OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave
A la doctora Eleonora Elizabeth Rembis Rubio, nuestra admirada presidenta de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG, quien suma un galardón más, por cierto, más que merecido a su larga trayectoria de reconocimientos. Ahora fue investida con el Doctorado Honoris Causa por el Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia y el Selecto Claustro Doctoral. Su labor al frente de nuestra institución patrocinada por la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, es de una entrega admirable y debemos recordar que en cerca de cien años de existencia Elizabeth es la primera mujer en presidirla.
Abordamos el tema del hackeo, primero, según los expertos, hackear es un término que ha ganado muchos significados en los últimos años. Se utiliza para hablar de todo acto relacionado con la piratería, como puede ser desde realizar un ataque informático a un ordenador a crackear un software para usarlo sin tener su licencia original. No obstante, su definición más exacta es la de acceder a una computadora, red o sistema informático sin autorización.
En la actualidad, es uno de los términos más temidos tanto por usuarios particulares como por empresas, dado que la informatización de los sistemas ha hecho que toda la información haya quedado digitalizada y pueda caer en manos de un hacker que logre colarse en el sistema, inclusive con fines malsanos y criminales.
En cuanto al hackeo a la Secretaría de la Defensa Nacional se han presentado tres visiones, dos de ellas negativa: las que tienen por objetivo primordial exhibir a las fuerzas armadas y con ello al Gobierno federal en su vulnerabilidad y segunda, hacer mofa del misma con los fines gananciosos político-electorales.
La positiva es la verdadera preocupación por lo ocurrido y máxime porque ya existía una alerta al respecto por un virus para robo de información que varios organismos ya habían determinado.
Desde luego que nos debe de preocupar, sin caer en el escarnio de lo ocurrido, tomemos en cuenta que esto ocurre en todos los países, no se trata de hacer comparaciones estériles sino de ubicarnos en la realidad. Países como nuestro vecino del norte Estados Unidos, han padecido hackeos en el Pentágono, en el Congreso, en la Casa Blanca y en el Poder Judicial.
Desde luego que el fin primordial de la campaña de crítica tiene como fin pegarle al presidente de la República, prueba de ello es que de todo lo información robada la que más se ha publicado es la respecto a sus enfermedades.
Sin embargo, ahí sigue el gobierno y los enemigos ya entraron en la etapa de frustración, primero trataron de que renunciara en los primeros dos años para que se convocara a nueva elección del Jefe del Ejecutivo, luego en los siguientes tirarlo aunque le correspondiera al Poder Legislativo nombrar al sucesor.
En este último tercio de su mandato ahora solo se conforman con la contabilidad regresiva de su mandato. El último día de agosto anunciaron ya resignados que le faltaban 2 años, o meses, cero días. Aquellos que apuestan a quebrar a un gobierno no comprenden que el país es el que se quiebra.
