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Las víctimas españolas del campo de Mauthausen

Madrid (EuroEFE).- Olegario Aba, Florencio Abad... son las primeras identidades que figuran en una lista del horror nazi, que publicó el pasado viernes el Boletín Oficial del Estado, que reconoce y da fe del sufrimiento que padecieron 4.427 españoles muertos en los campos de concentración de Mauthausen y de Gusen, en Austria.





El Gobierno ha querido rescatar a estas víctimas, que han permanecido más de ocho décadas olvidadas, hasta que el Gobierno las sacó hace unos meses de un archivo para, una vez cotejadas, inscribir sus defunciones en el Registro Civil como reconocimiento y reparación moral.

Familiares de esas víctimas, como Rosa Toran, sobrina de Bernardo Toran, uno de los españoles incluidos en la lista, creen que la iniciativa ha llegado tarde, aunque, por fin, se ha pasado de las cifras a los nombres.


El @boegob publica los datos de los españoles y españolas fallecidos en los campos de concentración de Mauthausen-Gusen.
4.427 nombres serán inscritos como fallecidos, dentro de la Ley de #MemoriaHistórica, para reparar y reconocer a víctimas y familiares.https://t.co/gi0VmY68FY pic.twitter.com/G77rznGAYK— La Moncloa (@desdelamoncloa) August 9, 2019

"Como mínimo he ido veinte veces a Mauthausen para asistir a los actos de liberación -relata a Efe emocionada-. Siempre en grupo, con Amical", la asociación que reúne a deportados de este campo de concentración austríaco y del nazismo, así como a los familiares de los supervivientes.

Lo primero que ha hecho esta mañana ha sido ir a buscar el periódico para comprobar si aparecía esta noticia. "Las víctimas tienen nombres y apellidos, tenían una edad, cada uno tenía una trayectoria y una vida, pero hay que pasar la barrera de las cifras y pasar a los nombres y a sus historias".

"Eso reconfortará a los familiares, a mí y a todos. Ha llegado con mucho retraso, han pasado demasiados años, se tenía que haber hecho antes, pero... por fin", señala.

También ha reconocido sentir "una profunda emoción" la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, cuando se ha referido al tema en la rueda de prensa del Consejo de Ministros.

"Lo siento de manera íntima porque el hermano de mi madre fue una de las víctimas de Mauthausen", ha dicho Celaá, quien ha destacado la "gran simbología e importancia para aportar identidad oficial aquello que fue silenciado durante años" y lo ha enmarcado dentro del 80 Aniversario del exilio republicano.



Según señaló a Efe la subsecretaria de Justicia, Cristina Latorre, encargada del departamento de Memoria Histórica, esta iniciativa supone "una reparación moral", porque "son españoles, tienen derecho y no se les puede tener en unos libros de archivo", como estaban desde que el Gobierno francés mandó los libros de registro de las víctimas españolas del nazismo.

Como paso previo, el Gobierno publica sus identidades en el BOE para "para que los familiares o conocidos puedan decir si hay algún dato erróneo", explicó a Efe la magistrada Amalia Bastanta, del Registro Civil Central e instructora de este expediente.

"La inscripción de defunción en el Registro Civil por sí mismo no provoca el efecto de adquirir la nacionalidad española, pero de alguna manera los estamos considerando españoles porque sería entrar a asumir la competencia para inscribir hechos relativos a españoles acaecidos en el extranjero", afirmó la jurista.

Sus nombres y apellidos, junto al lugar de donde procedían, fueron recogidos en diez tomos elaborados por la Oficina Notarial del Estado Francés para Deportados entre 1950 y 1951 -tras la liberación del campo de Mauthausen- y enviados a España un año después.

Se depositaron en la Dirección del Registro Civil y allí permanecieron en las estanterías hasta que hace unos meses Justicia encargó a un grupo de investigadores elaborar una lista.

Para ello, tuvieron que cotejar cada identidad con documentos oficiales para verificar sus verdaderos nombres, que muchos cambiaron por seguridad de sus familias.

Una vez publicados los nombres, las personas interesadas en presentar alegaciones podrán hacerlo a partir de este viernes en el plazo de un mes y en internet a través de dos enlaces a páginas web que aparecen en el edicto publicado en el BOE.

La iniciativa persigue agradecer y reparar a los más de diez mil españoles deportados a campos de concentración por el gobierno franquista, de los cuales más de la mitad perdió en ellos la vida.

El Consejo de Ministros acordó en abril establecer el 5 de mayo como día de homenaje a estas víctimas

El campo de concentración de Mauthausen, uno de los más temidos en el nazismo

El antiguo campo de concentración nazi de Mauthausen, liberado el 5 de mayo de 1945 y usado hasta entonces para crear mano de obra esclava para la Alemania nazi, era uno de los más temidos de la época.

Unas 100.000 personas de todo el mundo, entre ellas, 4.427 españoles republicanos, fueron asesinadas en este lugar.

El campo de Mauthausen y sus dependencias, como Gusen, servía para recluir a aquellas personas que los nazis consideraban "criminales" o "enemigos del Tercer Reich" del dictador Adolf Hitler, así como judíos y gitanos.

A continuación se precisan algunos de los datos clave, así como una breve historia de este lugar.

Ubicación: Cerca de la pequeña ciudad de Mauthausen, con unos 5.000 habitantes hoy y situado a orillas del río Danubio, a unos 160 kilómetros al oeste de Viena.

Inauguración: 8 de agosto de 1938, pocos meses después de la anexión de Austria al Tercer Reich el 12 de marzo del mismo año.

Liberación: 5 de mayo de 1945, por tropas de EEUU.

Número de deportados entre 1938 y 1945: unos 200.000

Entre ellos españoles: más de 7.500

Números de muertos y asesinados en total: unos 100.000

Entre ellos españoles: 4.427

Tipo de campo: concentración, destinado a la creación de mano de obra esclava.

Número de campos anexos y subcampos: 40

Métodos de exterminio: trabajo forzoso, maltrato en general, asfixia en cámara de gas, fusilamiento, hipotermia mediante duchas heladas, entre otras formas de tortura.

Historia: los primeros 300 prisioneros fueron trasladados a Mauthausen en agosto de 1938 desde Alemania y fueron forzados a construirlo bajo condiciones inhumanas.

Al principio erigieron cuatro barracones, pero con un creciente número de internados fue paulatinamente ampliado hasta convertirse en un gran complejo con más de 40 campos y subcampos.

A partir de mediados de 1940 se llamó Mauthausen-Gusen, por los tres campos anexos de Gusen, una localidad situada a pocos kilómetros de Mauthausen.

Entre 1938 y 1945 unas 200.000 personas de más de 40 países fueron deportadas a este "campo de la muerte", incluidas mujeres y niños, de las cuales la mitad fue asesinada o murió por las brutales condiciones del trabajo forzoso.

Aunque no fuera un campo de exterminio -como el de Auschwitz y otros- el de Mauthausen, destinado a crear mano de obra esclava, fue uno de los lugares más temidos por los deportados, ya que era el único campo de la "categoría III", lo que suponía "la aniquilación a través del trabajo".

Los prisioneros trabajaban once horas al día en canteras de granito para crear los materiales para las monumentales construcciones de Hitler, pero también fueron trasladados a empresas, sobre todo de la industria bélica.

El índice de mortalidad entre los reclusos fue uno de los más altos entre los campos de concentración nazis.

En otoño de 1941 comenzó la construcción de una cámara de gas destinada al asesinato de prisioneros incapacitados para el trabajo.

Decenas de empresas que se establecieron en Mauthausen para sacar partido de la mano de obra esclava, entre ellas algunas conocidas en ese momento, como la aeronáutica Heinkel o los grupos industriales Hofherr y Steyr-Daimler Puch AG.

A partir de 1943, los reclusos fueron destinados en primer lugar a la construcción de fábricas subterráneas.

Desde mediados de 1944 a Mauthausen llegaron transportes con miles de presos desde los campos de concentración de Europa del Este, creando una superpoblación que elevó mucho la mortalidad a causa del hambre y las enfermedades.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, las tropas estadounidenses liberaron el campo el 5 de mayo de 1945.

Ahora se puede visitar lo que quedó del campo, convertido en el Memorial de Mauthausen, con un museo y un moderno centro de visitantes, que se llena sobre todo una vez al año, con motivo de las conmemoraciones de la liberación cada mes de mayo.

(Por Ana Rodrigo y Belén Escudero, de Efe Nacional. Documentación sobre Mauthausen aportada por la delegación de Efe en Viena.




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