Ciudad de México.- El pasado mes de abril se presentó el informe “Mujeres en el poder de la palabra”, desarrollado las organizaciones PEN International y VIDA junto con la Oficina de la UNESCO en México, y que muestra el contexto actual que atraviesan escritoras y periodistas en cinco países de América Latina para llevar a cabo procesos creativos en la literatura y en el ejercicio de su profesión, mediante criterios metodológicos diferenciados, reconociendo la diversidad y la situación particular cada nación.
El informe visibiliza el rol y sobre todo llama a la reflexión urgente del trabajo que queda por delante para que las mujeres artistas, profesionales de la cultura, del periodismo y la comunicación incrementen su representación en los ámbitos mencionados, en Ecuador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua. Una generalidad identificada en el Informe es la subrepresentación de la participación de las mujeres en producciones literarias y en contenidos de medios de comunicación, llegando a registrar un 30% en contraste con un 70% para los hombres, señaló Alicia Quiñones, Coordinadora para las Américas y el Caribe de PEN Internacional, durante la presentación del informe en la Casa Refugio Citlaltépetl, en la Ciudad de México.
A nivel mundial, sólo alrededor de la mitad de los países recopilan y difunden periódicamente datos para monitorear la igualdad de género en el sector de la cultura y en los medios de comunicación, así como la participación de las mujeres en la vida cultural, por lo que este reporte se suma a los esfuerzos por responder al desafío de contar con datos desagregados por género para las personas encargadas de formular políticas públicas.
En este Informe, la Oficina de la UNESCO en México sugiere una aproximación para el análisis de la situación de las mujeres en la literatura, basándose en la Cadena de Valor Cultural y sus procesos para producir, difundir y valorizar expresiones culturales, pero también para recibirlas, utilizarlas y comprenderlas. Este modelo puede ser flexible dependiendo cada expresión cultural: algunas fases pueden fusionarse, algunas pueden tener mayor peso que otras o incluso estar ausentes. La cadena de valor de las expresiones culturales atraviesa actores sociales como creadores, productores, difusores, instituciones públicas, entre otros.
Esta sistematización propuesta por la UNESCO en México es una herramienta básica que puede generar datos cuantitativos sobre la presencia de las mujeres en la literatura en el plano nacional y local y que, posteriormente, permita realizar análisis cualitativos para el desarrollo de indicadores interseccionales, como puede ser mujeres afrodescendientes, indígenas, usuarias de lenguas indígenas, en situación de movilidad, con alguna discapacidad, lesbianas, transexuales, entre otras.
Este reporte fue posible gracias al financiamiento del Programa de Participación 2020-2021 de la UNESCO, que otorga incentivos para proyectos que respondan a las prioridades programáticas de la Organización, como la igualdad de género, además del apoyo de la Organización VIDA y de los Programas de la Sociedad Civil de PEN Internacional otorgaron a los Centros PEN en Chiapas, México; Ecuador, Guatemala, Honduras y Nicaragua —este último clausurado en febrero de 2022 por el gobierno de ese país.
Es importante mencionar que durante las consultas regionales que se han llevado a cabo hacia la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, MONDIACULT 2022, a celebrarse en México del 28 al 30 de septiembre de 2022, se ha señalado a la igualdad de género como un tema imprescindible para lograr un desarrollo sostenible, equitativo e inclusivo, por lo que los esfuerzos para identificar y disminuir las brechas de desigualdad social entre los géneros, al igual que en el ejercicio pleno de los derechos culturales son indispensables.
Consulte el Informe “Mujeres en el poder de la palabra”, AQUÍ.
Sobre las mujeres, las industrias culturales y creativas y los derechos culturales
A pesar de las protecciones legales, las mujeres entran en las industrias culturales y creativas en condiciones de desigualdad y su libertad creativa suele ser más restringida o condicionada que la de sus contrapartes masculinas. De acuerdo con la Publicación de la UNESCO de 2020 “Libertad y creatividad: defender el arte, defender la diversidad”, señala que las mujeres y las personas de la comunidad LGBTIQ+ tienen muchas más probabilidades de sufrir acoso, abuso, intimidación y una falta general de seguridad en todos los lugares de trabajo, incluso en lugares de trabajo culturales y mediáticos. Mientras tanto, en el intento por disfrutar de sus derechos culturales, existen casos extremos de hostigamiento sexual, censura y ataques contra mujeres indígenas, transgénero, lesbianas y bisexuales, como lo ha destacado la Relatoría Especial de las Naciones Unidas en la Esfera de los Derechos Culturales.
Las mujeres continúan golpeando el "techo de cristal" en el desarrollo de su ejercicio profesional, lo que significa que tienen una representación menor en los puestos de toma de decisiones. A nivel mundial, las mujeres sólo tienen el 42% de los puestos de liderazgo en consejos de arte y cultura, y el progreso en esta área se ve obstaculizado por las dificultades en el equilibrio entre el mundo del trabajo y la vida privada, debido a que la cultura organizacional asume que las mujeres sigan cargando con la mayor parte de las responsabilidades en el hogar y del cuidado.
Debido a que la igualdad de género es una línea de acción prioritaria a nivel internacional, resulta fundamental visibilizar el papel de las mujeres en las artes y la cultura, así como reflexionar sobre los numerosos retos a los que se enfrentan, siendo los más apremiantes: el acceso a un empleo decente, a una remuneración justa y a puestos de liderazgo.
