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Testimonios de la epidemia de hepatitis E en Diffa, Níger

La epidemia de hepatitis E en Diffa, Níger, pone de manifiesto las malas condiciones de agua y saneamiento, así como la falta de infraestructuras de higiene adecuadas para esta población, ya afectada por la violencia del conflicto entre Boko Haram y los Ejércitos de la región.



Maia Mela. Nigerina, pueblo de Digargo (Diffa), 20 años, madre de dos niños, centro de salud materno-infantil de Diffa. "Llegué hace una semana, después de la visita de un agente de salud a casa. Tenía palpitaciones, dolor en las articulaciones y me di cuenta de que mi orina era más oscura de lo habitual. Estoy embarazada de un mes. El agente de salud me dijo que viniera rápidamente a ver al médico en el centro para las mujeres aquí en Diffa. Hoy en día, me siento mejor y podré volver a casa." MSF/Sarah Pierre


Kaka Wali. Nigeriana, vive en Gagamaris (Diffa), llegó a Níger hace tres años, 20 años, centro de salud materno-infantil de Diffa. "Yo estaba embarazada cuando enfermé. Tenía fiebre y dolor por todas partes. Entonces mis ojos cambiaron de color, se volvieron amarillos. Fui al centro de salud más cercano, Chétimari, desde donde me llevaron aquí a Diffa. Los médicos me trataron durante 15 días y he recibido apoyo psicológico antes de volver a casa. He perdido a mi bebé. También me han explicado qué es la hepatitis E y cómo protegerse aplicando medidas de higiene como el lavado de manos. Estas son las informaciones que compartimos entre las mujeres de la comunidad. Ahora me siento mejor, vuelvo cada dos semanas para ver al médico y asegurarme de que todo está bien."MSF/Sarah Pierre


Dr. Camara Broulaye, anestesista de MSF. "Kaká llegó en estado grave y la ingresamos en cuidados intensivos. Mientras ella estaba en coma, sufrió un aborto espontaneo seguido por una hemorragia significativa. Estábamos preocupados, casos como el de ella normalmente requieren de respiración asistida, pero este tipo de material médico no existe en Diffa. Así que hicimos todo lo posible para salvarla. Lo consiguió, admiro su fortaleza y estoy encantado de ver que hoy está mucho mejor." MSF/Sarah Pierre


Sadi Idi. Chadiana, vive en Garin Wazam, llegó a Níger hace un año, 26 años. "A principios de año, empecé a tener fiebre y palpitaciones. Tenía dolor de espalda. Entonces mis ojos se pusieron amarillos y mi orina oscura. Estaba preocupada, no sabía qué me estaba pasando. Una mujer en mi comunidad me llevó a la clínica de MSF, desde donde me llevaron al hospital en Diffa. De vuelta en Garin wazam, volví a ver a los enfermeros de la clínica. Después di a luz a mi primer hijo, una niña. En mi comunidad, en el pozo de agua donde nos abastecemos, nuestros bidones son lavados y se reemplazan los más viejos. También hemos recibido información sobre la hepatitis E y hemos hablado sobre qué hacer para no estar enfermo. Es muy útil." MSF/Sarah Pierre


Ali Nahadi. Nigeriano, vive en Níger desde hace tres años, llegó a Garin Wazam después de varios desplazamientos, 48 años "En el punto de agua, el agua es clorada con pastillas. También dan jabones, sustituyen a los bidones viejos y muestran cómo lavar los que están en uso. Yo ya limpiaba mis bidones antes. Pero he aprendido que el río puede estar contaminado, sobre todo por las heces. En mi casa, en Nigeria, íbamos allí a buscar agua. Esta imagen que he visto hoy me ha hecho tomar conciencia de los riesgos para mi familia y para mí. Además, ahora sé de dónde viene “la enfermedad de los ojos amarillos”, que intentábamos tratar tradicionalmente. La conozco mejor y sé qué hacer para evitar que care enfermo. "MSF/Sarah Pierre




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