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Ni el Mundial de Qatar puede disimular el gran malestar

OPINIÓN de Sergio Ortiz

ALTA INFLACIÓN Y MUCHAS NECESIDADES DE LA POBLACIÓN

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Los Kirchner se quedaron, muchos nos fuimos junto con la mayoría del Pueblo

LA SEMANA POLÍTICA

EL FÚTBOL NO TAPA LA CRISIS

Hoy debutó con derrota la selección argentina que dirige Lionel Scaloni y tiene como estrella a Lionel Messi. Es bien conocida la pasión futbolera de los argentinos – a contramano de la práctica del golf para los ricos- pero por ahora ese campeonato mundial no mueve el amperímetro.

La razón principal es que la gente tiene otras urgencias que no pasan por meter un penal en el arco contrario sino llegar no digamos a fin de mes sino al menos de la quincena, corriendo atrás de las remarcaciones de precios y con ingresos que no alcanzan.

Un motivo menor del desinterés es que Qatar no es un país simpático, pues se fue conociendo la trama de sobornos millonarios con que sus jeques lograron la localía de la FIFA para 2022. Eso, sumado a las muertes de miles de trabajadores inmigrantes en la construcción de los estadios, las fortunas de las dinastías gobernantes derivadas del gas, las discriminaciones a mujeres, etc.

En una de esas los goles de Messi van levantando el interés popular, algo que agradaría muchísimo a todos. También al gobierno de Alberto Fernández, por razones obvias de sacar del foco de atención los dramas económico-sociales. Esa descompresión es improbable y lejana, no imposible.

En estos días hay consultoras que entusiasman a Sergio Massa, al informar que los precios de la última semana sólo crecieron 0.6 por ciento y que en noviembre el registro sería de 6. Ponele. Hasta ahora la realidad indica que en octubre los precios ascendieron 6,3 por ciento, acumulando 76,6 en lo que va del año y 88 por ciento interanual.

Si el azúcar y el aceite aumentaron 150 por ciento en el año, eso pone en un segundo plano las expectativas positivas que siembra Massa. Hasta su segundo, Gabriel Rubinstein, se ganó unas puteadas de su jefe desde Bali, donde éste asistía a la cumbre del G-20, por haber admitido que no querían devaluar por temor a una estampida inflacionaria tipo Rodrigazo de 1975. “Sos un boludo, es la última que te banco”, le habría dicho.

El plan oficial de “Precios Justos” (nombre cuestionado por Rubinstein por plagiar uno de Nicolás Maduro) está en marcha, pero cosas importantes aún están irresueltas. Desde el punto de vista del pueblo no se sabe cómo podrán vender a esos valores los súper chinos y negocios de cercanía, además de la fundada desconfianza en que los monopolios respeten por cuatro meses la lista de 1.700 productos, bien que con aumento inicial del 4.

Y desde el frente empresario, la duda es si el gobierno les dará dólares a precio oficial de 160 pesos, cuando el paralelo casi lo duplica, y sobre todo cuántos y cuándo les dará, para sus importaciones.

Esa duda tiene asidero. El gobierno se ufana de la ampliación del swap de monedas con China en 5.000 millones de dólares. Massa dice “son dólares, verdes billetes”. Otra versión es que son yuanes sólo habilitados para pagar productos que se importan desde China. Si esta última afirmación es cierta, entonces las bajas reservas del Central sólo aguantarían hasta febrero y el verano estará bajo tormentas cambiarias, con pronóstico de devaluación.

LA JEFA Y LAS PELEAS INTERNAS Y EXTERNAS

Prosigue la inestabilidad política dentro del Frente de Todos y también de la oposición derechista de Juntos por el Cambio. Ésta resultó afectada por la racista afirmación del erudito analfabeto Mauricio Macri, de que los alemanes son “la raza superior”.

La inestabilidad gubernamental coexiste, en simultáneo, con el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner. Ella demostró otra vez en el acto del día de la militancia (17/11) en el estadio de La Plata que es el factor más influyente de esa fuerza política. Reunió a miles de personas que la idolatran, convocadas por La Cámpora, igual que en el encuentro nacional de metalúrgicos en Pilar, organizado por la UOM.

El público político y joven de la cita platense, y el trabajador de la anterior, indican que las bases de sustentación de CFK están firmes, aunque no intactas. Y ningún otro referente oficialista puede competir en esos planos, pues se lamen las heridas. El presidente Fernández, por ejemplo, sangra no sólo por su gastritis…

Cristina no les confirmó a los suyos que vaya a ser candidata a presidente, pese al clamor que bajó de las tribunas. Invocó a Perón en eso de “todo en su medida y armoniosamente”, a veces empleado para postergar decisiones importantes que ya debían adoptarse. La lideresa, en medio de un país en crisis, debería haber dicho cuál es su propuesta para solucionarla, si la tiene, y aclarar qué rol iba a jugar ella y socios de una fuerza para llevarla adelante.

Sobre las propuestas, su discurso giró en torno a una reivindicación plena de los tres gobiernos kirchneristas (2003-2015) dejando de lado en forma oportunista el análisis del actual, iniciado en 2019 y donde ella es vicepresidenta. Su calificación no debe ser buena, para que se hiciera la otaria al respecto…

Aquellos 12 años fueron mejores, comparados con estos casi tres últimos: había mejores salarios, menor endeudamiento, 5 millones de computadoras para alumnos y Argentina colocaba satélites en el espacio.

Sin embargo, la oradora idealizó ese balance porque omitió decir lo que en 2012 confesó a la Bolsa de Comercio: “ustedes nunca ganaron tanta plata como con nuestro gobierno”. Y ese es el lado maldito del peronismo burgués: los monopolios y bancos ganan con sus presidentes más que con otros.

Según CIFRA, a septiembre de 2021 varios monopolios habían embolsado 685 millones de dólares, y en mismo mes de 2022 la ganancia subió a 1915 millones de dólares. Aluar, PAE, Clarín, Molinos, Arcor y Techint están en esa lista de ganadores. Según Hernán Letcher (CEPA), en los primeros seis meses de 2022 la rentabilidad de las grandes empresas creció en dólares un 20% por sobre la de 2021

Cristina no busca “pibes para la liberación”, como decía el canto tribunero, sino políticos para una alianza “amplia” corrida a la derecha, incluyendo a Massa a quien volvió a elogiar en la cena posterior al acto. Dijo que “labura 20 horas, agarró un fierro caliente y le está poniendo el cuerpo”. Y sí, algunos representantes de la Embassy son bastante trabajadores…

Ella no sólo busca la unidad del FDT sino también un acuerdo político y económico “democrático” con la oposición. ¿Y después critican a la izquierda por “utópicos”? Mamma mía. ¿De dónde sacó Cristina que Juntos por el Cambio puede acordar con ciertas bases democráticas en lo político, social y laboral? ¿No leyó las propuestas de reforma laboral de Macri y Bullrich? ¿No le entraron balas con el intento de magnicidio? ¿Y con el mamarracho del juicio por Vialidad? Con esta derecha y también con los fascistas como Javier Milei, se impone luchar a muerte, no buscar acuerdos moncloístas.

HASTA LA VICTORIA HEBE

Hay fechas históricas que suelen pasar de largo. Un ejemplo fue este 20 de noviembre, Día de la Soberanía, por la batalla de la Vuelta de Obligado en 1845 contra la flota anglo-francesa. Fue derrota de las que se convierten en victorias, como fue después con el combate de Punta Quebracho.

El gobierno dejó pasar el día sin pena ni gloria, ocupados como estaban Alberto y Massa con el viaje al G-20 y diálogos con Kristalina Georgieva (FMI) y Cristina agotada con el trajín del acto del 17.

No todo era cansancio o agendas. La gambeta oficial fue porque sigue el decreto 949/2020, para seguir privatizando por años el control del río Paraná, hoy a cargo de la Hidrovía SA (belga Jan de Nul y local Emepa). Habría sido mentar la soga en casa del ahorcado.

El giro hacia un modelo extractivista agrominero exportador no es sólo de AF y Massa. La vicepresidenta también se anota. El día de la militancia pidió “defender los recursos naturales: el litio, la hidrovía, Vaca Muerta, el agua”. Para defenderlos, lo primero sería llamar las cosas por su nombre: es el río Paraná y no la hidrovía, y hay que anular aquel decreto. Por otro lado, ¿defender el litio, cuando varias provincias, y no sólo Jujuy, están entregando ese recurso estratégico a firmas extranjeras? ¿Defender Vaca Muerta, cuando Cristina y Axel Kicillof firmaron un convenio reservado con Chevron? No nos tomen por tontos. Tontos pero No Tanto (TNT), era el sello de Kicillof en Ciencias Económicas, en sus tiempos cuasi marxistas.

Una parte del pueblo, con notable ausencia oficial del Frente de Todos, se movilizó el 18 de noviembre en Rosario, por el Día de la Soberanía, con miles de personas hasta el Monumento a la Bandera. Un ejemplo de dónde reside la soberanía.

El domingo 20 fue triste porque falleció Hebe Bonafini. Como dice el comunicado del Partido de la Liberación (PL), “Hebe nunca se rindió y hasta sus 93 años de edad dio todas las peleas que había que dar contra los genocidas, la derecha, el imperialismo, la oligarquía, la corporación judicial y mediática, etc, sin la excusa de que "no da la correlación de fuerzas" tan típica del reformismo y el oportunismo. Incluso en estos últimos dos años hizo críticas fuertes y justas al gobierno del ajuste presidido por Alberto Fernández”.

GENERACIÓN DEL ‘70

La vicepresidenta expresó su pésame y el gobierno decretó un duelo de tres días, buenos gestos. De todos modos, en su discurso platense, Cristina criticó a los jóvenes que en los ‘70 rompieron con el general Perón. Los calificó de equivocados, “de tener errores y haber perdido la vida por haber jugado un proyecto político”. ¿Aciertos no tuvieron, sólo errores? ¿Su prédica contra el imperialismo no sirvió? ¿Su opción por el socialismo fue errónea? ¿La fuga de Trelew no aceleró la caída de la dictadura?

Los balances liquidacionistas de los períodos revolucionarios son los más interesados en justificar los proyectos de conciliación con el imperio y los garcas locales. Y eso parece estar en marcha con el mencionado “convenio democrático” y el erróneo reconocimiento “a los que de uno y otro lado ya no están”, porque no es lo mismo Rodolfo Walsh que José I. Rucci.

También el giro a la derecha y el posibilismo se notó en otro tramo del discurso cristinista, donde pidió miles de gendarmes para el conurbano de Buenos Aires, como si la Seguridad se basara en esa fuerza responsable de tantas represiones. La oradora pidió “terminemos con ese debate berreta entre mano dura y garantismo”. ¿Qué dirá el garantista Raúl E. Zaffaroni de esta nueva teoría de “los dos demonios”? CFK dijo no saber qué hacen miles de gendarmes hoy en la Patagonia. Vamos vicepresidenta, usted sabe muy bien qué hacen: reprimir a las comunidades mapuches, encarcelar mujeres y niños.

En las encrucijadas de estos tiempos siempre es bueno tener una mirada histórica. La de Cristina es que “junto a Néstor fuimos de los jóvenes que nos quedamos junto a Perón respetando su conducción, pero no porque nos pareciera infalible, era porque el pueblo lo había puesto en ese lugar”. Si hablaba de la Plaza de Mayo, el 1 de mayo de 1974, ella y Kirchner no se quedaron sólo con Perón sino también con Isabel, López Rega, JP Lealtad, JPRA, Lorenzo Miguel, Revista El Caudillo y otros. Fin de su relato setentista.

Yo estuve ese día allí junto a mis camaradas de Vanguardia Comunista, actual PL. Nos retiramos junto a miles de compañeros de la Juventud Peronista y Montoneros, cantando “Qué pasa General, está lleno de gorilas el gobierno Popular”.

Hay dos visiones históricas diferentes. Dos propuestas actuales también distintas: “Acuerdo democrático” versus Frente Antiimperialista Sanmartiniano, fin del ajuste y leña a los monopolios y el FMI.





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