Las mujeres colombianas siguen huyendo de la violencia sexual. Así lo recoge un informe del Secretario General de la ONU que se ha analizado hoy en el Consejo de Seguridad.
Según ese documento, a pesar de las medidas positivas adoptadas para consolidar la paz, en 2017 la violencia esporádica siguió provocando el desplazamiento de miles de civiles, en su mayoría mujeres y niños, y los colombianos afrodescendientes y las comunidades indígenas se vieron afectados de manera desproporcionada.
La violencia sexual, dice el informe, sigue siendo un factor de desplazamiento forzoso. Las estadísticas oficiales indican que el 73% de las víctimas de violaciones son niñas, lo que a menudo conduce al embarazo en la adolescencia y la deserción escolar.
El informe se centra en 19 países en conflicto. La vicesecretaria general de la ONU decía este año en Myanmar y muchos otros países en conflicto la violencia sexual se ha usado como una táctica para lograr objetivos militares, económicos e ideológicos y ha provocado desplazamientos masivos de población. "Déjenme hablar claro", pedía Amina Mohammed. "Los dos géneros soportan la horrible brutalidad de la violencia sexual en conflicto. La violencia sexual es un método muy habitual de tortura para detenidos y en muchos conflictos la mayoría de detenidos son hombres y chicos. Pero, en general, las mujeres y las niñas, se ven afectadas desproporcionadamente".
