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El nacionalismo nos separa, la clase nos une

COMUNICADO de PSUC Viu
El resultado de las elecciones autonómicas del 21 de diciembre (21D) ha quedado marcado por la polarización en torno al eje nacional y, en consecuencia, por el enfrentamiento de los dos bloques nacionalistas: el “constitucionalista” del 155, conformado por Ciutadans, el PP y el PSC; y el independentista, integrado por Junts per Catalunya, ERC y la CUP.



Desde el PSUC viu y la JSUC, a pesar de la participación histórica que vivimos el 21D, valoramos negativamente el resultado de los comicios: no son los que necesita el pueblo de Catalunya.

Estas elecciones refuerzan, y alargarán en el tiempo, la confrontación entre ambos bloques. Por un lado, Ciutadans, al conseguir ser la primera fuerza política con más de un millón de votos y 36 escaños, llevará el timón del bloque “constitucionalista” y se sentirá legitimada para seguir defendiendo sus políticas antisociales encubiertas de españolismo. Por otro lado, las fuerzas independentistas, emparadas en la mayoría de escaños liderada por Junts per Catalunya, reclamarán la restitución del gobierno de la Generalitat destituido, con Puigdemont como presidente. El PSUC viu y la JSUC, no obstante, consideramos que el resultado de las elecciones no legitima a ninguna de las dos fuerzas a seguir profundizando en un callejón sin salida que nos llevará a un aumento de la tensión y la fractura social. Los votos obtenidos por Ciutadans, la minúscula subida del PSC y el descenso electoral del PP no avalan ni el 155 ni sus políticas agresivas y autoritarias contra las instituciones catalanas y el autogobierno de Catalunya. A su vez, los votos conseguidos por el independentismo, menos de la mitad del total, descalifican la vía unilateral hacia la independencia. A pesar de ello, todo indica que ambos bloques, al menos a corto plazo, se enrocarán en sus posiciones y que, consecuentemente, Catalunya tardará en volver a la normalidad social, económica, democrática e institucional.

El PSUC viu y la JSUC consideramos que el resultado electoral también es negativo porque supone la refundación y el refuerzo de la derecha neoliberal chovinista de ambos bloques: Junts per Catalunya y Ciutadans, los cuales, dicho sea de paso, comparten grupo en el Parlamento Europeo. Este hecho nos aleja de la implementación de las políticas sociales y económicas urgentes que se requieren para enderezar la situación dramática que sufren la clase trabajadora y los sectores populares en Catalunya. A día de hoy ya no cabe duda: el llamado “procés”, lejos de profundizar en el camino de una “revolución democrática de las sonrisas” que contribuyera a la caída del régimen del 78 en España, ha producido el auge del monstruo naranja de Ciutadans, que encabeza el españolismo reaccionario en Catalunya, y ha allanado la hoja de ruta, igualmente reaccionaria, que tiene el PP para Catalunya y España. Parte de la izquierda comulgó e incluso teorizó estas posiciones infantiles; ahora, lejos de hacer autocrítica, esconden la cabeza bajo el ala y esperan sumarse a las nuevas tendencias “nacionalistas” que les permitan sobrevivir y seguir reproduciendo su estatus oportunista. Con el “procesismo” ganan la derecha y los sectores sociales ligados a las distintas fracciones de la burguesía catalana y española; quienes pierden son la izquierda y la gente trabajadora de Catalunya y el resto de España.

Finalmente, el PSUC viu y la JSUC consideramos que el resultado electoral de Catalunya en Comú – Podem ha sido negativo. La izquierda tenemos que hacer autocrítica, con ánimo constructivo y desde la fraternidad. Aunque el carácter excepcional y polarizado en el eje nacional de las elecciones no ha favorecido a Catalunya en Comú – Podem, debemos identificar las carencias propias que sólo dependían del nuevo espacio y que han impedido obtener un mejor resultado. En este sentido, es necesario remarcar, por un lado, el escaso arraigo organizativo y territorial del espacio y, por otro lado, la ausencia de un discurso de clase que entusiasmara a la población, así como la indefinición (grave a nuestro parecer) en relación a la cuestión nacional. Estos factores, enmarcados en el actual contexto de enfrentamiento nacionalista, no han contribuido a ganar los votos de la clase trabajadora y los sectores populares del área metropolitana, que han engrosado, mayoritariamente, los votos de Ciutadans.

En este sentido, desde el PSUC viu y la JSUC consideramos que:

Es urgente llevar a cabo el despliegue organizativo y territorial, pueblo por pueblo, de Catalunya en Comú – Podem.

Con tal de disputar la hegemonía ideológica neoliberal, es necesario poner en el centro un discurso de clase claro y desacomplejado, que eche raíces en el mundo del trabajo y se propague al conjunto de las zonas obreras y populares de Catalunya. El nacionalismo nos separa, la clase nos une.

Es fundamental aclarar, de una vez por todas, la posición del nuevo espacio en relación al modelo de Estado, apostando sin ambigüedades por un modelo republicano federal y solidario que mancomune a todos los pueblos de España.

No debemos caer en el derrotismo. Es necesario que la izquierda conciba las elecciones municipales de 2019 como una oportunidad primordial para dar un nuevo impulso al proyecto, todavía joven, de Catalunya en Comú – Podem.
 
¡Por la 3ª República Federal y Solidaria!

Comité Central del PSUC viu
Comisión Permanente de la JSUC




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