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“¡Por un sistema fiscal feminista!” ¡Más motivadas que nunca!

OPINIÓN DE Marie Antonelle Joubert

Las Jornadas Mundiales de Acción “¡Por un sistema fiscal feminista!” vienen reclamando Justicia Fiscal para la igualdad de género, aunque el espacio para la sociedad civil se haya reducido drásticamente.



Por cuarto año consecutivo, la Alianza Global por la Justicia Fiscal (GATJ) y sus redes regionales (RFJLAC, TAFJA en Asia, TJNA en África, TJ-E en Europa, FACT Coalition y C4TF en Norte América), llevan a cabo sus Jornadas Mundiales de Acción “¡Por un sistema fiscal feminista!”, en marzo.  Estas Jornadas son el hito (la cumbre) anual de una campaña exigiendo Justicia Fiscal por la Igualdad de Género.



Esta campaña, estimulada por un grupo internacional bien determinado y súper colaborativo, que reúne alrededor de GATJ unas 60 feministas y fiscalistas de más de 30 países, viene empujando 5 demandas principales:



Demanda 1.  Detener los flujos financieros ilícitos y prácticas fiscales perjudiciales que facilitan la evasión fiscal y están sesgados hacia los países ricos, las corporaciones multinacionales y los ricos.  Incluyendo a través del establecimiento de un organismo intergubernamental inclusivo de impuestos globales de la ONU, donde todos los países tienen un asiento en la mesa e igual voz en la determinación de las normas fiscales internacionales.
Demanda 2.  Reducir las cargas fiscales injustas sobre las mujeres y adoptar impuestos progresivos y justos –inclusive nuevas formas de impuestos sobre el capital y la riqueza– combinados con una menor dependencia de impuestos al consumo que perjudican a los pobres, entre los cuales la mayoría son mujeres.
Demanda 3.  Eliminar el sesgo de género y la discriminación en las políticas tributarias para cumplir con los compromisos macroeconómicos de la Declaración de Beijing, que pidió a las naciones “revisar y modificar las políticas macroeconómicas, especialmente las políticas fiscales, para abordar las causas estructurales de la pobreza y reducir la desigualdad de género”, incluso a través de la práctica de presupuestos de género para garantizar que los ingresos fiscales se recaudan y gastan de manera que promuevan la igualdad de género.
Demanda 4.  Garantizar que las políticas fiscales y tributarias reconozcan y sirvan para representar, reducir y redistribuir el trabajo de cuidado no remunerado.
Demanda 5.  Aumentar la asignación de ingresos fiscales para servicios sociales sensibles al género.


Se unen a la campaña las organizaciones miembros de dicho grupo de trabajo sobre Tributación y Género, y aliados como la Internacional de Servicios Públicos (ISP), Association for Women's Rights in Development (AWID), Center for Economic and Social Rights (CESR), ActionAid, Christian Aid, Oxfam, Tax Justice Network (TJN) y Womankind Worldwide.



Se lanza siempre en el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) y coincide con la sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas (CSW).  Este año, la 64ª sesión de la CSW se iba a celebrar del 9 a 20 de marzo, en las Naciones Unidas en Nueva York.



Es crucial el año 2020 por la igualdad de género (y su financiamiento), porque 2020 marca el 25º aniversario de la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijín, una serie de compromisos muy ambiciosos para promover la igualdad de género.  2020 también representa un hito de cinco años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).



Lo cual significa una oportunidad importante para evaluar los desafíos que afectan la implementación de la Plataforma de Beijín y los ODS: la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.  La reunión del CSW iba a ser una oportunidad crítica para avanzar en nuestro llamado de exigencia global para que los gobiernos maximicen los recursos disponibles a través de impuestos justos y progresivos para financiar servicios públicos y sistemas de protección social sensibles al género.



Pero a principios de marzo de 2020, la ONU anunció que la 64ª sesión de la CSW cambiaría su formato debido a las preocupaciones con respecto al COVID-19.  La Comisión se reunió el 9 de marzo para una reunión de procedimiento para adoptar el proyecto de Declaración Política y la acción sobre cualquier otro proyecto de resolución.  La sesión se suspendió hasta nueva notificación.  No hubo debate general y todos los eventos paralelos fueron cancelados, incluso los nuestros.



Esto, por supuesto, impacta en la participación de la sociedad civil y la capacidad de asistir a la CSW como un espacio clave para la toma de decisiones y políticas de la ONU.  Esto significó menos voz para la sociedad civil, lo que significa que necesitamos hacer más "ruido" digitalmente y en los medios.



Ya que, de toda forma, tenemos menos recursos que las multinacionales para nuestro trabajo de incidencia, ¿por qué no nos tomamos esta cuarentena como una oportunidad de desarrollar nuestra fuerza de comunicación?



Para empezar, los miembros del grupo de trabajo de GATJ sobre impuestos y género tomaron la decisión de convertir su evento del CSW en un seminario web que se celebró al mismo tiempo que el evento paralelo se habría celebrado el 13 de marzo.  El seminario web se tituló "Reviviendo la agenda macroeconómica descuidada de Beijing: justicia fiscal para los derechos de las mujeres".



Al suspenderse el espacio de incidencia “hasta nueva notificación”, pretendemos empujar nuestras notificaciones: notificaciones de sensibilización del público en general, sobre nuestras demandas y nuestra campaña, en una iniciativa continua para tener una perspectiva de género en todo lo que hacemos para mantener viva la campaña por Justicia Fiscal durante todo el año.



Con o sin cuarentena, cada año, cientos de miles de millones de dólares de ingresos públicos se pierden a través de flujos financieros ilícitos y fuga de capitales a través de la evasión fiscal por parte de las empresas multinacionales.  Esto priva a los gobiernos de recursos que necesitan para financiar servicios públicos, protección social e infraestructura para reducir las desigualdades.  Las mujeres marginadas y las que viven en la pobreza son las más afectadas.  En segundo lugar, las políticas fiscales regresivas y discriminatorias utilizadas para aumentar los ingresos del gobierno siguen teniendo impactos negativos en las personas pobres, especialmente en las mujeres.  Además, el trabajo de cuidado no remunerado, realizado principalmente por mujeres, sigue invisible en la economía.  Los gobiernos deben actuar por la justicia fiscal para reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidado no remunerado; recaudar ingresos fiscales de manera progresiva y justa en función del género, como una forma sostenible de financiar los compromisos para poner fin a la pobreza y reducir la desigualdad.



La justicia fiscal debe ser una realidad vivida para mujeres y niñas en todas partes.  Es hora de mostrarlo, y demostrarlo... online, por ahora.



Es contra este contexto que la Alianza Global por la Justicia Fiscal (GATJ) actúa como una frente de unión para los movimientos globales de justicia fiscal y de derechos de las mujeres, reuniendo a grupos de la sociedad civil en coaliciones a nivel nacional, regional e internacional, en su campaña “¡Por un sistema fiscal feminista!”, empujando la promoción de soluciones alternativas para ayudar a los esfuerzos individuales a lograr una mayor visibilidad e impacto.  La campaña debe servir como una oportunidad para destacar los problemas fiscales que afectan a las mujeres; alentar la justicia fiscal para ser una parte integral de las luchas por los derechos de las mujeres; y hacer que la justicia fiscal sea más relevante para la gente común y sus familias, reflejando las voces de personas reales.  También brinda una oportunidad para fortalecer y diversificar el movimiento de justicia fiscal, al acercar los dos movimientos para vincular la justicia fiscal con la realización de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.



Objetivos de la campaña:



Posicionar cada vez más la justicia fiscal como parte integral de la lucha por los derechos de las mujeres y la igualdad de género en la política y en audiencias públicas.
Enseñar a los líderes nacionales que sus ciudadanos no aceptarán la creciente desigualdad, y que hay personas comunes que se opondrán al statu quo injusto.
Desarrollar el poder de los activistas de todo el mundo para hacer campaña contra la desigualdad y hacer que la élite y las empresas rindan cuentas de forma más efectiva en la próxima década.
Estimular las organizaciones implicadas en estos temas a tomar medidas para que la justicia fiscal financie los derechos de las mujeres.
Influir en el cambio y la práctica de políticas fiscales para promover la igualdad de género y los derechos de las mujeres.


- Marie Antonelle Joubert, Alianza Global por la Justicia Fiscal.

Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 548: Fiscalidad y género en América Latina 16/04/2020




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