El Consejo de Seguridad de la ONU renovó hoy por un año más el embargo de armas impuesto a Costa de Marfil en 2004. El portavoz de la ONU, Farhan Haq, señaló que según informes de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA), en el oeste del país las milicias armadas continúan atacando a la población civil y la inseguridad reinante impide la labor de los trabajadores humanitarios.
“Esta Oficina de la ONU también ha indicado que las personas que decidieron quedarse en esa zona necesitan agua, comida y asistencia médica. Durante las últimas dos semanas, estas comunidades recibieron una ayuda muy limitada a través de clínicas móviles”, dijo el portavoz.
Haq agregó que un motivo de preocupación son los 28.000 desplazados acogidos por una misión católica en esa región y subrayó que es necesario abrir otro refugio para mejorar las condiciones de vida de esa gente.
Haq agregó que un motivo de preocupación son los 28.000 desplazados acogidos por una misión católica en esa región y subrayó que es necesario abrir otro refugio para mejorar las condiciones de vida de esa gente.
