OPINIÓN de Mauricio Castaño H. , Colombia.- Ir el primer día, ir por primera vez a la escuela significaba sentimientos de alegría para los primerizos niños. Era toda una fiesta que el día previo apenas sí se conciliaba el sueño. Era una sensación de frescura radiante de pies a cabeza. Bien dispuestos para abrirnos al aprendizaje. Un respeto reverencial hacia el maestro con el cual se daba una relación vertical, pues es la fuente de conocimiento de la cual hay que atender. Pero estaban también una gran cantidad de chicos que son los pares, con ellos la relación era y sigue siendo horizontal. Pues hemos de recordar que es la escuela el primer espacio por excelencia en el cual se socializa y se vive el ejercicio democrático entre pares, pues en la casa sólo se reciben órdenes de los adultos, de los padres.