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Política climática. La voluntad colectiva


Jorge Zavaleta Alegre Corresponsal en EEUU. Información de DPA, The NY Times.

El domingo 19 de noviembre  en Sharm-El Sheik (Egipto) finaliza con un acuerdo que la ONU califica de "histórico" y "decisivo" para proporcionar financiación de pérdidas y daños a los países más afectados por el cambio climático y que supone un "testimonio de la voluntad colectiva".    La próxima conferencia de la ONU sobre el clima se celebrará en los Emiratos Árabes Unidos a finales de 2023.




Por primera vez se ha llegado a un acuerdo sobre un fondo común para compensar los daños climáticos en los países más pobres. Algunas cuestiones siguen abiertas y controvertidas. 

Alemania es uno de los países que más apoyo brindara a las acciones que permitan avanzar con el cambio climático. La República Federal de Alemania, situada en el corazón de Europa, es un país democrático y abierto al mundo con una rica tradición y un presente lleno de vitalidad. Alemania está en el centro de Europa. Comparte fronteras con nueve países. Ningún otro país europeo tiene más vecinos.

En el norte Alemania tiene acceso al Mar Báltico y al Mar del Norte. Al sur linda con los Alpes. La montaña de mayor altitud es la Zugspitze (2.962 m), situada en Baviera. El punto más bajo del país (3,54 m bajo el nivel del mar) se encuentra en la localidad de Neuendorf-Sachsenbande, en el Land (Estado Federado) de Schleswig-Holstein. 

 

Con 357.340 kilómetros cuadrados, Alemania es el cuarto país de la Unión Europea en superficie, por detrás de Francia, España y Suecia. Casi un tercio de su superficie total está cubierto de bosques. Los lagos, ríos y otros cursos de agua representan más del dos por ciento de la superficie del país. El río más largo es el Rin, que al suroeste constituye la frontera entre Alemania y Francia; más al norte, se asoman a sus orillas Bonn, Colonia y Düsseldorf. El Elba, segundo río más largo del país, comunica Dresde, Magdeburgo y Hamburgo y desemboca en el Mar del Norte.

Alemania tiene un clima moderado.Sharm el-Sheij (dpa) - Es un gran avance tras décadas de debate: la Conferencia Mundial del Clima ha acordado por primera vez un fondo común para pagos de compensación por daños climáticos en los países más pobres. En su declaración final, los alrededor de 200 países también han reafirmado su anterior decisión de abandono gradual del carbón como fuente de energía.

 

Con el nuevo fondo de compensación se espera amortiguar las inevitables consecuencias del calentamiento global, como las sequías, inundaciones y tempestades cada vez más frecuentes, pero también la subida del nivel del mar y la desertización. Se beneficiarán los países en desarrollo especialmente vulnerables.

El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el nuevo fondo para daños climáticos como un paso importante hacia la justicia.

 

La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, declaró: "Se trata de un nuevo capítulo en la política climática".  Se ha iniciado, continuó, un proceso que garantiza que los países que actualmente emiten niveles especialmente elevados de gases de efecto invernadero también tengan que asumir su compromiso, aunque "todavía siguen quedando muchas cuestiones abiertas y controvertidas en este sentido", admitió Baerbock.

 
También criticó: "En la declaración final, los europeos hemos defendido un compromiso claro con el abandono progresivo de las energías fósiles a nivel mundial, y hubo mucho apoyo para ello, pero también una oposición feroz por parte de algunos Estados". Con todo, por primera vez se mencionó el papel central de las energías renovables, sostuvo. El vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, también criticó la declaración final por considerarla "un paso insuficiente para las personas y el Planeta".

 
El director ejecutivo de Greenpeace Alemania, Martin Kaiser, alabó la decisión sobre las compensaciones, pero advirtió: "Ahora los contaminadores de la crisis climática deberán asumir su responsabilidad y aportar debidamente al nuevo fondo de ayudas".

 
Escudo global contra los riesgos climáticos. Durante la presidencia alemana del G7, en la Conferencia Mundial sobre el Clima, se pone en marcha un escudo de protección para los países especialmente vulnerables al cambio climático. El escudo global contra los riesgos climáticos consiste en apoyar a Estados especialmente afectados por el cambio climático.

 

La ministra alemana de Desarrollo, Svenja Schulze, ha puesto en marcha el proyecto durante la Conferencia Mundial sobre el Clima celebrada en Sharm el-Sheik (Egipto), junto con ministros del Grupo de Estados especialmente vulnerables (V20). La iniciativa surgió bajo la presidencia alemana del G7. Alemania aporta 170 millones de euros de financiación inicial.

 

 

 Los países especialmente afectados por catástrofes como huracanes, tifones, sequías o inundaciones se organizaron hace varios años en el V20. Hasta hoy, 58 países de África, Asia, el Pacífico y América Latina forman parte de esta asociación. El nuevo escudo global proporciona apoyo financiero para responder rápidamente a los daños y pérdidas climáticas. Según el Ministerio de Desarrollo alemán, entre los primeros países beneficiarios se encuentran Bangladesh, Costa Rica, Fiyi, Ghana, así como Pakistán y Senegal.

 


Alemania mantiene su responsabilidad de "apoyar a los Estados pobres y vulnerables así como a su población para hacer frente a pérdidas y daños", explicó el ministro alemán de Desarrollo Schulze. El lanzamiento del escudo de protección envía una señal: "Hemos escuchado la urgencia y estamos actuando", señaló la ministra, refiriéndose a las demandas de los estados especialmente afectados por el cambio climático. El objetivo, añadió, es superar las diferencias incluso en condiciones difíciles. "Alemania quiere ser constructora de puentes".El ministro de Finanzas de Ghana y presidente de V20, Ken Ofori-Atta, habló de un proyecto "innovador". 

ADVERTENCIA

"Divulgar más las verificaciones de hechos" 

Experto en lucha contra la desinformación: Josef Holnburger, forma parte, junto con Pia Lamberty, del comité directivo del Center für Monitoring, Analyse und Strategie (CeMAS), una organización sin ánimo de lucro que se ocupa de los problemas de las ideologías conspirativas, la desinformación, el antisemitismo y el extremismo de derechas. 

Sr. Holnburger ¿qué son las fake news? 

Nosotros distinguimos científicamente entre información errónea y desinformación. Por ejemplo, si una cita falsa se difunde accidentalmente porque alguien no estaba escuchando bien, eso es información errónea. La desinformación, en cambio, es una información falsa difundida deliberadamente, como cita original pero realmente inexistente o cita real colocada deliberadamente en un contexto falso. En la opinión pública, esto se suele denominar fake news.¿Ha aumentado el peligro de la desinformación? 

Hoy es mucho más fácil difundir la desinformación que antes. Por eso, el peligro también ha aumentado. La difusión funciona de forma alarmantemente bien gracias a la emocionalización en redes sociales. De ahí que en particular las grandes plataformas necesitan buenas normas si quieren frenar la desinformación. Esto puede significar limitar el alcance de cuentas o incluso bloquearlas. Sin embargo, los usuarios también deben ser informados de información falsa mediante el fact-checking o verificación de hechos.
 

¿Por qué la gente cree en afirmaciones obviamente falsas?

La gente cree en la desinformación porque quiere creer en ella, porque corresponde a sus creencias políticas. Hay ideólogos de la conspiración a los que no se puede persuadir ni siquiera con hechos. Estas personas creen incluso en informaciones erróneas y contradictorias. Piensan por ejemplo que el coronavirus es un arma biológica desarrollada por fuerzas ocultas o un inofensivo virus de la gripe.
 

¿Qué se puede hacer contra la desinformación?

Sobre todo, es importante proveer hechos al entorno de personas susceptibles a ideologías conspirativas. Aún tienen acceso a ellos en la familia o en el trabajo. Por eso hay que difundir más las verificaciones de hechos: a través de sindicatos, iglesias, clubes y asociaciones. También hay que apoyar a organizaciones como "Veritas" o " entschwört" que asesoran a personas cuyos familiares creen en ideologías conspirativas.
 

¿Qué consejos puede dar en principio para evitar caer en la desinformación?
 

Hay que saber que los titulares o las citas muy emocionalizadas suelen indicar desinformación. Las fotos, en particular, se pueden falsificar muy rápidamente. Por ejemplo, si los políticos aparecen con una expresión facial muy distorsionada, es probable que las imágenes estén manipuladas. Por otro lado, las contribuciones en medios de comunicación conocidos en Alemania están sujetas a buenas normas, por lo que se puede confiar por lo general en esa información. En las redes sociales, hay que prestar atención a cuentas verificadas que muestran si la cuenta pertenece realmente a la persona o no.

 




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