"Se debe conceder la residencia permanente en Jerusalén Oriental al fotoperiodista palestino Mustafa al-Kharouf, que corre riesgo inminente de deportación pese a constituir ésta una violación del derecho internacional que lo separará, además, de su esposa y su hija de corta edad", ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
Mustafa al-Kharouf se halla recluido arbitrariamente en la prisión de Givon, situada en Ramla, en el centro de Israel, desde el 22 de enero de 2019. Su detención se produjo tras rechazar el Ministerio del Interior israelí su solicitud de unificación familiar por presuntos motivos de seguridad, como “vinculación con Hamás”, y ordenar su deportación inmediata a Jordania, donde no tiene derecho a residir legalmente y será apátrida.
“La decisión de las autoridades israelíes de rechazar la solicitud de residencia presentada por Mustafa al-Kharouf y deportarlo en virtud de acusaciones infundadas es cruel e ilegal. Es preciso ponerlo en libertad de inmediato y concederle la residencia permanente en Jerusalén Oriental para que pueda reanudar su vida normal con su esposa y su hija”, ha señalado Saleh Hijazi, director de la Oficina de Jerusalén de Amnistía Internacional.
“La detención arbitraria de Mustafa al-Kharouf y su prevista deportación son reflejo de una prolongada política aplicada por Israel para reducir el número de personas palestinas residentes en Jerusalén Oriental, a la vez que les niega sus derechos humanos.”
Aunque dos tribunales israelíes han confirmado la decisión de deportar a Mustafa al-Kharouf, su abogado ha presentado recientemente un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo de Israel para que la anule. El Tribunal tiene todavía que decidir si admite el recurso.
“Las autoridades israelíes deben cumplir sus obligaciones internacionales y garantizar que Mustafa al-Kharouf puede vivir en condiciones de seguridad en su casa, concediéndole la residencia permanente en Jerusalén Oriental. La comunidad internacional debe tomar con urgencia medidas para presionar a las autoridades israelíes a fin de que anulen la decisión de deportarlo.” Saleh Hijazi.
La expulsión de Mustafa al-Kharouf de los Territorios Palestinos Ocupados decidida por Israel constituye una infracción grave del IV Convenio de Ginebra y un crimen de guerra según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
Entre 1967 y el final de 2018, Israel retiró la condición de residentes en Jerusalén Oriental a 14.643 personas palestinas.
Mustafa al-Kharouf es un fotoperiodista de 32 años, de madre argelina y padre jerosolimitano palestino. Vive en el territorio ocupado de Jerusalén Oriental con su esposa, Tamam al-Kharouf, y su hija de 18 meses, Asia. Se mudó de Argelia a Jerusalén Oriental con su familia cuando tenía 12 años.
Mustafa al-Kharouf se halla recluido arbitrariamente en la prisión de Givon, situada en Ramla, en el centro de Israel, desde el 22 de enero de 2019. Su detención se produjo tras rechazar el Ministerio del Interior israelí su solicitud de unificación familiar por presuntos motivos de seguridad, como “vinculación con Hamás”, y ordenar su deportación inmediata a Jordania, donde no tiene derecho a residir legalmente y será apátrida.
“La decisión de las autoridades israelíes de rechazar la solicitud de residencia presentada por Mustafa al-Kharouf y deportarlo en virtud de acusaciones infundadas es cruel e ilegal. Es preciso ponerlo en libertad de inmediato y concederle la residencia permanente en Jerusalén Oriental para que pueda reanudar su vida normal con su esposa y su hija”, ha señalado Saleh Hijazi, director de la Oficina de Jerusalén de Amnistía Internacional.
“La detención arbitraria de Mustafa al-Kharouf y su prevista deportación son reflejo de una prolongada política aplicada por Israel para reducir el número de personas palestinas residentes en Jerusalén Oriental, a la vez que les niega sus derechos humanos.”
Aunque dos tribunales israelíes han confirmado la decisión de deportar a Mustafa al-Kharouf, su abogado ha presentado recientemente un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo de Israel para que la anule. El Tribunal tiene todavía que decidir si admite el recurso.
“Las autoridades israelíes deben cumplir sus obligaciones internacionales y garantizar que Mustafa al-Kharouf puede vivir en condiciones de seguridad en su casa, concediéndole la residencia permanente en Jerusalén Oriental. La comunidad internacional debe tomar con urgencia medidas para presionar a las autoridades israelíes a fin de que anulen la decisión de deportarlo.” Saleh Hijazi.
La expulsión de Mustafa al-Kharouf de los Territorios Palestinos Ocupados decidida por Israel constituye una infracción grave del IV Convenio de Ginebra y un crimen de guerra según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
Entre 1967 y el final de 2018, Israel retiró la condición de residentes en Jerusalén Oriental a 14.643 personas palestinas.
Mustafa al-Kharouf es un fotoperiodista de 32 años, de madre argelina y padre jerosolimitano palestino. Vive en el territorio ocupado de Jerusalén Oriental con su esposa, Tamam al-Kharouf, y su hija de 18 meses, Asia. Se mudó de Argelia a Jerusalén Oriental con su familia cuando tenía 12 años.
