Cúrame de espantos, la canción que abre De escalde y trinchera, es el segundo single del disco tras Que si vengo que si voy
El décimo sexto trabajo del maestro de Carabanchel suscribe lo que ya sabíamos que, tras más de cuarenta años de carrera, Rosendo no se calla. Y el sonido único de su guitarra y de su voz, y su cuaje literario, son tan solo deudores de sí mismos. Rosendo recurre a su mejor arma de seducción: el rock rosendiano, un estilo en sí mismo que ha iluminado a varias generaciones. Rock urbano, cerril e incómodo, blindado, macarruzo e inconformista. Cúrame de espantos es una buena prueba de ello.
Cúrame de espantos
Ni romperte los nudillos ni talante peleón
ni bombo ni platillo p'a cargarte de razón
Ni llorar como un chiquillo para llamar la atención
ni a cuerpo descubierto si amenaza chaparrón
¿Pero qué me estás contando de cómo ni cuando? y digo yo
tu que sabes tanto cúrame de espantos por favor
Ni con besos de tornillo ni con paracetamol, ni va a ser más sencillo apestándote de alcohol
Ni buscándole el tranquillo apostando de farol
Mira con las que me sales, deja de cacarear, tu no estás en tus cabales
Mira con las que me sales, deja de cacarear, tu no estás en tus cabales
Si estuvieras convencido si tuvieras opinión, si fueras más constante y prestaras atención
Si te hubieras protegido de la manipulación, hubieras entendido que unos pican y otros no
¿Pero qué me estás contando de cómo ni cuando? y digo yo
tu que sabes tanto cúrame de espantos por favor