Las plantas de esterilización no dan a basto
Mascarillas, guantes, batas...Desde el inicio de la pandemia, su uso en los hospitales se ha duplicado. Pero, ¿Qué pasa cuando ya lo hemos utilizado y ha estado en contacto con el virus? ¿Dónde va todo este material? Entramos a la planta de esterilización de Terrassa. El ritmo de trabajo en esta planta de residuos es frenético desde hace meses porque aquí es donde llega el material infeccioso de los hospitales. Los contenderos se introducen directamente en una máquina, que trabaja a 137 grados para esterilizar todo lo que hay en su interior. En 2020 han procesado un millón de kilos más el año anterior.
Atlas
