Jorge Zavaleta Alegre.- Soñar en un mundo nuevo era una vieja ilusión. Pues esa capacidad de imaginar va desapareciendo. Ante el derrumbe de las ideologías, incluyendo la del libre mercado, el mundo asiste a la irresponsabilidad de los gobernantes. Su escasa eficiencia ha precipitado la caída de los valores políticos, inclusive el derecho de imaginar. Los candidatos a la primera magistratura, provienen ahora de la improvisación, de la desesperación, de los olvidados de siempre, de aquellos que tienen como único mensaje lo que ofrece la televisión y su alta dosis de fútiles vanidades.
"Vamos a liberar la tierra de las enfermedades y vamos a aprovechar nuevas energías y tecnologías. Un nuevo orgullo nacional nos va a guiar y curará nuestras divisiones. A todos los estadounidenses: nunca seréis ignorados jamás. Vuestra voz, vuestras esperanzas y vuestros sueños definirán nuestro destino. Juntos haremos que EEUU sea más fuerte otra vez, son algunas de las frases que este mediodía del 20 de enero del 2017 escuchó el mundo de labios del 45° presidente, Donald Trump.
Lo que dijo el candidato Trump: "Vamos a construir un muro en la frontera con México, un muro grande y hermoso, y México va a pagarlo". Son siete mil kilómetros que van al borde del Río Bravo. "'¡Construye el muro, construye el muro!".
Uno de los consejeros más cercanos a Trump, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, ha dicho que el muro será construido incluso si tiene que ser por medio de una orden ejecutiva, ya que Trump "no va a romper una promesa de campaña".
"Lo que vamos a hacer es atrapar a los que son criminales y tienen antecedentes (...) probablemente 2 millones, quizá hasta 3 millones, y los vamos a sacar del país o quizá los vamos a encarcelar". Trump: "Llamó a un cierre total y completo a musulmanes entrando a Estados Unidos". Mantiene su promesa de no dejar entrar ningún refugiado sirio en Estados Unidos.
La ola provocada por la rebelión contra las élites políticas, potenciada por los nacionalismos y el populismo, induce a recuperar el gobierno del país, de las manos de la casta de Washington.
Para muchos comienza la desaparición del orden liberal occidental. Para Trump y sus ideólogos, un gabinete de coalición de plutócratas y militares ideologizados, es la oportunidad de construir una nueva arquitectura internacional, quizás usando a Rusia para confrontar a China.
Trump asume la Presidencia de un país dividido, aunque sin riesgo de guerra civil, porque cualquier extremo, empezando por los grandes capitales, puede lastimar su supervivencia “pacifica”. Desde este 20 de enero regresa la retórica nacionalista, el “Volkswagen”, de la Alemania de los 40.
Desde este momento, solo Estados Unidos será primero. ¡Estados Unidos será primero!”, advirtió el flamante presidente. “Juntos construiremos que Estados Unidos vuelva a ser fuerte. Haremos que Estados Unidos vuelva a ser próspero. Haremos que Estados Unidos vuelva a ser orgulloso. Haremos que Estados Unidos vuelva a ser seguro de nuevo. Y sí, juntos haremos que Estados Unidos sea grande de nuevo”, fueron los puntos centrales del presidente de la primera potencia económica del mundo y el tercero con mayor población migrante del mundo.
"Vamos a liberar la tierra de las enfermedades y vamos a aprovechar nuevas energías y tecnologías. Un nuevo orgullo nacional nos va a guiar y curará nuestras divisiones. A todos los estadounidenses: nunca seréis ignorados jamás. Vuestra voz, vuestras esperanzas y vuestros sueños definirán nuestro destino. Juntos haremos que EEUU sea más fuerte otra vez, son algunas de las frases que este mediodía del 20 de enero del 2017 escuchó el mundo de labios del 45° presidente, Donald Trump.
Lo que dijo el candidato Trump: "Vamos a construir un muro en la frontera con México, un muro grande y hermoso, y México va a pagarlo". Son siete mil kilómetros que van al borde del Río Bravo. "'¡Construye el muro, construye el muro!".
Uno de los consejeros más cercanos a Trump, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, ha dicho que el muro será construido incluso si tiene que ser por medio de una orden ejecutiva, ya que Trump "no va a romper una promesa de campaña".
"Lo que vamos a hacer es atrapar a los que son criminales y tienen antecedentes (...) probablemente 2 millones, quizá hasta 3 millones, y los vamos a sacar del país o quizá los vamos a encarcelar". Trump: "Llamó a un cierre total y completo a musulmanes entrando a Estados Unidos". Mantiene su promesa de no dejar entrar ningún refugiado sirio en Estados Unidos.
La ola provocada por la rebelión contra las élites políticas, potenciada por los nacionalismos y el populismo, induce a recuperar el gobierno del país, de las manos de la casta de Washington.
Para muchos comienza la desaparición del orden liberal occidental. Para Trump y sus ideólogos, un gabinete de coalición de plutócratas y militares ideologizados, es la oportunidad de construir una nueva arquitectura internacional, quizás usando a Rusia para confrontar a China.
Trump asume la Presidencia de un país dividido, aunque sin riesgo de guerra civil, porque cualquier extremo, empezando por los grandes capitales, puede lastimar su supervivencia “pacifica”. Desde este 20 de enero regresa la retórica nacionalista, el “Volkswagen”, de la Alemania de los 40.
Desde este momento, solo Estados Unidos será primero. ¡Estados Unidos será primero!”, advirtió el flamante presidente. “Juntos construiremos que Estados Unidos vuelva a ser fuerte. Haremos que Estados Unidos vuelva a ser próspero. Haremos que Estados Unidos vuelva a ser orgulloso. Haremos que Estados Unidos vuelva a ser seguro de nuevo. Y sí, juntos haremos que Estados Unidos sea grande de nuevo”, fueron los puntos centrales del presidente de la primera potencia económica del mundo y el tercero con mayor población migrante del mundo.