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El ejército de Nigeria ataca a periodistas en un centro de prensa


Reporteros Sin Fronteras (RSF) denuncia la violenta intrusión de soldados nigerianos en el Centro de Prensa del estado de Abia. La organización pide al gobierno nigerino que envíe un mensaje potente para detener los abusos y la violencia contra los periodistas y para asegurar que su trabajo sea respetado en cada estado del país.

El 12 de septiembre, un grupo de unos 20 soldados entraron en el Centro de Prensa de la Unión de Periodistas de Nigeria, en Umuahia, capital del estado de Abia, en el sureste del país. Golpearon a algunos de los periodistas presentes, y confiscaron o destruyeron su material de trabajo, como grabaciones, teléfonos y ordenadores.

Los periodistas atacados acababan de cubrir la llegada a las calles de los soldados nigerianos, como parte de la Operación "Python Dance", una demostración de fuerza del ejército en las calles de Umuahia para detener los enfrentamientos entre soldados y militantes del movimiento Pueblos Indígenas de Biafra, un grupo separatista que protestó contra la incursión del ejército en el domicilio de su líder unos días antes.

Para el presidente de la sección local de la Unión de Periodistas Nigerianos, John Emejor, este ataque es sintomático de una evolución dictatorial del régimen. También señaló lo absurdo de destruir información que transmitiera con precisión el mensaje que el ejército quería transmitir, es decir, su fuerza y ​​su capacidad para usarla en caso necesario.

Pocas horas después del incidente, las autoridades militares locales acudieron al centro de prensa, por la noche, para disculparse y asegurar que los soldados responsables serían identificados y castigados.

"Está bien que los militares asuman sus responsabilidades, pero este suceso demuestra que hay un problema real en la percepción del periodismo en Nigeria", considera Clea Kahn-Sriber, responsable para África de Reporteros Sin Fronteras. “Es habitual que las fuerzas de seguridad o la inteligencia impidan de forma violenta a los periodistas hacer su trabajo. En lugar de responder cuando ya ha ocurrido, el Gobierno nigeriano debe hacer esfuerzos para instruir a sus fuerzas de seguridad sobre el papel social de los periodistas y desarrollar relaciones fluidas entre ambos grupos esenciales para el estado de derecho".

Desde comienzos de mes se han registrado al menos tres casos de agresión. El reportero de Channels Television Segun Salami, fue agredido el 1 de septiembre por agentes de seguridad de la oficina provincial en el estado de Kogi (Nigeria central) que sospechaban que había grabado sus comentarios. Tuvo que ser hospitalizado. El 11 de septiembre, otros dos periodistas, Timothy Agbor, de The Point Newspapers, y Toba Adedeji, que trabaja para el Osun Defender, fueron golpeados por agentes de los servicios de inteligencia de Nigeria, la Dirección de Servicios del Estado (DSS) en Oshogbo, en Suroeste de Nigeria, mientras cubrían una manifestación de funcionarios del Estado.

Desde principios de 2017, RSF ha registrado 53 casos de malos tratos contra periodistas, entre ellos 20 detenciones y 23 casos de amenazas físicas o agresiones.

Nigeria ocupa el puesto 122, entre 180 países, en la Clasificación Mundial 2017 de la libertad de prensa que publica Reporteros Sin Fronteras.




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