OPINIÓN de Emilio Cafassi, Uruguay.- Tal como muchos preveíamos, aunque no menos dudaran, el Frente Amplio uruguayo (FA) recreó el pasado fin de semana su pasión por los debates, la elaboración colectiva y las precisiones de sus fundamentos y perspectivas de intervención e iniciativa políticas. Al punto que concluyó llamando a un cuarto intermedio de su congreso hasta marzo o abril para poder tratar con detenimiento las varias decenas de parágrafos del documento de valores y principios que no llegaron siquiera a discutirse. Lo que supone a la vez la posibilidad de reelaborarlos en el interregno. Probablemente sea una de las iniciativas más audaces e inéditas en la historia congresal del FA. De los cinco capítulos que contiene, sólo pudo aprobarse el primero, aunque a través de una discutible metodología aceleradora de último momento consistente en la inclusión de muchos puntos en un paquete integrador que, a pesar de la atenta concentración de los delegados para evitar malos entendido