El Partido de la izquierda europea adoptó, presentada por una decena de partidos, una importantísima Resolución en su Congreso celebrado en Berlín en diciembre de 2017, denominada “Una gran campaña para poner fin a la trata de mujeres” que hay que recordar este 8 de marzo y que dice así:
El comercio de seres humanos impacta la vida de más de 2,5 millones de personas en el mundo, y principalmente a las mujeres. Si la forma más difundida es la explotación sexual, existen otras formas como el trabajo o la mendicidad forzada, el sometimiento por deuda y la extracción ilegal de órganos. En Europa, más de 120.000 mujeres, por razones sobre todo de miseria, están en manos de traficantes y dos tercios son originarias de países de la Unión Europea.
La abolición de este comercio es un objetivo prioritario del combate progresista en Europa. Estos tráficos destruyen las vidas de sus víctimas y constituyen una amenaza para todas las demás. Estos tráficos suponen importantes recursos financieros para las redes del crimen organizado. Establecen, en nuestra sociedad, la negación de todos los principios de justicia, igualdad y de esperanza. Normalizan la violencia, el abuso, la mercantilización de los seres humanos y de sus cuerpos en el gran mercado mundial.
Por esta razón, el Partido de la Izquierda Europea pone en pie una campaña para erradicar el comercio de mujeres. Se trata de ganar en cada país y en Europa, el reconocimiento y el acompañamiento de las víctimas, pero también la implementación de nuevos medios financieros y legislativos para desmantelar estas redes. Esta campaña tendrá como punto de partida las legislaciones de los Estados que son más firmes contra el comercio de seres humanos y las redes, las más garantistas hacia las víctimas.
Para llevar a cabo esta campaña, el PIE constituirá un grupo de trabajo consagrado al tema. Este grupo de trabajo se encargará de la organización de la campaña, del trabajo del análisis de la situación y de la elaboración programática. Estará igualmente en contacto permanente con los diferentes partidos constituyentes del PIE. La “red de las ciudades liberadas del tráfico”, originaria de España, tiene que ser generalizada.
Publicado en el Nº 304 de la edición impresa de Mundo Obrero marzo 2017
El comercio de seres humanos impacta la vida de más de 2,5 millones de personas en el mundo, y principalmente a las mujeres. Si la forma más difundida es la explotación sexual, existen otras formas como el trabajo o la mendicidad forzada, el sometimiento por deuda y la extracción ilegal de órganos. En Europa, más de 120.000 mujeres, por razones sobre todo de miseria, están en manos de traficantes y dos tercios son originarias de países de la Unión Europea.
La abolición de este comercio es un objetivo prioritario del combate progresista en Europa. Estos tráficos destruyen las vidas de sus víctimas y constituyen una amenaza para todas las demás. Estos tráficos suponen importantes recursos financieros para las redes del crimen organizado. Establecen, en nuestra sociedad, la negación de todos los principios de justicia, igualdad y de esperanza. Normalizan la violencia, el abuso, la mercantilización de los seres humanos y de sus cuerpos en el gran mercado mundial.
Por esta razón, el Partido de la Izquierda Europea pone en pie una campaña para erradicar el comercio de mujeres. Se trata de ganar en cada país y en Europa, el reconocimiento y el acompañamiento de las víctimas, pero también la implementación de nuevos medios financieros y legislativos para desmantelar estas redes. Esta campaña tendrá como punto de partida las legislaciones de los Estados que son más firmes contra el comercio de seres humanos y las redes, las más garantistas hacia las víctimas.
Para llevar a cabo esta campaña, el PIE constituirá un grupo de trabajo consagrado al tema. Este grupo de trabajo se encargará de la organización de la campaña, del trabajo del análisis de la situación y de la elaboración programática. Estará igualmente en contacto permanente con los diferentes partidos constituyentes del PIE. La “red de las ciudades liberadas del tráfico”, originaria de España, tiene que ser generalizada.
Publicado en el Nº 304 de la edición impresa de Mundo Obrero marzo 2017
