OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave, México.- Nadie puede llamarse a sorpresa, si está enterado medianamente de que lo que ha sucedido en torno de la explosión desarrolladora urbano en las últimas dos décadas en la ahora Ciudad de México, en forma criminal en la Delegación Álvaro Obregón.
A nadie debe de extrañar lo sucedido en la primera reunión para conocer y discutir el Programa General de Desarrollo Urbano, PGDU, misma a la que convocó la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y terminó en un agarrón de pronóstico entre vecinos enfurecidos y legisladores proclives a seguir en sus negocios ilícitos hasta colapsar a la capital de la República.
Ya algunos medios han dado cuenta de lo que nosotros en su momento denunciamos: esa explosión constructiva de edificios, principalmente en las delegaciones Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Magdalena Contreras y Benito Juárez, que sin tomar en cuenta los reglamentos vigentes, las autoridades delegacionales han dado los permisos de construcción sin tomar en cuenta el colapso de movilidad, de suministro de agua y demás servicios en esas demarcaciones.
Lo verdaderamente inverosímil, es que dichas reuniones en la Asamblea Legislativa hayan sido presididas por el ahora diputado, Leonel Luna Estrada, dos veces delegado político de la delegación Álvaro Obregón y ahora diputado local de esa jurisdicción, además es uno de los más cercanos amigos consentidos del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa.
De qué se trata esta nueva legislación, llamada pomposamente, Programa General de Desarrollo Urbano, PGDU, simple y llanamente es un instrumento legaloide para permitir el cambio del uso de suelo en beneficio de los desarrolladores urbanos, claro, con los “moches” que han recibido, reciben y seguirán recibiendo los funcionarios de está ya malograda ciudad.
Los vecinos convocados, cuando se dieron cuenta de que sólo habían sido citados para lograr su aval para el criminal desarrollismo urbano, iniciaron los reclamos, ante la actitud de desprecio y prepotencia a sus demandas, sobre todo de Leonel Luna Estrada, a tal grado que la reunión estuvo a punto de terminar a golpes, después de los vituperios y descalificaciones.
Sabemos de antemano, porque el negocio es muy lucrativo, que dicha aberración jurídica ya está planchada y va a ser aprobada por la actual Asamblea Legislativa ¡Faltaba más”.
No podemos esperar un cambio radical a tan criminal Programa General de Desarrollo Urbano, PGDU, está pensado, ideado, proyectado y presentado por el primer desarrollista urbano de la Ciudad de México, el ahora diputado, Leonel Luna Estrada, que por cierto algunos afirman, que no es mexicano de nacimiento.
A nadie debe de extrañar lo sucedido en la primera reunión para conocer y discutir el Programa General de Desarrollo Urbano, PGDU, misma a la que convocó la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y terminó en un agarrón de pronóstico entre vecinos enfurecidos y legisladores proclives a seguir en sus negocios ilícitos hasta colapsar a la capital de la República.
Ya algunos medios han dado cuenta de lo que nosotros en su momento denunciamos: esa explosión constructiva de edificios, principalmente en las delegaciones Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Magdalena Contreras y Benito Juárez, que sin tomar en cuenta los reglamentos vigentes, las autoridades delegacionales han dado los permisos de construcción sin tomar en cuenta el colapso de movilidad, de suministro de agua y demás servicios en esas demarcaciones.
Lo verdaderamente inverosímil, es que dichas reuniones en la Asamblea Legislativa hayan sido presididas por el ahora diputado, Leonel Luna Estrada, dos veces delegado político de la delegación Álvaro Obregón y ahora diputado local de esa jurisdicción, además es uno de los más cercanos amigos consentidos del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa.
De qué se trata esta nueva legislación, llamada pomposamente, Programa General de Desarrollo Urbano, PGDU, simple y llanamente es un instrumento legaloide para permitir el cambio del uso de suelo en beneficio de los desarrolladores urbanos, claro, con los “moches” que han recibido, reciben y seguirán recibiendo los funcionarios de está ya malograda ciudad.
Los vecinos convocados, cuando se dieron cuenta de que sólo habían sido citados para lograr su aval para el criminal desarrollismo urbano, iniciaron los reclamos, ante la actitud de desprecio y prepotencia a sus demandas, sobre todo de Leonel Luna Estrada, a tal grado que la reunión estuvo a punto de terminar a golpes, después de los vituperios y descalificaciones.
Sabemos de antemano, porque el negocio es muy lucrativo, que dicha aberración jurídica ya está planchada y va a ser aprobada por la actual Asamblea Legislativa ¡Faltaba más”.
No podemos esperar un cambio radical a tan criminal Programa General de Desarrollo Urbano, PGDU, está pensado, ideado, proyectado y presentado por el primer desarrollista urbano de la Ciudad de México, el ahora diputado, Leonel Luna Estrada, que por cierto algunos afirman, que no es mexicano de nacimiento.
