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Las olas de calor pueden matar de 27 formas diferentes

Los episodios de ola de calor pueden matar a personas de 27 maneras diferentes a través de interacciones entre cinco mecanismos fisiológicos (isquemia, citotoxicidad por calor, respuesta inflamatoria sistémica, coagulación intravascular diseminada o rabdomiolisis) y siete órganos vitales (cerebro, corazón, intestinos, riñones, hígado, pulmones y páncreas).





Servimedia.- Cuatro investigadores de la Universidad de Hawái en Manoa (Estados Unidos) han llegado a esta conclusión en un estudio publicado en la revista 'Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes', de la Asociación Americana del Corazón.

Las olas de calor causaron la muerte a más de 70.000 personas en Europa en 2003, 10.000 en Rusia en 2010 y 2.000 en la India en 2015, y se han documentado más de 800 olas de calor mortales en todo el mundo desde 1980.

Los impactos del calor extremo no sólo se traducen en pérdidas de vidas humanas, sino en medidas preventivas. Por ejemplo, millones de estadounidenses recibieron en los dos últimos años la recomendación de que permanecieran en el interior de lugares frescos y no estar al aire libre para evitar los efectos de las altas temperaturas.

Algunos estudios recientes señalan que las olas de calor mortales empeorarán en el futuro incluso aunque se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero. Sus consecuencias dependen de la sensibilidad del cuerpo humano al calor y el nuevo estudio indica que las personas son más sensibles a las altas temperaturas de lo que se pensaba.

"Sabemos de muchos ejemplos de casos de personas que murieron como resultado de olas de calor. Sin embargo, por qué la gente murió es una pregunta cuya respuesta es dispersa", apunta Camilo Mora, autor principal del estudio.

Los investigadores hicieron una revisión sistemática de la literatura médica sobre las formas conocidas en que el calor mata a las personas e identificaron cinco mecanismos fisiológicos con impactos en siete órganos vitales.

Luego realizaron búsquedas secundarias utilizando como palabras clave todas las combinaciones posibles de mecanismos y órganos vitales. De las 35 posibles interacciones (es decir, cinco mecanismos por siete órganos vitales), los autores encontraron evidencias médicas de 27 interacciones por las cuales matan las olas de calor.

"Morir durante una ola de calor es como una película de terror con 27 finales malos para elegir. Es notable que la humanidad en general esté tomando tanta complacencia en las amenazas que plantea el actual cambio climático", añade Mora.

CINCO MECANISMOS FISIOLÓGICOS

Cuando el cuerpo está expuesto al calor extremo, el hipotálamo genera una reacción que redirige la sangre hacia la piel con el propósito de enfriarse, lo que produce un flujo sanguíneo inadecuado a otros órganos (un mecanismo llamado isquemia) que crea condiciones anóxicas y daña los compuestos químicos.

Si aumenta la temperatura corporal óptima, se dañarán las células en un mecanismo denominado citotoxicidad por calor. Tanto la isquemia como la citotoxicidad por calor son condiciones mortales que pueden afectar al funcionamiento del cerebro, el corazón, los riñones y el hígado.

Si bien la isquemia y la citotoxidad por calor pueden ser letales por sí mismas, el conjunto de respuestas fisiológicas a esos dos ataques plantea un riesgo aún mayor de muerte.

Por ejemplo, la rotura del revestimiento del intestino debido al ataque químico de la isquemia y el ataque térmico de la citotoxicidad por calor conduce a la liberación del contenido intestinal en la corriente sanguínea, lo que provoca un tercer mecanismo denominado respuesta inflamatoria sistémica. Entonces, el cuerpo desencadena una inflamación que facilita el acceso de los glóbulos blancos para combatir la infección.

En todo el desorden interno creado por la isquemia, la citotoxicidad por calor y la respuesta inflamatoria sistémica, las proteínas que controlan la obstrucción sanguínea se vuelven hiperactivas y causan coágulos que pueden cortar el suministro de sangre al cerebro, los riñones, el hígado y los pulmones, lo que genera un mecanismo llamado coagulación intravascular diseminada. A su vez, el agotamiento de las proteínas de la coagulación puede conducir a hemorragias potencialmente fatales incluso sin lesiones.

El quinto mecanismo, llamado rabdomiolisis, ocurre cuando la isquemia y la citotoxicidad del calor, combinadas con actividades como ir de excursión, hacer ejercicio o trabajar al aire libre, provocan la rotura de las células del músculo esquelético, lo que genera la filtración de mioglobina, que es tóxica a los riñones, el hígado y los pulmones.

Todas esas respuestas fisiológicas están interrelacionadas de tal forma que la disfunción en un órgano vital tiene efectos negativos en otros, desencadenando un círculo vicioso de deterioro multiorgánico que a menudo conduce a la muerte, discapacidades permanentes o una larga recuperación.

Los autores recalcan que en la última década han aumentado un 2.300% las muertes por olas de calor debido al calentamiento de algo menos de 1ºC en la temperatura del planeta respecto de la era preindustrial, con lo que hay más riesgo de fallecer por este motivo si el calentamiento global se acentúa.




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