En una conversación telefónica llevada a cabo antes de una importante votación de Naciones Unidas (ONU), Benjamín Netanyahu, el primer ministro de Israel, intentó convencer a Mariano Rajoy, su homólogo español, de abstenerse en el sufragio.
El 23 de diciembre, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas aprobó, con la sola abstención de EEUU, la resolución 2334 que llama a detener la construcción de asentamientos judíos en territorio palestino.
El voto de España en esa ocasión era de gran importancia, ya que el país ibérico ocupa la Presidencia rotativa del organismo de la ONU hasta el 31 de diciembre.
Según El País, durante la llamada Rajoy informó que España no cambiaría su postura, inalterable desde hace años, la cual es coherente con la legalidad internacional. El líder español agregó, sin embargo, que la decisión no iba dirigida contra nadie. De acuerdo con fuentes gubernamentales, Netanyahu se irritó y la conversación fue un poco tensa.
Según el periódico español, los objetivos del líder israelí, además de intentar cambiar el voto de España, era hacer que el país presionase a los patrocinadores de la resolución —Nueva Zelanda y Senegal— a retirarla.
El 23 de diciembre, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas aprobó, con la sola abstención de EEUU, la resolución 2334 que llama a detener la construcción de asentamientos judíos en territorio palestino.
El voto de España en esa ocasión era de gran importancia, ya que el país ibérico ocupa la Presidencia rotativa del organismo de la ONU hasta el 31 de diciembre.
Según El País, durante la llamada Rajoy informó que España no cambiaría su postura, inalterable desde hace años, la cual es coherente con la legalidad internacional. El líder español agregó, sin embargo, que la decisión no iba dirigida contra nadie. De acuerdo con fuentes gubernamentales, Netanyahu se irritó y la conversación fue un poco tensa.
Según el periódico español, los objetivos del líder israelí, además de intentar cambiar el voto de España, era hacer que el país presionase a los patrocinadores de la resolución —Nueva Zelanda y Senegal— a retirarla.
La resolución, aprobada por 14 votos a favor y una abstención, generó una cadena de represalias por parte de Israel. El Ministerio de Exteriores del país suspendió las relaciones con las embajadas de los 12 países del Consejo de Seguridad con representación diplomática en Israel (salvo Malasia y Venezuela). Además, retiró el apoyo financiero que anteriormente proporcionaba a cinco organismos de la ONU, por considerarlos "hostiles". Fuentes diplomáticas, citadas por el medio ibérico, tacharon la reacción de Israel de "desproporcionada", ya que la resolución 2334 no tiene "efectos prácticos directos".
