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El Día Mundial de la Salud reivindica a la enfermería en su año más heroico

El coronavirus demuestra que hay que invertir más en enfermería, columna vertebral de cualquier sistema de salud.



Un informe destaca las importantes deficiencias y la necesidad de priorizar la financiación en materia de educación, empleo y liderazgo de este personal sanitario que ha visto alterado su trabajo con inacabables turnos, cansancio, estrés y una lamentable falta de material. También revela que el 90% del personal lo componen mujeres, lo que no se refleja después en los puestos directivos.





Los 28 millones de enfermeras y enfermeros del mundo, vanguardia de la lucha contra el Covid-19, son los protagonistas este martes del Día Mundial de la Salud, en el que un informe desvela que al menos hacen falta seis millones más de estos trabajadores para atender las emergencias sanitarias globales.



El día mundial, que conmemora la creación en esta fecha de 1948 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quiere en 2020 marcar la importancia de esta profesión, aprovechando que este además es el Año Internacional de la Enfermería, aunque ha sido sobre todo la pandemia de Covid-19 la que ha subrayado su vital y heroico trabajo.

“Enfermeras y enfermeros son la columna vertebral de cualquier sistema sanitario y hoy muchos de ellos se encuentran en el frente de la batalla contra el Covid-19”, destacó con ocasión de la jornada de homenaje el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Esa agencia de las Naciones Unidas, junto al Consejo Internacional de Enfermeras (ICN), publica hoy su primer informe sobre el estado de esta profesión, en el que se señala que aunque entre 2013 y 2018 el número de enfermeros y enfermeras ha aumentado globalmente en 4,7 millones, aún es insuficiente.

Regiones como África, el sureste asiático, el Mediterráneo Oriental o Latinoamérica son las que sufren mayor escasez de estos profesionales, que en un 90 por ciento de los casos son mujeres y representan más de la mitad de los profesionales sanitarios.

El estudio también muestra un reparto desigual, en el que una mitad de la población mundial (generalmente países desarrollados) acumula un 80 por ciento de los profesionales de enfermería, y países como la India, pese a los problemas de su sistema sanitario, exportan muchos de estos trabajadores a naciones más ricas.

El documento concluye que, para hacer frente al insuficiente número de enfermeras y enfermeros, los países con falta de profesionales deben incrementar su número a un ritmo anual del 8 por cieno, lo que costaría cada año aproximadamente 10 dólares por habitante.

Las recomendaciones del informe se han convertido en una llamada urgente de ayuda en el actual contexto de la pandemia de Covid-19, que ha puesto al límite las redes sanitarias incluso de países desarrollados, que a menudo importan profesionales de enfermería de tradicionales “canteras” como la India o Filipinas.

“Los líderes políticos deben comprometerse a seguir las recomendaciones, que a la luz del Covid-19 ya no son opcionales”, subrayó el consejero delegado de ICN, Howard Catton, quien aseguró que ahora la falta de estos trabajadores “puede costar vidas y aumentar las tasas de infección y letalidad” del coronavirus.

La actual pandemia “ha demostrado que estar mejor preparado en el sector sanitario además es vital para la salud de la economía, e incluso para las libertades personales”, a la vista del confinamiento que muchos países han tenido que implementar, subrayó el enfermero británico.

El Covid-19 está causando un gran impacto a la profesión, teniendo en cuenta que en los países más afectados por la pandemia un alto porcentaje de los enfermos son estos trabajadores, contagiados cuando atendían a los pacientes.

Aunque no hay cifras globales, en uno de los países más afectados por la pandemia, España, se calcula el 14 por ciento de los casos confirmados son trabajadores sanitarios, muchos de ellos enfermeras, y en Italia el porcentaje es del 9 por ciento.

Tampoco hay cifras exactas de enfermeros y enfermeras fallecidos, aunque de acuerdo con Catton son al menos un centenar, incluidos 23 de ellos en Italia.

Muchos sanitarios se han infectado por la falta de equipamiento de emergencia, como mascarillas o trajes de protección, advierten OMS e ICN, que incluyen en el informe la exigencia de invertir más en este material.

El informe no olvida la brecha de género y subraya que, aunque la mayor parte de los profesionales de la enfermería son mujeres, muchos de los puestos de responsabilidad del sector son ocupados por hombres.

OMS e ICN llaman en la jornada de hoy, a través de su informe, a mejorar las condiciones de trabajo de una profesión que estos meses está sufriendo especialmente y sugieren que cada país establezca un enfermero o enfermera jefe a nivel nacional para coordinar a estos profesionales.

“Sin enfermeros y enfermeras, comadronas y otros trabajadores sanitarios, los países no pueden ganar la batalla contra las epidemias, lograr la cobertura sanitaria universal o los objetivos de desarrollo sostenible”, concluyen las dos organizaciones.







La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce específicamente en un nuevo informe la valía de estos profesionales al afirmar que su contribución es decisiva para alcanzar "las metas nacionales y mundiales relacionadas con una serie de prioridades sanitarias", como "la cobertura sanitaria universal, la salud mental y las enfermedades no transmisibles, la preparación y respuesta ante emergencias, la seguridad del paciente y la prestación de atención integrada centrada en la persona".

Y así también lo admite la máxima autoridad de la Organización, su director general, al destacar que el personal de enfermería "es la columna vertebral de cualquier sistema de salud".

"Hoy en día, muchas enfermeras se encuentran en primera línea en la batalla contra Covid-19", dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Este informe es un claro recordatorio del papel único que desempeñan, y una llamada de atención para asegurarse de que reciben el apoyo que necesitan para mantener un mundo saludable".

El informe sobre la Situación de la Enfermería en el Mundo, en el que participaron la cifra récord de 191 países y fue elaborado juntamente con el Consejo Internacional de Enfermeras y la campaña mundial Nursing Now, insta a los Gobiernos y a todas las partes interesadas a actuar en tres áreas.

Invertir en la aceleración intensiva de la educación que sirva para atender las necesidades mundiales, cubrir la demanda nacional y responder a tecnologías que evolucionan constantemente y a modelos avanzados de atención sociosanitaria integrada

Generar al menos seis millones de nuevos empleos en el sector para 2030, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos, para compensar la escasez prevista

Fortalecer el liderazgo de los profesionales de la enfermería para garantizar que sean influyentes en la formulación de normas del ámbito de la salud, en la adopción de decisiones, y contribuyan a la eficacia de los sistemas de atención sociosanitaria

Una enfermera administra la vacuna contra el cólera en Figuers,Haití.

El grupo más representado del sector sanitario

El estudio indica que actualmente hay alrededor de 28 millones de enfermeros en todo el mundo que suponen "el grupo ocupacional más numeroso del sector de la salud, ya que representa aproximadamente el 59% de las profesiones sanitarias".

Estos 27,9 millones de profesionales se reparten entre 19,3 millones (69%) de enfermeros y enfermeras profesionales, 6 millones (22%) de auxiliares de enfermería y 2,6 millones (9%) que no se incluyen en ninguno de los dos grupos.
Falta personal de enfermería….

Sin embargo, y pese al aumento de 4,7 millones de profesionales entre los años 2013 y 2018, el informe señala que faltan unos 5,9 millones de enfermeras y enfermeros principalmente en países de las regiones de África, Asia Sudoriental, el Mediterráneo Oriental y en algunos países de América Latina.

"El 89%, alrededor de 5,3 millones de esa escasez de puestos se concentra en los países de ingresos bajos y medianos-bajos, donde el crecimiento en el número de profesionales de la enfermería apenas sigue el ritmo del crecimiento demográfico".

Otro aspecto destacado del estudio es que más del 80% de las enfermeras del mundo trabajan en países que albergan a la mitad de la población mundial y la gran movilidad que comporta su trabajo ya que uno de cada ocho practica en un país distinto al que nació o recibió formación.

Este conjunto de obstáculos hace afirmar a la Organización Mundial de la Salud que el personal de enfermería en todo el mundo no guarda proporción con el necesario para lograr la cobertura sanitaria universal y las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Enfermeras de la unidad de emergencias de un hospital de Shenzhen en China llevan mascarilla para protegerse del coronavirus.

…. y el envejecimiento puede agravar la situación

Pero es que además de los problemas de falta de personal se perciben disparidades entre regiones en relación con el envejecimiento de las plantillas de enfermería.

"En el ámbito mundial, el personal de enfermería es relativamente joven, pero hay disparidades entre regiones, con estructuras en las que dominan considerablemente las edades más avanzadas, como en las regiones de Europa y las Américas" mientras que, por otro lado, "se espera que una de cada seis enfermeras del mundo se jubile en los próximos 10 años".

Para evitar esta escasez global de personal, el informe señala que es necesario aumentar una media anual del 8% el número de graduados y que se necesita implementar mejoras en la "capacidad para emplear y fidelizar a esos graduados". El costo aproximado de ello sería de aproximadamente 10 dólares per cápita al año.

De no producirse este incremento y de continuar con las tendencias actuales, en 2030 habrá 36 millones de profesionales de la enfermería, una cifra "que supone un déficit previsto en función de las necesidades de 5,7 millones de profesionales, principalmente en las regiones de África, Asia Sudoriental y el Mediterráneo Oriental".

Asimismo, se prevén dificultades en algunos países de las Américas, Europa y el Pacífico Occidental.

"Los políticos son conscientes del costo que supone formar y mantener una plantilla de profesionales de enfermería, pero muchos de ellos solo reconocen ahora su verdadero valor ", afirma la presidenta deI Consejo Internacional de Enfermeras, Annette Kennedy.

"Cada céntimo que se invierte en el personal de enfermería aumenta el bienestar de las personas y las familias de manera clara y tangible, que todo el mundo puede percibir", añadió Kennedy quien manifestó que invertir en enfermería representa un beneficio y no un coste para la sociedad.

"El mundo necesita incorporar a millones de profesionales de la enfermería, y llamamos a los Gobiernos a que hagan lo correcto e inviertan en esta maravillosa profesión y observen cómo sus poblaciones se benefician del increíble trabajo que sólo puede hacer" este personal.


Una enfermera inspecciona a un bebé en la unidad de cuidados neonatales del Hospital Bilaspur del estado de Chhattisgarh, India,

Una profesión predominantemente femenina

Según el informe, alrededor del 90% del personal de enfermería son mujeres, pero este dato contrasta con los muy pocos puestos directivos ocupados por enfermeras. Sin embargo, quedó de mostrado que cuando en los países se permite que las enfermeras asuman una función directiva, las condiciones de este colectivo mejoran.


La enfermera Gezile Maseko coloca en un refrigerador las vacunas recién llegadas a un centro de salud en Zambia.

Recomendaciones a los países:
Incrementar la financiación para formar y emplear más profesionales.

Fortalecer la capacidad de recopilar y analizar datos sobre el personal de enfermería y tomar las medidas conexas pertinentes.

Supervisar la movilidad y migración del personal de enfermería y gestionarla con responsabilidad y de forma ética.

Ofrecer a los futuros profesionales formación teórica y práctica en las competencias científicas, tecnológicas y sociológicas que necesitan para avanzar en la atención primaria de salud.

Establecer puestos de liderazgo, en particular de funcionario jefe de los servicios públicos de enfermería, y apoyar el fomento del liderazgo entre los profesionales jóvenes.

Velar por que el personal de enfermería de los equipos de atención primaria de salud pueda llegar a desplegar todo su potencial, por ejemplo, en la prevención y atención clínica de las enfermedades no transmisibles.

Mejorar las condiciones de trabajo, en particular mediante niveles seguros de dotación de personal, sueldos justos, y el respecto del derecho a la seguridad y salud en el puesto de trabajo.

Aplicar políticas de personal que tengan en cuenta los aspectos de género.

Modernizar la reglamentación profesional armonizando las normas de formación y del ejercicio de la enfermería, y utilizando sistemas que permitan reconocer y tramitar las credenciales en todo el mundo.

Fortalecer la función del personal de enfermería en los equipos de atención uniendo los diferentes sectores (salud, educación, inmigración, finanzas y trabajo) con las partes interesadas para un diálogo de políticas y la planificación de la fuerza de trabajo.




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