Dakar / Ginebra (CICR) – La precariedad de las condiciones de seguridad en la región del Sahel, en África, eclipsa una profunda crisis humanitaria que afecta a 12 millones de personas en cinco países, indicó hoy el CICR.
Los conflictos armados, la criminalidad transnacional y los riesgos climáticos causan un enorme sufrimiento humano y han desencadenado un fuerte aumento en la cantidad de habitantes que se desplazan hacia otras regiones de África o que migran hacia Europa desde los cinco países en cuestión – Mauritania, Malí, Níger, Burkina Faso y Chad.
"Los problemas de seguridad en el Sahel captan toda la atención, pero esto eclipsa una tragedia enorme: millones de familias pasan hambre y luchan desesperadamente para sobrevivir", declaró Patrick Youssef, director regional adjunto para África en el CICR, durante el Foro Internacional de Dakar sobre la Paz y la Seguridad.
"Si no apoyamos la región en el plano humanitario y de desarrollo, habrá graves consecuencias, como un aumento de los desplazamientos. Muchas de estas zonas ya son terreno fértil para la radicalización y el extremismo," agregó Youssef.
Los conflictos actuales en la región de Lago Chad y en Malí, combinados con las actividades transfronterizas de los grupos armados, causan un serio perjuicio a los vecinos Mauritania y Burkina Faso. Las dificultades de la región se ven exacerbadas por el cambio climático, la pobreza y la escasez de alimentos. Tres cuartas partes de los 80 millones de habitantes de la región tienen menos de 35 años de edad; las oportunidades laborales ya son escasas, cuando se prevé que la población se duplicará de aquí a 30 años.
"Los Estados deben actuar ahora, con el apoyo de la comunidad internacional, para abordar las causas profundas de los problemas y ayudar a fortalecer la resiliencia de las poblaciones locales," dijo Youssef. "Velar por que se proteja a las personas civiles en el conflicto y por que se trate a los detenidos con respeto son medidas que contribuyen a instaurar una solución duradera al conflicto."
El CICR presta asistencia a más de un millón y medio de personas en los cinco países, mediante la distribución de semillas mejoradas, herramientas y fertilizantes, así como también la provisión de forraje y la vacunación del ganado. A pesar de las necesidades acuciantes, la región es una de las que reciben menos financiación entre las regiones donde el CICR lleva a cabo su labor.
