El eurodiputado de Izquierda Unida Javier Couso ha exigido a los presidentes de la comisión de Asuntos Exteriores y de la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, David McAllister y Pier Antonio Panzieri, respeto por la sentencia del Tribunal Supremo de Venezuela, que el pasado día 16 ratificó la condena a 15 años de cárcel para Leopoldo López por instigación a la protesta violenta en 2014 con el objetivo de derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro.
El parlamentario ha recordado que fruto ese llamamiento se produjeron las guarimbas, unas revueltas violentas que acabaron con 43 personas muertas, entre ellos seis guardias nacionales, y más de seiscientos heridos, lo que “en cualquier país europeo sería considerado como un atentado contra el estado de derecho”.
“Es lamentable y preocupante que los presidentes de las dos comisiones hayan decidido de forma unilateral volver a arremeter contra la soberanía de Venezuela poniendo en entredicho de esa forma la independencia de su máximo tribunal. La obsesión de este Parlamento con Venezuela contribuye a la desestabilización y polarización del país y puede alimentar una escalada de violencia en la que el pueblo venezolano será el máximo damnificado”, ha asegurado Couso, que es vicepresidente de la propia comisión de Exteriores.
En un comunicado, McAllister y Panzieri llamaron al Gobierno de Maduro a liberar inmediatamente a López, calificándolo de preso político, y cuestionaban la independencia de la Justicia venezolana. Couso ha vuelto a insistir en que los hechos por los que López ha sido condenado “son muy graves”, por lo que “no se le debe considerar como un preso político, sino como un político preso”.
Además, opina que con este tipo de declaraciones o como el apoyo cerrado del presidente del Parlamento, Antonio Tajani, los representantes europeos “están haciendo un flaco favor al diálogo abierto por el Gobierno con la oposición”, seguramente “para tratar de desviar la atención de las profundas divisiones que hay dentro de esa misma oposición”.
Están “mostrando muy poco respeto a la institucionalidad venezolana y creemos que las soluciones no son esas, que el Parlamento Europeo no puede estar cargando cada semana contra Venezuela. Y desde luego, si se produce una puesta en libertad, no va a ser por las amenazas desde Europa o EEUU, tiene que ser fruto de un diálogo, con una comisión de la verdad y con garantías para las víctimas de las guarimbas y sus familias”.
“Al final, lo que se esconde detrás de todas estas presiones y declaraciones –ha continuado- es la enésima campaña orquestada e injerencista por parte de la UE, que trata de anular una sentencia de unos tribunales que ellos no consideran legítimos”. Pero “hay que insistir en que esas 43 víctimas como consecuencia de las revueltas existieron, tienen nombre y apellidos, por mucho que a Bruselas o a Gobiernos como el español no les apetezca verlo”.
Couso ha advertido de que “va siendo hora de que la UE y los Estados miembros empiecen a tratar como mayores de edad a los venezolanos” y de que “asuma los procesos democráticos del país latinoamericano”, ya que “la oposición, para llegar al Gobierno, tendrá que ganar unas elecciones presidenciales”, y eso, “hasta ahora, no ha ocurrido”.
El parlamentario ha recordado que fruto ese llamamiento se produjeron las guarimbas, unas revueltas violentas que acabaron con 43 personas muertas, entre ellos seis guardias nacionales, y más de seiscientos heridos, lo que “en cualquier país europeo sería considerado como un atentado contra el estado de derecho”.
“Es lamentable y preocupante que los presidentes de las dos comisiones hayan decidido de forma unilateral volver a arremeter contra la soberanía de Venezuela poniendo en entredicho de esa forma la independencia de su máximo tribunal. La obsesión de este Parlamento con Venezuela contribuye a la desestabilización y polarización del país y puede alimentar una escalada de violencia en la que el pueblo venezolano será el máximo damnificado”, ha asegurado Couso, que es vicepresidente de la propia comisión de Exteriores.
En un comunicado, McAllister y Panzieri llamaron al Gobierno de Maduro a liberar inmediatamente a López, calificándolo de preso político, y cuestionaban la independencia de la Justicia venezolana. Couso ha vuelto a insistir en que los hechos por los que López ha sido condenado “son muy graves”, por lo que “no se le debe considerar como un preso político, sino como un político preso”.
Además, opina que con este tipo de declaraciones o como el apoyo cerrado del presidente del Parlamento, Antonio Tajani, los representantes europeos “están haciendo un flaco favor al diálogo abierto por el Gobierno con la oposición”, seguramente “para tratar de desviar la atención de las profundas divisiones que hay dentro de esa misma oposición”.
Están “mostrando muy poco respeto a la institucionalidad venezolana y creemos que las soluciones no son esas, que el Parlamento Europeo no puede estar cargando cada semana contra Venezuela. Y desde luego, si se produce una puesta en libertad, no va a ser por las amenazas desde Europa o EEUU, tiene que ser fruto de un diálogo, con una comisión de la verdad y con garantías para las víctimas de las guarimbas y sus familias”.
“Al final, lo que se esconde detrás de todas estas presiones y declaraciones –ha continuado- es la enésima campaña orquestada e injerencista por parte de la UE, que trata de anular una sentencia de unos tribunales que ellos no consideran legítimos”. Pero “hay que insistir en que esas 43 víctimas como consecuencia de las revueltas existieron, tienen nombre y apellidos, por mucho que a Bruselas o a Gobiernos como el español no les apetezca verlo”.
Couso ha advertido de que “va siendo hora de que la UE y los Estados miembros empiecen a tratar como mayores de edad a los venezolanos” y de que “asuma los procesos democráticos del país latinoamericano”, ya que “la oposición, para llegar al Gobierno, tendrá que ganar unas elecciones presidenciales”, y eso, “hasta ahora, no ha ocurrido”.
