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El hambre en África sigue aumentando

Addis Abeba.- El hambre en África sigue aumentando, tras muchos años de declive, lo que pone en peligro los esfuerzos del continente para erradicar el hambre a fin de alcanzar los Objetivos de Malabo para 2025 y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (ODS 2).


El informe destaca la necesidad de mayor recolección de datos, supervisión e implementación de practicas de agricultura inteligente respecto al clima.



Los nuevos datos presentados en el informe conjunto de las Naciones Unidas, el Panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición en África, publicado hoy, indican que 237 millones de personas en el África subsahariana sufren de desnutrición crónica, amenazando los avances logrados en los últimos años.

El informe conjunto de la Oficina Regional para África de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Comisión Económica para África (CEPA) de la ONU se lanzó hoy en un evento presidido por la Directora General Adjunta de la FAO y responsable de del departamento de Gestión de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Maria Helena Semedo.

Muestra que en el continente hay más personas que siguen padeciendo subalimentación que en cualquier otra región. La evidencia indica que en 2017, el 20 por ciento de la población africana estaba subalimentada.

“El empeoramiento de la tendencia en África se debe a las difíciles condiciones económicas mundiales y al deterioro de las condiciones ambientales y, en muchos países, a la variabilidad del clima y los fenómenos climáticos extremos y los conflictos, a veces combinados. El crecimiento económico se ralentizó en 2016 debido a la debilidad de los precios de los productos básicos, en particular del petróleo y los minerales. La inseguridad alimentaria ha empeorado en los países afectados por conflictos, a menudo agravada por sequías o inundaciones.

Por ejemplo, “en África austral y oriental, muchos países sufrieron sequías”, afirman en el prólogo conjunto del informe Abebe Haile-Gabriel, Director General Adjunto de la FAO y Representante Regional para África, y Vera Songwe, Secretaria Ejecutiva de la CEPA.

De los 257 millones de personas que padecen hambre en África, 237 millones se encuentran en el África subsahariana y 20 millones en el África del Norte. El informe anual de las Naciones Unidas indica que, en comparación con 2015, había 34,5 millones adicionales de personas subalimentadas en África, de los cuales 32,6 millones en el África subsahariana y 1,9 millones en el África del Norte. Casi la mitad del aumento en el número de personas se debe al incremento en África occidental, mientras que un tercio procede de África oriental.

A nivel regional, la prevalencia del retraso del crecimiento en los niños menores de cinco años está disminuyendo, pero sólo unos pocos países están bien encaminados para alcanzar la meta nutricional mundial para el retraso en el crecimiento. El número de niños menores de cinco años con sobrepeso sigue aumentando, y es especialmente elevado en África del Norte y austral. Según el informe regional, el progreso hacia el cumplimiento de las metas mundiales de nutrición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), avanza con lentitud a nivel continental.

En muchos países -especialmente en África oriental y austral-, las condiciones climáticas adversas debidas a El Niño provocaron una disminución de la producción agrícola y el aumento de los precios de los alimentos básicos. La situación económica y climática ha mejorado en 2017, pero algunos países siguen afectados por la sequía o la escasez de lluvias.

Necesario un mayor esfuerzo y colaboración para alcanzar el ODS 2

El informe revela que el ODS 2 requiere un mayor esfuerzo para alcanzar el objetivo y las metas mundiales de nutrición, en medio de importantes retos a los que se enfrenta el continente, como la lucha contra el empleo juvenil y el cambio climático. La agricultura y el sector rural deben desempeñar un papel clave en la creación de empleos decentes para los 10 a 12 millones de jóvenes que se incorporan al mercado laboral cada año. Otra amenaza actual y creciente para la seguridad alimentaria y la nutrición en África -en particular para los países que dependen en gran medida de la agricultura-, es el cambio climático. Sus consecuencias –como la disminución de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas- influyen negativamente en el rendimiento de los cultivos alimentarios básicos.

Al mismo tiempo, existen oportunidades importantes para la agricultura en el desarrollo del comercio entre los países africanos, aprovechando las remesas para el desarrollo e invirtiendo en los jóvenes. Las remesas de la migración internacional e interna desempeñan un papel importante en la reducción de la pobreza y el hambre, así como para fomentar inversiones productivas. Las remesas internacionales ascienden a casi 70 000 millones de dólares EEUU -del 3 por ciento del PIB de África-, y representan una oportunidad para el desarrollo nacional que los gobiernos deberían tratar de fortalecer.

La firma del Tratado sobre el Área Continental de Libre Comercio Africana ofrece la oportunidad de acelerar el crecimiento y el desarrollo sostenible mediante el incremento del comercio, incluido el de productos agrícolas. Aunque las exportaciones agrícolas interafricanas aumentaron de 2 000 millones de dólares EEUU en 2000 a 13 700 millones en 2013, siguen siendo relativamente modestas y a menudo informales. El estudio destaca que la liberalización del comercio de alimentos conlleva riesgos para el bienestar de los consumidores y los productores, y que los gobiernos deberían evitar utilizar las políticas comerciales para múltiples objetivos, sino más bien tienen que combinar la reforma comercial con instrumentos adicionales, como redes de seguridad y programas de mitigación de riesgos, para lograr los objetivos de seguridad alimentaria y nutrición.

Llamamiento a más medidas para hacer frente a los riesgos del cambio climático

El Panorama regional de este año, titulado “Abordar la amenaza de la variabilidad y los fenómenos climáticos extremos para la seguridad alimentaria y la nutrición”, ilustra que estas amenazas debidas en parte debido al cambio climático, son factores importantes que subyacen al reciente aumento de la inseguridad alimentaria y a las graves crisis alimentarias en el continente.
Muchos países de África corren un grave riesgo de sufrir desastres relacionados con el clima y los sufren con frecuencia. En los últimos diez años, las calamidades asociadas con el clima afectaron a un promedio de 16 millones de personas y causaron daños anuales por valor de 670 millones de dólares EEUU en todo el continente. Aunque no todas estas variaciones climáticas a corto plazo pueden atribuirse al cambio climático, las evidencias presentadas muestran que la mayor cantidad y frecuencia de fenómenos climáticos extremos y el aumento de la variabilidad amenazan con perjudicar los avances logrados en la lucha contra el hambre y la malnutrición.

La FAO y la CEPA subrayan que “se necesita actuar con mayor urgencia para aumentar la resiliencia de los hogares, las comunidades y los países ante la variabilidad climática y los fenómenos extremos”. Tenemos que hacer frente a innumerables desafíos para crear capacidad institucional para diseñar, coordinar y ampliar las medidas de vigilancia de los riesgos y los sistemas de alerta temprana, la preparación y la respuesta ante situaciones de emergencia, las medidas de reducción de la vulnerabilidad, la protección social que responda a las crisis y la planificación e implementación de medidas de creación de resiliencia. Las estrategias para la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres deben alinearse y coordinarse con las intervenciones en los sistemas nutricionales y alimentarios en todos los sectores”.

En cuanto a la elaboración de estrategias de adaptación al clima y su implementación, en el informe se destaca la necesidad de redoblar los esfuerzos en la recopilación de datos, vigilancia y e implementación de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes. Los esfuerzos continuados mediante asociaciones, combinando la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres, y la financiación a largo plazo, pueden servir de puente entre los enfoques humanitarios y de desarrollo.

Datos y cifras clave

Número de personas que padecen hambre África: 257 millones (1 de cada cinco 5 personas)
• Niños menores de cinco años afectados por el retraso en el crecimiento (baja estatura para la edad): 59 millones (30,3%)
• Niños menores de cinco años afectados por la emaciación (peso bajo para la estatura): 13,8 millones (7,1%)
• Niños menores de cinco años con sobrepeso (peso elevado para la estatura): 9,7 millones (5%)
• Porcentaje de mujeres en edad reproductiva afectadas por anemia: 38%.
• Porcentaje de lactantes menores de 6 meses que fueron alimentados exclusivamente con leche materna: 43,5%
• Porcentaje de adultos obesos: 11,8%.




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