La película, dirigida por Rodrigo Vila y estrenada esta semana, renuncia a presentar la dimensión musical del bandoneonista marplatense y se interesa por la intimidad de Piazzolla a partir de su amistad con José Pons.
Télam.- La película "Tango en París. Recuerdos de Astor Piazzolla", dirigida por Rodrigo Vila y estrenada esta semana, renuncia a presentar la dimensión musical del bandoneonista marplatense para hallar el espacio necesario para registrar -sobre la base de archivos jamás vistos- "el clima irrepetible de una época", según define su realizador.
La cinta, bajo el formato del documental, se interesa por la intimidad de Piazzolla, a partir de su amistad con José Pons, bastonero de un grupo de selectos artistas argentinos en el exterior. La película trabaja sobre el archivo y un clima de afinidad que, de alguna forma, contraría la imagen hostil que construía Piazzolla.
"Es una suerte de lado B de Piazzolla, de la intimidad que se genera con la amistad. Creo que el espectador se va a encontrar con una historia desconocida e increíblemente rica en emotividad y anécdotas muy divertidas", afirmó Vila a Télam.
Télam.- La película "Tango en París. Recuerdos de Astor Piazzolla", dirigida por Rodrigo Vila y estrenada esta semana, renuncia a presentar la dimensión musical del bandoneonista marplatense para hallar el espacio necesario para registrar -sobre la base de archivos jamás vistos- "el clima irrepetible de una época", según define su realizador.
La cinta, bajo el formato del documental, se interesa por la intimidad de Piazzolla, a partir de su amistad con José Pons, bastonero de un grupo de selectos artistas argentinos en el exterior. La película trabaja sobre el archivo y un clima de afinidad que, de alguna forma, contraría la imagen hostil que construía Piazzolla.
"Es una suerte de lado B de Piazzolla, de la intimidad que se genera con la amistad. Creo que el espectador se va a encontrar con una historia desconocida e increíblemente rica en emotividad y anécdotas muy divertidas", afirmó Vila a Télam.