OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual. - En este nuevo orden mundial que nos están imponiendo (donde tanto tienes, tanto vales), millones de personas están abocadas a una miseria absoluta. Como los doscientos activistas de distintos movimientos populares que se reunieron en Italia recientemente. Ellos representan a los genuinos parias de la tierra. Son cartoneros, recicladores de basura, vendedores ambulantes, campesinos sin tierra, indígenas, desempleados, chaboleros, vecinos de asentamientos populares... Para el sistema son menos que nada. Una purga terapéutica, un daño colateral cuyo derecho a una vida digna se ningunea por un puñado de royalties.