Unido acontecidos en los últimos días demuestran que los gobiernos deben adoptar acciones preventivas para reducir las pérdidas humanas y económicas, afirmó la responsable de la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres (UNISDIR).
Margareta Wahlström sostuvo que las medidas de prevención, como el establecimiento de sistemas de alerta temprana para lidiar con la nueva variabilidad climática, la revisión de los códigos de construcción para asegurar una mayor resistencia de estructuras como escuelas, hospitales, y caminos, y mayores inversiones para mitigaer los efectos de inundaciones son fundamentales para proteger a un mayor número de personas.
La funcionaria subrayó en un comunicado que no hay tiempo que perder, a medidas que continúan aumentando los desastres meteorológicos, afectando a millones de personas.
El fin de semana último, los tornados y las tormentas mataron más de 20 personas en los Estados de Nuevo México, Texas, Oklahoma. Missouri e Illinois en los Estados Unidos, mientras que las intensas inundaciones en América del Sur —las peores de los últimos 10 años- han forzado la evacuación de 170.000 personas en Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay.
•elmercuriodigital•
Margareta Wahlström sostuvo que las medidas de prevención, como el establecimiento de sistemas de alerta temprana para lidiar con la nueva variabilidad climática, la revisión de los códigos de construcción para asegurar una mayor resistencia de estructuras como escuelas, hospitales, y caminos, y mayores inversiones para mitigaer los efectos de inundaciones son fundamentales para proteger a un mayor número de personas.
La funcionaria subrayó en un comunicado que no hay tiempo que perder, a medidas que continúan aumentando los desastres meteorológicos, afectando a millones de personas.
El fin de semana último, los tornados y las tormentas mataron más de 20 personas en los Estados de Nuevo México, Texas, Oklahoma. Missouri e Illinois en los Estados Unidos, mientras que las intensas inundaciones en América del Sur —las peores de los últimos 10 años- han forzado la evacuación de 170.000 personas en Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay.
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