Las protestas de los "chalecos amarillos" del sábado dejaron más de 1.700 arrestados y 264 heridos en toda Francia, según el balance publicado por el Ministerio de Interior galo en Twitter.
En esta nueva jornada de protestas se produjeron otra vez enfrentamientos y disturbios y la policía empleó gas lacrimógeno en varias ciudades. En París algunos manifestantes incendiaron vehículos e intentaron levantar barricadas, a lo que los agentes respondieron con cañones lanzaagua.
Según el Gobierno, en todo el país se desplegaron 120.000 policías, gendarmes y bomberos, movilizados tras los disturbios ocurridos durante las manifestaciones de la semana pasada. La prensa francesa hace un balance más positivo de las protestas de este sábado, pues considera.
En esta ocasión el caos no venció en París, resumió por ejemplo "Le Parisien", gracias a la estrategia de las fuerzas de seguridad, que arrestaron a mucha más gente y controlaron los bolsos y mochilas de los manifestantes.
El movimiento de los "chalecos amarillos" se formó a mediados de noviembre para protestar contra la subida del impuesto a los combustibles, que tras las manifestaciones fue suspendido al menos durante un año. Entre tanto sus exigencias van más allá y su indignación se dirige contra el presidente del país, Emmanuel Macron.
DW, DPA, EFE
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