Un individuo armado en la localidad sursudanesa de Pibor, en el estado de Jonglei. Pibor ha presenciado choques violentos que han provocado numerosos desplazamiento y destruccion de la propiedad. Foto Archivo OCHA/Cecilia Attefor.
Seis trabajadores humanitarios murieron al sufrir una emboscada en Sudán del Sur. El jefe de la Misión de las Naciones Unidas en ese país (UNMISS) describió sus muertes como una “pérdida de vida espantosa e inútil”, que debe investigarse a fondo. David Shearer, quien también es Representante Especial de la ONU para el país más joven del mundo, solicitó el domingo un alto el fuego inmediato y completo entre las partes en conflicto.
Jorge Miyares.- Los seis fallecidos pertenecían a una organización no gubernamental nacional. Su vehículo fue emboscado el sábado en una zona controlada por el Gobierno en la carretera entre la capital, Juba, y la localidad de Pibor.
El jefe de la UNMISS, David Shearer, condenó el ataque y ofreció sus condolencias a los familiares, amigos y colegas de los muertos.
“Es totalmente reprensible, sobre todo porque ayudaban al pueblo de Sudán del Sur. El hecho ocurrió en un área controlada por el Gobierno y no debe haber impunidad cuando se mata a trabajadores humanitarios”, subrayó.
Desde el inicio de las hostilidades en 2013 alrededor de 80 trabajadores humanitarios han muerto en Sudán del Sur.
La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) dijo que las muertes del sábado representaron el mayor número de estos trabajadores muertos en un solo incidente desde que comenzó el conflicto.
El coordinador humanitario para Sudán del Sur, Eugene Owusu, dijo que tales ataques no sólo ponen en riesgo a los trabajadores humanitarios, sino que “amenazan la vida de miles de sursudaneses que dependen de la asistencia que esos trabajadores ofrecen para sobrevivir".
