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Venezuela: Día Internacional del Voluntariado, el corazón de El Movimiento

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Ser voluntario de la Cruz Roja es tener la oportunidad de vivir y experimentar las cosas desde una perspectiva distinta. "Esa pasión que sentimos los voluntarios y voluntarias por apoyar a los demás, a veces es difícil de explicar, solo la sientes", dice Fernando, un joven de 22 años quien ya ha vivido lo que llama "experiencias de vida" como miembro del voluntariado de la Cruz Roja Venezolana. Cuando tiene su uniforme de socorrista se transforma, "salir a ayudar a las personas es ir consiente de que vas a entregarlo todo", dice. Ser voluntario es para personas valientes, porque vas a enfrentarte a escenarios muy retadores, y a veces, desconocidos.

A la izquierda, se ve a Fernando (el que señala) trabajando junto a personal de Protección Civil, CorpoSalud, El GARC y otros, durante el traslado en camilla de un paciente

A la izquierda, se ve a Fernando (el que señala) trabajando junto a personal de Protección Civil, CorpoSalud, El GARC y otros, durante el traslado en camilla de un paciente

"Mi primer encuentro con la Cruz Roja Venezolana fue en el 2019 cuando fui a hacer un curso para convertirme en socorrista, un poco impulsado por el ímpetu de mi madre, y otro poco por una necesidad latente que tenía de ayudar a las personas. La verdad nunca pensé que duraría tanto tiempo como voluntario, que viviría tantas emociones en El Movimiento, pero ¿sabes? uno no siempre predice las cosas, uno va probando lo que le hace feliz, y yo me sentí feliz cuando llegué a la Cruz Roja, sentí que llegué a mi lugar", dice Fernando, mientras busca en su cabeza recuerdos significativos de su labor como socorrista.

Los socorristas de la Cruz Roja Venezolana saben que tienen un rol crucial cuando se trata de dar respuesta humanitaria, rápida y eficaz ante los embates de la naturaleza, un accidente o incendios. Durante aproximadamente 8 meses reciben formación en traslado y evaluación de pacientes, ejercicio físico exigente, rapel, primeros auxilios, rescate acuático, atención prehospitalaria, entre otras destrezas. Sin embargo, Fernando siente que entre el voluntariado todos son iguales, sean socorristas, brinden apoyo psicosocial, apoyen en las jornadas de salud, etc., todos tienen la misma pasión y ese algo en su ser que no alcanza a describir con palabras, pero que está en la mirada de todos y en una mano extendida para ayudar.

CICR en Venezuela. Voluntarios de la Cruz Roja en Aragua

Justo en medio de la primera fila, está Fernando. Junto a él, otros voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja Venezolana en Aragua

Él es de Maracay, estado Aragua y parece que haber nacido allí y ser parte de la red humanitaria más grande del mundo (El Movimiento Internacional de la Cruz Roja) confluyeron para que viviera momentos históricos, pero lamentables para Venezuela, como las fuertes lluvias de El Limón (en 2020) y el reciente deslave de Las Tejerías, en octubre 2022. Dice Fernando, que son de los episodios que se repiten en su cabeza diariamente y que solo las herramientas de salud mental que reciben en la Cruz Roja Venezolana, el apoyo de sus compañeros y la satisfacción de haber ayudado a muchas personas, le permiten seguir adelante y no perder el ánimo.

"Estar en esta posición te permite ver cosas que de otra forma no estarías consciente de que existen, te das cuenta de que tus problemas son insignificantes comparados con los de otros seres humanos. Te haces más maduro, creces. Te encuentras de frente con la tristeza, con personas que están en situaciones muy precarias, con la muerte, eso te cambia, te vuelve más humano. Estar aquí te hace útil para servir a los demás", reflexiona.

Para los voluntarios y voluntarias es natural trabajar en equipo, tienen sus códigos y conocen bien las habilidades que tienen individualmente y juntos. "Confiamos en el otro, yo le confío mi vida a mis compañeros", dice Fernando, quien en muchas oportunidades ha encontrado en otros miembros del voluntariado, escucha atenta, empatía y un buen consejo.

La Cooperación con las Sociedades Nacionales es uno de nuestros pilares. En Venezuela, trabajamos junto a la Sociedad Nacional de la Cruz Roja Venezolana, sus autoridades y especialmente junto a los voluntarios y voluntarias para dar una respuesta humanitaria y segura a las comunidades. Por ejemplo, el conocimiento de los voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja ha sido muy valioso para que las personas en comunidades afectadas por la violencia armada en los estados Bolívar, Táchira, Apure, Zulia, Falcón Miranda y el Distrito Capital; aprendan Primeros Auxilios, desarrollen habilidades y prácticas en huertos comunitarios y conozcan sobre Primeros Auxilios Psicológicos.

Asimismo, desde el CICR colaboramos para que la Cruz Roja Venezolana responda de manera oportuna y segura en las consecuencias de otras emergencias, fortaleciendo su conocimiento y aplicación del marco para un acceso más seguro y la labor de programas como el Restablecimiento de Contacto entre Familiares, agua, atención prehospitalaria, entre otros. Para eso, entre enero y noviembre de este año, el CICR ha contribuido a la formación y actualización de alrededor 550 voluntarios y voluntarias en Acceso más Seguro y Principios Fundamentales a través de sensibilizaciones, formaciones, intercambios entre pares, etc., promoviendo el bienestar y la seguridad de todo el voluntariado de la Cruz Roja Venezolana.





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