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El 24,7% del estudiantado chileno ha sufrido violencia sexual en la escuela

El estudio “Violencias de género: otra mirada a la brecha escolar” financiado por el Fondo Nacional de Seguridad Pública 2016 del Ministerio del Interior de Chile y ejecutado por la Fundación Semilla entre 2016 y 2017, fue presentado esta seman en la Biblioteca de Santiago. El informe, que en su lanzamiento fue comentado por la UNESCO, revela brechas entre escuelas públicas y privadas y entre establecimientos urbanos y rurales.



De acuerdo a las cifras dadas a conocer por la Fundación Semilla, el 24,7% del estudiantado ha recibido una o más formas de violencia sexual al interior de los establecimientos y el 34,4% ha sido discriminado en la escuela producto de estereotipos de género.

Las conclusiones del estudio apuntan también a la problemática del mundo adulto que desestima las acusaciones de violencia de género que provienen de los estudiantes, no abordando el problema adecuadamente por falta de herramientas o políticas escolares claras.

Las cifras emanadas muestran una brecha entre escuelas públicas, subvencionadas y privadas en diversos ámbitos: si bien todas poseen grados de violencias de género al interior de sus comunidades, los establecimientos de dependencia municipal destacan por su mayor nivel de conflictividad entre estamentos. A su vez, se identificó una brecha entre establecimientos educacionales urbanos y rurales, evidenciando que el alumnado de estos últimos posee un predominio de representaciones de género conservadoras. Otra cifra interesante se relaciona con el apoyo de los adultos cuando ocurren episodios de violencia: de 10 niños, niñas o jóvenes, tres no acuden a nadie para pedir ayuda y en el caso que hayan recurrido, el 36,6% de ellos dice que no se tomaron medidas concretas por parte de las autoridades de los establecimientos escolares.

Asimismo, la pesquisa indica que el 30% de los estudiantes municipales dice no haber recibido educación sexual, versus el 20,2% del alumnado de colegios particulares subvencionados y el 14% de establecimientos escolares particulares pagados.

La investigación señaló que en los establecimientos observados la educación sexual y de género se refiere a temas más relacionados a la biología y enfermedades y no pone sobre la mesa la importancia del autoconocimiento, los derechos sexuales y reproductivos, la comprensión de la sexualidad y las inquietudes del estudiantado. Debido a estos y otros factores, la violencia de género en la escuela se ha transformado en un problema transversal en el sistema educativo que las comunidades escolares deberían mirar de frente.

El estudio hace una propuesta de índice de vulnerabilidad hacia las violencias de género, el que fue aplicado en las seis escuelas analizadas. Este instrumento estará disponible para poder diagnosticar y ubicar a los establecimientos en un nivel de vulnerabilidad respecto a las violencias de género. Es así como puede ayudar a detectar la necesidad de intervenciones en la escuela. También puede servir, por ejemplo, para dar a las familias y autoridades una idea del ambiente escolar y orientar a quienes deseen incorporarse a dichas comunidades educativas.

Comentarios de la UNESCO

El estudio fue comentado, entre otros expertos, por Mary Guinn Delaney, asesora regional en educación en salud y VIH de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago), quien, además de felicitar a quienes realizaron el análisis de esta realidad, destacó la importancia de abordar estas situaciones de violencia: “Si no se nombra, no existe y si no existe no podemos hacer nada para desnaturalizar estas situaciones”.

Delaney detalló que ha habido un proceso global de visibilizar el impacto de la violencia en la escuela y sus devastadores efectos, producto del silencio de los adultos: “Al no hablar de estos temas, al no analizarlos ni visibilizarlos, nos quedamos sin instrumentos, sin capacidades y sin las herramientas para abordarlos”. La experta de la UNESCO señaló la importancia de que cada establecimiento educativo cuente “con una política escolar que nombre la violencia escolar basada en género. En este sentido, la Educación Integral en Sexualidad constituye una herramienta fundamental para construir y fortalecer relaciones respetuosas dentro de la comunidad educativa,

La asesora regional en educación en salud y VIH de la UNESCO detalló, además, parte del trabajo de la Organización respecto a la violencia escolar basada en género, destacando las nuevas Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad: un enfoque basado en evidencia (resumen en PDF), cuya versión revisada fue publicada en 2018 y que próximamente será lanzada en su versión completa en español.

A su vez, la UNESCO ha elaborado dos recursos relevantes en esta temática:


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En el estudio “Violencias de género: otra mirada a la brecha escolar” participaron 598 estudiantes de seis establecimientos educacionales municipales, particulares subvencionados, particulares pagados, urbanos, rurales, mixtos y co-educacionales de Chile. Se realizó observación etnográfica, talleres participativos, intervenciones espaciales y entrevistas a actores clave.

Los fundamentos de esta investigación tienen que ver con el creciente interés en las temáticas de género y en la violencia que acarrean los estereotipos de género; como también la ausencia de herramientas para abordar la violencia de género en los establecimientos escolares.

El estudio completo está disponible en www.fundacionsemilla.cl, incluyendo su estrategia cualitativa, perspectivas teóricas y otros detalles técnicos.




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