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Los saberes de las mujeres migradas, herramienta para superar las violencias machistas

Gloria López. Madrid, Amecopress.- “El empoderamiento es lo contrario a la impunidad”, ha dicho María Naredo Molero, directora de Prevención y Atención de Violencia de Género del Ayuntamiento de Madrid, en la presentación del encuentro ‘Experiencias, análisis y resistencias desde las mujeres migradas. Diálogo de saberes”, celebrada hoy en Auditorio Caja de Música, centrocentro Cibeles Cultura y Ciudadanía en Madrid. Así resumía el objetivo de la jornada: poder visibilizar ciertas realidades, historias de violencia, pero también de superación, personal y colectiva.



En esas historias, las mujeres migrantes son las principales protagonistas: mujeres poderosas, resilientes, constructoras de estrategias junto a otras mujeres, estableciendo un diálogo de saberes y aprendizajes.



En la primera mesa, ‘Voces de mujeres migrantes luchadoras impulsando redes de apoyo y procesos de liderazgo frente a las violencias', la antropóloga Liliana Suárez ha moderado la narración de las historias personales y colectivas de cinco mujeres y les ha preguntado también acerca del futuro.

Donatilda Gamarra Palomino, de la Asociación Mujeres que Crean, ha narrado la historia de violencia que vivió como dirigente vecinal en Perú. “Quien mata a dirigentes no lucha por el pueblo”, ha dicho refiriéndose a Sendero Luminoso. Los terroristas asesinaron a su compañera María Elena Moyano. Llegó a España en el 2006, por reagrupación familiar, muy enferma porque había perdido también a su hijo. Aquí se abrió camino gracias al trabajo como activista defendiendo los derechos humanos de las mujeres migrantes, de las trabajadoras del hogar, siendo una de las Fundadoras de la Asociación Mujeres que Crean. Actualmente forma parte de la `Red de promotoras por la igualdad y prevención de la violencia de género´.

Asha Ismail, de origen somalí y fundadora de Save a Girl, Save a Generation, lucha contra la ablación femenina, la explotación a menores, el matrimonio forzado y contra cualquier forma de maltrato a la mujer. “Hay chicas que quieren olvidar un pasado terrible, que quieren empezar de nuevo y no se les ayuda, tampoco cuando llegan a Europa”, ha dicho en su intervención.

En el norte de México, conservador, a las trans se las violenta. Por eso Fabiana Castro Hernández está aquí en España, donde trabaja en promoción de la salud comunitaria, en prevención y promoción de derechos humanos específicamente de la comunidad LGTBTTI. A ella se le reconoció el derecho de asilo, pero en su intervención ha recordado que “a pesar de que España cuenta con leyes que reconocen los derechos de las personas transexuales, las mujeres migrantes no estamos incluidas”.


La mesa ha contado también con el testimonio de María Tubatán, una ecuatoriana (y española) que fue una de las afectadas por la crisis que produjo la burbuja inmobiliaria y participó activamente durante 4 años en la Plataforma de afectados por las Hipotecas, PAH. Actualmente desarrolla un importante trabajo como activista vecinal del Distrito de Carabanchel y es integrante de la Red de promotoras por la igualdad y prevención de la violencia de género.



Por último, Jamileth Chavarría ha relatado su historia de violencia, con una infancia y adolescencia marcada por la revolución sandinista y por una madre que “era feminista sin saberlo”. “Cuando las mujeres íbamos a lavar al río, construíamos un proyecto de vida”, ha compartido.

“La violencia te hace daño pero cuando la reconoces, da fuerza”, ha dicho la integrante del colectivo Brujitas Migrantes que fue cofundadora de la emisora nicaragüense Palabra de mujer, donde a través del programa diario “La bruja mensajera”, denunciaba de manera coloquial y directa los abusos de hombres sobre mujeres e hijos e hijas. Jamileth y el equipo que la acompañaba, conscientes de la repercusión del medio, desarrollaron una importante labor de información sobre salud sexual, y planificación familiar. Esa experiencia fue recogida en el documental “La radio de la jungla” dirigido por Susanne Jagger, que obtuvo el Premio 2010 al mejor documental en el Festival de cine etnográfico Espiello.


Desde que reside en España, Jamileth viene desarrollando un importante trabajo en defensa de los derechos de las mujeres migrantes a través de organizaciones como Territorio Doméstico, el grupo Turín y la Red de Mujeres de América Latina y del Caribe en España, siendo también cofundadora del grupo Brujitas Migrantes. Actualmente es Presidenta de Calala Fondo de Mujeres. “Nunca he dejado de vivir en manada y eso me ha salvado la vida”.


Tomar la palabra

Así, la mesa ha evidenciado que “el miedo sufrido no nos ha llevado a encerrarnos, sino a construir”, ha sintetizado Liliana Suárez. “Tomar la palabra y ser sujetos políticos no es fácil”, ha sostenido, “pero queremos seguir empoderándonos cada día”.

El encuentro ha sido organizado por Asociación de Investigación y Especialización sobre Temas Iberoamericanos (AIETI) & Asociación de Mujeres Latinoamericanas (AMALGAMA) & Asociación Servicio Doméstico Activo (SEDOAC) en coordinación con Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe en España & Área de Gobierno de Políticas de Género y Diversidad. Colabora Obra Social La Caixa. Ha contado con la participación de lideresas, activistas, técnicas profesionales, académicas y entidades de la sociedad civil expertas en el ámbito del derecho a una vida libre de violencias.




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