OPINIÓN de Carola Chávez, Venezuela.- En las “revoluciones de colores”, los medios de comunicación juegan un rol principalísimo construyendo el relato que desdibuja la realidad. Reporteros que logran estudiadas imágenes del cinematográfico joven solitario enfrentando al monstruo represivo con una simple bandera, sin miedo; la abuela que increpa el soldado asesino, sin miedo; los pequeños escolares arrodillados frente a un piquete de esbirros de la dictadura, exigiéndoles que paren la masacre, sin miedo… Sin miedo, porque, ubicados en la realidad, saben que el monstruo que relatan no existe, porque de lo contrario ¿qué mamá en su sano juicio expondría a su niño al peligro mortal de enfrentar cara a cara a un esbirro asesino?