Se cumplen seis años de conflicto en Siria. En esos seis años se ha deteriorado gravemente el acceso de la población civil del país a los servicios de salud. Más de la mitad de los hospitales públicos y de los centros de atención primaria de Siria han cerrado o solo están funcionando de forma parcial. Cerca de dos tercios de los profesionales sanitarios se han ido. Muchos de los centros sanitarios que siguen abiertos carecen de agua, electricidad y suministros médicos y quirúrgicos suficientes.
El acceso a centros sanitarios que funcionen se ha convertido en un reto para la mayoría de la población siria, viva donde viva. Pese al actual alto el fuego, la Organización Mundial de la Salud y sus asociados todavía no han podido acceder de forma regular a las comunidades que se encuentran en zonas de difícil acceso. Además, los datos más recientes indican que en 2016 más de dos tercios de los ataques a centros sanitarios que ha habido en el mundo han tenido lugar en Siria.
Selon le Dr Peter Salama, Directeur exécutif du Programme OMS de gestion des situations d’urgence sanitaire, « d’énormes besoins de santé continuent de ne pas être satisfaits en Syrie et les ressources pour aider le personnel et le système de santé sont sollicitées jusqu’à leurs limites».
Según el Dr. Peter Salama, Director Ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, «En Siria sigue habiendo necesidades sanitarias desatendidas, y los recursos necesarios para respaldar al personal sanitario y al sistema de salud están al límite».
Sigue habiendo muchos obstáculos al acceso, como las amenazas a la seguridad del personal sanitario o la disponibilidad de medicamentos, suministros y equipos. «En este triste aniversario del comienzo de la guerra en Siria y antes de que se pierdan más vidas, la OMS exige un acceso sistemático y sin obstáculos a todas las zonas para proporcionar medicamentos, vacunas y suministros médicos que pueden salvar vidas humanas».
Pese a los obstáculos, la OMS ha seguido prestando apoyo a los servicios de salud, aportando medicamentos y suministros, capacitando al personal sanitario que sigue en el terreno y aportando equipos médicos y clínicas móviles a través de programas que cruzan fronteras y frentes de guerra.
