Aproximadamente unos 9.000 nigerianos huyeron del país a principios de esta semana, cruzando la frontera hacia Camerún después de que milicianos atacaran y saquearan instalaciones militares, civiles y humanitarias en la pequeña ciudad fronteriza de Rann (Estado de Borno, Nigeria), provocando una masacre en la que al menos 14 personas fueron asesinadas.
Personas refugiadas del norte de Nigeria descansan tras llegar al campo de Minawao, en Camérun, diciembre de 2016 ©ACNUR / UNHCR / Alexis Huguet
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, expresa su alarma ante los informes sobre el retorno forzado esta semana por parte de Camerún de varios miles de refugiados al Estado de Borno, en el noreste de Nigeria, afectado por la violencia. Esta situación se produce tras el retorno forzado de otros 267 refugiados nigerianos el pasado 16 de enero, llegados a Camerún en 2014. ACNUR teme gravemente por la seguridad y el bienestar de todas estas personas.
Aproximadamente unos 9.000 nigerianos huyeron del país a principios de esta semana, cruzando la frontera hacia Camerún después de que milicianos atacaran y saquearan instalaciones militares, civiles y humanitarias en la pequeña ciudad fronteriza de Rann (Estado de Borno, Nigeria), provocando una masacre en la que al menos 14 personas fueron asesinadas.
“Esta acción ha sido totalmente inesperada y pone en riesgo la vida de miles de refugiados”, dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi. “Hago un llamamiento a Camerún para que continúe con su política y práctica de puertas abiertas y hospitalidad y detenga de inmediato cualquier retorno, así como para que garantice el pleno cumplimiento de sus obligaciones de protección de refugiados en virtud de su propia legislación nacional, así como del derecho internacional”.
Camerún acoge actualmente a más de 370.000 personas refugiadas, entre ellas unas 100.000 procedentes de Nigeria.
Personas refugiadas del norte de Nigeria descansan tras llegar al campo de Minawao, en Camérun, diciembre de 2016 ©ACNUR / UNHCR / Alexis Huguet
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, expresa su alarma ante los informes sobre el retorno forzado esta semana por parte de Camerún de varios miles de refugiados al Estado de Borno, en el noreste de Nigeria, afectado por la violencia. Esta situación se produce tras el retorno forzado de otros 267 refugiados nigerianos el pasado 16 de enero, llegados a Camerún en 2014. ACNUR teme gravemente por la seguridad y el bienestar de todas estas personas.
Aproximadamente unos 9.000 nigerianos huyeron del país a principios de esta semana, cruzando la frontera hacia Camerún después de que milicianos atacaran y saquearan instalaciones militares, civiles y humanitarias en la pequeña ciudad fronteriza de Rann (Estado de Borno, Nigeria), provocando una masacre en la que al menos 14 personas fueron asesinadas.
“Esta acción ha sido totalmente inesperada y pone en riesgo la vida de miles de refugiados”, dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi. “Hago un llamamiento a Camerún para que continúe con su política y práctica de puertas abiertas y hospitalidad y detenga de inmediato cualquier retorno, así como para que garantice el pleno cumplimiento de sus obligaciones de protección de refugiados en virtud de su propia legislación nacional, así como del derecho internacional”.
Camerún acoge actualmente a más de 370.000 personas refugiadas, entre ellas unas 100.000 procedentes de Nigeria.
Declaraciones formuladas por un portavoz de ACNUR en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.
