OPINIÓN de Rafael García Almazán / Kabila.- Hay análisis de todo tipo sobre la consulta, manifestación, encuesta --o como quiera que cada uno lo llame-- del 9-N en Cataluña. Desde un éxito sin precedentes que dicen Más y su gente, a un fracaso rotundo según Rajoy, su gobierno y su partido. Modestamente no creo que haya habido unos resultados rotundos que hagan decir o una cosa o la contraria. Desde luego si se trata de una manifestación hablar de 2,3 millones de manifestantes no es ninguna tontería, es más: diría que se trata de un récord, aunque las condiciones en que se ha producido en evento, no debería servir para exagerar. Sin embargo, ya sabemos todos que el análisis de los datos después de cualquier elección, consulta, manifestación, a pesar de tratarse de algo tan objetivo como los datos, siempre hace que ganen todos los participantes. Curioso pero verdad. En este artículo no trato de dar mi opinión sobre qué se debería haber hecho antes del 9-N o qué sucederá ahora, después