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Los niños y las niñas dicen no a la guerra

Save the Children moviliza a 10.000 menores para pedir que la infancia no sea un objetivo de guerra.

Acto en la plaza de Colón (Madrid). | Foto:Save the Children / Ángel Navarrete
España fue durante el periodo 2014-2018 el séptimo exportador mundial de armamento.


Nunca en los últimos 20 años ha habido tantos niños y niñas viviendo en áreas afectadas por guerras. En 2017 aproximadamente 420 millones de menores en todo el mundo, vivían en zonas de guerra, 30 millones más que en 2016. Cada tres horas el número de niños y niñas en zonas de conflicto aumentó en más de 10.000. 

Para pedir el fin de esta masacre en Save the Children celebramos hoy en todo el mundo una jornada de movilización en el contexto de nuestra campaña ‘No a la guerra contra la infancia’.

En España han participado alrededor de 10.000 niños y niñas de diferentes ciudades españolas. Se han concentrado en sus ciudades y colegios para protestar por la violencia que sufren actualmente otros niños que viven en zonas donde persisten conflictos armados.

En Madrid, Bilbao, Barcelona, Valencia y Sevilla cerca de un millar de escolares han salido a lugares emblemáticos de sus ciudades para decir en voz alta “No a la guerra contra la infancia”. A ellos se han sumado 9.000 más en diferentes centros escolares repartidos por todo el país.

Además, a nivel internacional han participado niños y niñas de 45 países (como Australia, El Salvador, Etiopía, Filipinas, Japón, Italia, Malí, Nigeria, Países Bajos o Zambia) que se han concentrado en sus ciudades en solidaridad con quienes viven en zonas de conflicto.

 

NUESTRO ESTUDIO Y EL LLAMAMIENTO A LOS POLÍTICOS
En nuestro último estudio, el 72 % de las muertes y lesiones de niños y niñas en las zonas de guerra más mortíferas a nivel mundial se deben a atentados suicidas, minas terrestres, municiones sin detonar, ataques aéreos y otros tipos de explosivo. Además, las consecuencias físicas de las armas explosivas para la infancia se ven agravadas por un profundo impacto psicológico.

Otros datos muy preocupantes que deberías conocer:

En 2017, hubo 7.364 casos de muerte o mutilación de niños y niñas en los conflictos en Afganistán, Irak, Nigeria, Siria y Yemen.
El número de niños y niñas que viven en zonas de conflicto se ha duplicado desde el final de la Guerra Fría.
142 millones de niños y niñas viven en «zonas de conflicto de alta intensidad», que son aquellas en las que los enfrentamientos provocan más de mil muertes al año.
El número de violaciones graves de los derechos de la infancia en conflic­tos armados se ha triplicado desde el año 2010.
Cientos de miles de niños y niñas mueren cada año por las consecuencias indirec­tas que provocan los conflictos armados.
Ante lo alarmante de las cifras, nuestro director general Andrés Conde pide a los líderes políticos: “Dejad de mirar para otro lado y tomad medidas contra aquellos grupos armados, fuerzas militares y Estados que incumplen las leyes y tratados internacionales que les obligan a proteger a la infancia en situaciones de conflicto”. En España, le hemos pedido al Gobierno que suspenda de manera inmediata las transferencias de armas a países en guerra. “Es muy probable que esas armas y equipos militares, que desde España vendemos a las partes implicadas en un conflicto, sean utilizados en ataques deliberados contra la infancia”, afirma Conde.


En la celebración de las distintas concentraciones de niños y niñas en España, desde Save the Children hemos querido recordar las palabras de nuestra fundadora, Eglantyne Jebb: “Todas las guerras son guerras contra la infancia”.

Por ello, las movilizaciones, que han tenido lugar como parte de la conmemoración de nuestro centenario, han buscado reivindicar nuestro principal objetivo global: la infancia debe dejar de ser un objetivo de guerra.

En cada uno de los cinco actos celebrados en España, 10 niños y niñas han leído el decálogo preparado conjuntamente en sus respectivos centros educativos. Todos tienen en común los siguientes puntos:

Se proteja a todos los niños y las niñas de cualquier sufrimiento físico.
Los centros educativos y los hospitales son lugares seguros de paz y de protección.
A los niños y a las niñas no se les toca. Su cuerpo les pertenece. Deben estar protegidos contra cualquier forma de violencia.
Los niños y las niñas no serán soldados. Queda prohibido reclutar niños y niñas para que se unan a grupos o fuerzas armadas.
Los niños y las niñas estarán protegidos SIEMPRE, en cualquier guerra.
No se podrá denegar el acceso de los niños y las niñas a la ayuda humanitaria necesaria para su supervivencia.
Se informará a las autoridades de cualquier situación en la que un niño o una niña puede estar en peligro.
Quien haga daño a un niño o una niña lo pagará ante la justicia. Es necesario llevar ante la justicia a quienes cometen violaciones contra los derechos de los niños en situación de conflicto armado.
Los niños y las niñas que hayan vivido una guerra recibirán ayuda y apoyo para superarlo y rehacer sus vidas.
La educación de calidad será un derecho para cualquier niño o niña, especialmente para los refugiados y desplazados internos.
Para cerrar el acto, los niños participantes realizaron una acción para mostrar su rechazo a la violencia representando el símbolo de STOP con la mano como señal de protesta.




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