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“Siempre pensaba que ‘no podía’, simplemente porque era una niña”

Marshet, una joven etíope que ha aportado grandes cambios a su comunidad.



Marshet Zelalem creció en una aldea rural de la región de Oromia (Etiopía). En la escuela primaria no se atrevía a levantar la mano para hacer preguntas en clase.

Pero la joven reservada de antes se ha convertido en la presidenta del Parlamento de los Niños y en la coordinadora de la Oficina de Mujeres y Niños de la ciudad de Tabor, que aboga por los derechos de las niñas y las mujeres.

Con 18 años de edad, Marshet se dirige al auditorio con determinación durante un evento que tiene lugar en Hawassa. Y recorre la sala, a la vez que explica la necesidad de apoyar a las niñas y jóvenes de su comunidad. Parece tener un talento innato para hablar con el público, aunque no siempre fue así.

“No siempre fue así. Marshet ganó confianza en sí misma después de la formación”, explica Yohannis Fentter, su profesora de Educación Física.

Marshet participó en una formación sobre competencias útiles para la vida, organizada para las niñas de su escuela en el marco de un proyecto de la UNESCO en Etiopía. Centrada en el desarrollo personal, esta formación abordó las competencias en materia de liderazgo, las prácticas idóneas para estudiar, la solución de problemas, la comunicación, así como las competencias en negociaciones y creatividad. “Adquirí las competencias necesarias para expresarme, debatir con los demás y convencerlos”, expresó Marshet.

Después de la formación, Marshet compitió, como otros alumnos de otras escuelas de Hawassa, para obtener el puesto de presidenta del Parlamento de los Niños y fue ella quien resultó elegida. El Parlamento de los Niños trabaja en favor de los derechos de las niñas y los niños, y proporciona a los niños la posibilidad de expresarse por sí mismos.

En su función como presidenta del Parlamento de los Niños, Marshet tiene como objetivo sensibilizar a su comunidad sobre las cuestiones relativas a los derechos de las mujeres y las niñas. Hoy en día, se ocupa de ocho personas e impartió una formación sobre las competencias útiles para la vida a 80 niños (de los cuales el 60% son niñas), miembros del Parlamento, entre 10 y 17 años de edad.

Marshet ganó confianza en sí misma y cree que puede avanzar tanto como los niños de su aula. “Siempre pensaba que ‘no podía’, simplemente porque era una niña”, dice. “Incluso los cuadernos de ejercicios discriminan a las mujeres en la manera en que se les presenta, por ejemplo, como víctimas de enfermedades de transmisión sexual. En general, se les representa como personas que no triunfan en la vida.”

Marshet añade que los docentes de su escuela solían fomentar los sesgos entre los sexos: “[los docentes] pensaban que los niños eran mejores alumnos que las niñas y nos daban la impresión de que nosotras éramos inferiores.” Observó que la actitud de los docentes hacia las niñas empezó a cambiar después de una formación sobre pedagogía sensible a las cuestiones de género que se le propuso también a los docentes en el marco del proyecto. Esta formación dispensa los conocimientos y las competencias necesarias para que los docentes integren el género en sus prácticas de enseñanza y aprendizaje, así como en el ámbito escolar.

La escuela primaria de Adare es una de las escuelas que participan en el proyecto. Las tasas de éxito de los alumnos en los exámenes nacionales de 8° grado (nivel primario) ascendió del 70% durante el curso escolar 2016/2017 al 85% en 2017/2018. Los rendimientos escolares de las niñas mejoraron: el 83% de estas aprobó el examen nacional en 2017-2018. Las niñas participan en mayor número en los clubes escolares y las tasas de deserción escolar han disminuido.

Al mismo tiempo, Marshet, que cursa ahora el 9° grado (nivel secundario) de la escuela secundaria Tabor, en Hawassa, aspira a tener una buena gobernanza en el seno de su comunidad, al tiempo que vela por que se sensibilice a las niñas sobre las cuestiones relativas a sus derechos y el respeto de estos derechos.

El proyecto que se lleva a cabo en Etiopía tiene como objetivo mejorar la calidad y la pertinencia de la educación de las niñas adolescentes, y garantizar que todas las niñas tengan acceso a un ciclo de educación completo y evolucionar exitosamente. Este programa ha sido implementado por la Oficina de enlace de la UNESCO en Etiopía, en el marco de la Alianza UNESCO-HNA para la educación de las niñas y las mujeres. En el marco de este proyecto, el Instituto Internacional de la UNESCO para el Reforzamiento de las Capacidades en África proporciona un apoyo técnico en el reforzamiento de las capacidades institucionales para integrar las cuestiones relativas al género en la educación, la pedagogía sensible al género y la formación de los docentes.




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