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Dos aciertos y un grave error en las fiestas patrias

OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave


 

LA SANTÍSIMA TRINIDAD, DOLORES HIDALGO, GUANAJUATO. Después de la pandemia del covid-19 que la humanidad toda sufrió y que en algunas partes de la geografía mundial sigue lacerante, las fiestas patrias volvieron a lucir su esplendor tradicional.

 

Dos aciertos hay que anotarlos: la novedosa arenga del presidente Andrés Manuel López Obrador quien agregó a los vivas de costumbre los mueras a la corrupción, al clasismo y al racismo.

 

Y la firmeza de la declaración del general secretario de la Defensa Nacional Luis Crescencio Sandoval, en el sentido de que la recién creada Guardia Nacional y las fuerzas armadas refrendan su subordinación al presidente Andrés Manuel López Obrador -al Gobierno civil-, y reiteraron su compromiso por el respeto a los derechos humanos, además agregó, sin aspiraciones ni pretensiones de ninguna índole sino únicamente el alto privilegio de servir con honor y lealtad a la patria.

 

El error provino de Javier Figueroa, director general de Imagen Gubernamental en Nayarit, quien cambió los colores a la bandera de México para el acto conmemorativo de los Niños Héroes, porqué pensó, ignorante, que la bandera tenía los colores verde, blanco y rojo “porque gobernaba el Partido Revolucionario Institucional, PRI”, y por eso ordenó el color tinto, ante ello, sólo hay que unirse a la atenta petición de que se sancionen a los responsables de la “tontería” y nada más.

 

Estupendo el encabezado en el que coincidieron varios diarios: “Volvió a Rugir el Zócalo”, en efecto, la plancha de la Plaza de Constitución se colmó con más de 130 mil asistentes que corearon los vivas y los mueras del Jefe del Ejecutivo federal.

 

Para el recuerdo histórico: “Mexicanas y mexicanos: ¡Viva la independencia! ¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla! ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez! ¡Viva Ignacio Allende! ¡Viva Leona Vicario! ¡Viva José María Morelos y Pavón! ¡Viva Vicente Guerrero! ¡Vivan los héroes anónimos! ¡Viva la libertad! ¡Viva la justicia! ¡Viva la igualdad! ¡Viva la democracia! ¡Viva nuestra soberanía! ¡Viva la honestidad! ¡Viva la fraternidad universal! ¡Viva la paz!”. 

 

Después de una ligera pausa, prosiguió: “Mexicanas, mexicanos: ¡Muera la corrupción! ¡Muera el clasismo! ¡Muera el racismo! ¡Vivan los pueblos indígenas! ¡Viva la grandeza cultural en México! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!”, arengó el presidente.

 

En la arenga previa al Desfile del 16 de septiembre el general secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval afirmó textual, para que no quepan dudas de que México tiene un gobierno civil y el Ejército está supeditado al mismo: “Las fuerzas armadas y la Guardia Nacional refrendan que en el cumplimento de las múltiples misiones, funciones y tareas encomendadas actúan en todo momento subordinadas al poder civil representado por la institución presidencial…

 

Con esa misma convicción reafirmamos que nuestro proceder es y será siempre apegado al marco jurídico vigente sin aspiraciones ni pretensiones de ninguna índole sino únicamente el alto privilegio de servir con honor y lealtad a la patria”.

 

El secretario resaltó que la Guardia Nacional aporta el 56 por ciento de los logros en materia de seguridad pública alcanzados en el país, y tiene desplegados 110 mil efectivos en operación en el país. En esa línea ratificó que la Sedena cumplirá con el decreto emitido por el presidente en el que se le asigna a esa secretaría el arropamiento de la Guardia Nacional.

 

Sobre este asunto, de alargar por cuatro años más la presencia de las fuerzas armadas en las labores de seguridad nacional, se considera que los 11 votos que faltan en el Senado de la República los aportará la fracción de Partido Revolucionario Institucional, PRI, si no fuera así y la resquebrajada alianza opositora se saliera con la suya, el problema será para el próximo gobierno federal. Veremos en que termina la disputa en la cual la política es más importante que la seguridad de los mexicanos.

 

Ante esa situación es bueno recordar las declaraciones de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Isela Rodríguez y del secretario de Marina Armada de México, almirante José Rafael Ojeda Durán: “En México no es tiempo de guerra sino de búsqueda de la paz.. Los tiempos de guerra han quedado atrás, porque en México no está condenado a la guerra, está destinado a la paz” y “Las fuerzas armadas no buscan los reflectores ni aplausos sino aportar su esfuerzo para lograr la pacificación del país”.

 

Que la obligada sanción por el ultraje a la bandera llegue y no nos desgarremos las vestiduras, como no lo hicimos cuando aquel diputado panista, Juan de Dios Castro Lozano, a la sazón Presidente de la Cámara baja, afirmó ante los niños que participaban en el Segundo Parlamento de las Niñas y los niños de México, -22 de abril de 2004-, que la Bandera mexicana no tenía tres colores sino cuatro, se refería al azul del glifo mexica del agua, que configura el lago del Escudo Nacional, en absurda referencia a ese color que es emblema del Partido Acción Nacional, PAN. DOS ACIERTOS Y UN GRAVE ERROR EN LAS FIESTAS PATRIAS





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