OPINIÓN de Xavier Caño Tamayo. - El ministro de Economía de Alemania, Sigmar Gabriel, dice que ha fracasado la negociación del TTIP, el tratado entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE), aunque nadie lo reconozca. Tanto si se lo cree como si no, ese ministro alemán sí es ferviente partidario del acuerdo comercial de la Unión Europea con Canadá, el CETA, pendiente de ratificar por el Parlamento Europeo. La ciudadanía europea organizada contra el TTIP y cualquier otro tratado bilateral que dé patente de corso a las corporaciones multinacionales sospecha que las declaraciones de Gabriel son una cortina de humo para desactivar la oposición al CETA. Pero le sale el tiro por la culata, pues en unos días habrá siete grandes manifestaciones contra CETA y TTIP en otras tantas ciudades alemanas. Ya hubo protestas masivas el pasado abril en Hannover, durante la visita de Obama, y en Berlín a finales de 2015, donde se manifestaron más de 250.000 personas.