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Chile entre el futuro y la sombra de la dictadura

OPINI脫N de Mauricio Herrera Khan

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La herencia pinochetista en los discursos actuales

Chile encara una elecci贸n que no solo mira al futuro. Lleva en su espalda un pasado que todav铆a respira en la pol铆tica y en la conversaci贸n p煤blica. Aunque hayan pasado d茅cadas desde el fin de la dictadura, el legado pinochetista contin煤a vivo en conceptos que se instalan con naturalidad en los debates actuales. La idea de que el orden depende de una autoridad incuestionable. La sugerencia impl铆cita de que los derechos se administran como favores. La fantas铆a de que el pa铆s avanzar铆a m谩s r谩pido si dejara de discutir y volviera a obedecer. Esa herencia no se presenta como nostalgia, sino como sentido com煤n. Es un eco del pasado que intenta definir el presente.

El problema es que este legado no aparece como un an谩lisis cr铆tico de la historia, sino como un recurso pol铆tico usado por sectores que buscan reinstalar la l贸gica del poder vertical. Es un retorno simb贸lico a un tiempo donde la ciudadan铆a no ten铆a voz y donde la econom铆a era administrada para unos pocos. La dictadura dej贸 una estructura cultural que nunca se desprogram贸 del todo y que ahora resurge bajo formas m谩s sofisticadas. Chile enfrenta una elecci贸n que no solo define un gobierno. Define tambi茅n si rompe o rehabilita esa herencia que a煤n opera como base emocional de ciertos discursos.

La normalizaci贸n de la mano dura como proyecto pol铆tico

En el debate pol铆tico chileno la idea de la mano dura dej贸 de ser una propuesta extrema para transformarse en una oferta mainstream. El discurso que antes estaba relegado a sectores marginales se convirti贸 en parte del men煤 oficial de campa帽a. La normalizaci贸n de la fuerza como soluci贸n inmediata a problemas complejos no surgi贸 espont谩neamente.

  • Se instal贸 paso a paso.
  • Se disfraz贸 de firmeza.
  • Se present贸 como coraje.
  • Se vendi贸 como pol铆tica eficiente.

La mano dura se convirti贸 en un producto electoral atractivo porque promete soluciones r谩pidas en un pa铆s cansado de diagn贸sticos.

Lo peligroso es que esa normalizaci贸n altera la percepci贸n de lo posible. La gente empieza a creer que el control militar es opci贸n leg铆tima para situaciones que deber铆an resolverse con herramientas civiles.

  • Empieza a aceptar que la libertad puede negociarse en nombre de la seguridad.
  • Empieza a ver la represi贸n como medida preventiva.

Cuando un pa铆s llega a ese punto la democracia entra en tensi贸n. La mano dura no cierra crisis, las aplaza a cambio de m谩s conflicto. Pero en el clima actual la propuesta parece razonable para muchos y esa aceptaci贸n sin reflexi贸n es el s铆ntoma exacto del desgaste institucional.

La ultraderecha reescribiendo la historia para justificar el presente

Cada vez que un pa铆s entra en un ciclo de miedo y ansiedad, surgen sectores empe帽ados en reescribir la historia. La ultraderecha chilena intenta presentar la dictadura como un periodo de orden y prosperidad, ignorando que ese orden se sostuvo sobre violaciones sistem谩ticas de derechos humanos. Esa manipulaci贸n no es accidental, es una estrategia para justificar un modelo de sociedad donde la autoridad se impone y el debate se reprime. Necesitan un pasado heroico para legitimar un presente autoritario. Por eso maquillan cifras, relativizan cr铆menes y siembran dudas sobre hechos que est谩n documentados en informes y testimonios incontestables.

Reescribir la historia tiene un prop贸sito claro. Convertir el autoritarismo en alternativa pol铆tica. Normalizar la idea de que un gobierno fuerte puede garantizar estabilidad aun a costa de libertades fundamentales. El problema es que esa narrativa no solo tergiversa el pasado, tambi茅n intoxica el futuro. Un pa铆s que acepta una versi贸n editada de su historia queda expuesto a repetirla. El trabajo de la ultraderecha consiste en borrar el dolor colectivo y reemplazarlo por un relato convenido donde la dictadura aparece como correcci贸n necesaria para un pa铆s supuestamente ingobernable. Esa operaci贸n cultural es una amenaza profunda porque abre la puerta a un retroceso pol铆tico disfrazado de orden.

J贸venes desconectados del trauma, pero expuestos al relato manipulado

Las nuevas generaciones nacieron lejos de la dictadura y crecieron en un pa铆s donde el discurso oficial de la transici贸n intent贸 cerrar heridas sin cerrar debates. No vivieron la persecuci贸n ni el toque de queda ni el miedo cotidiano. Su relaci贸n con el pasado est谩 construida a trav茅s de relatos familiares, clases escolares y la presencia constante de los medios. Esa distancia deber铆a ser una oportunidad para una comprensi贸n m谩s cr铆tica de la historia. Sin embargo, en el clima actual, esa distancia se convierte en vulnerabilidad frente a narrativas manipuladas que presentan la dictadura bajo una luz enga帽osa.

Muchos j贸venes est谩n expuestos a discursos que minimizan los abusos del pasado y que simplifican la historia como un conflicto entre orden y caos. En redes sociales circulan versiones distorsionadas que glorifican figuras autoritarias y ridiculizan la memoria de las v铆ctimas. Es un fen贸meno global, pero en Chile tiene un peso especial porque el trauma de la dictadura todav铆a marca a millones de familias. La desconexi贸n generacional se vuelve peligrosa cuando la historia se transforma en producto viralizado por cuentas que lucran con la polarizaci贸n. La juventud es terreno en disputa porque representa el futuro pol铆tico del pa铆s. Y quienes controlan el relato controlan tambi茅n la direcci贸n del voto.

La l铆nea fina entre autoridad y autoritarismo

Chile enfrenta un dilema que no siempre aparece de forma expl铆cita en las campa帽as. La diferencia entre autoridad y autoritarismo es cada vez m谩s fr谩gil. La autoridad es una herramienta leg铆tima de cualquier Estado. Se apoya en la confianza, en la transparencia y en el respeto a los derechos fundamentales. El autoritarismo en cambio se basa en la obediencia. No necesita confianza, necesita miedo. Cuando un pa铆s no distingue entre ambas cae en una pendiente que lo lleva a justificar medidas que rompen el equilibrio democr谩tico. Esa pendiente no comienza con un golpe, comienza con un aplauso.

La delgada l铆nea se vuelve m谩s dif铆cil de ver cuando los problemas reales presionan con fuerza. La delincuencia, la desconfianza en las instituciones y la desigualdad generan un clima donde las soluciones r谩pidas parecen m谩s seductoras que las pol铆ticas complejas. En ese ambiente la autoridad leg铆tima puede ser desplazada por la tentaci贸n autoritaria. La historia chilena demuestra que esa transici贸n puede ocurrir sin ruido. Basta que el pa铆s acepte que los derechos pueden postergarse y que el debate puede suspenderse. La democracia se debilita cuando cede ante la urgencia y el autoritarismo prospera cuando la urgencia se vuelve norma.

EL FUTURO NO EST脕 ESCRITO

Chile ha enfrentado sombras m谩s densas que las actuales y aun as铆 ha logrado avanzar hacia una democracia m谩s amplia y consciente. La memoria no desaparece. Cambia de forma. Pasa de generaci贸n en generaci贸n como un hilo invisible que recuerda que la libertad no es regalo sino conquista. El debate pol铆tico puede estar contaminado por discursos que buscan rehabilitar versiones parciales del pasado, pero la ciudadan铆a chilena ha demostrado una capacidad notable para reconocer cuando la historia intenta repetirse. La conciencia social crece en los momentos m谩s tensos, no en los m谩s c贸modos. Y el pa铆s tiene reservas de lucidez que despiertan cuando la democracia est谩 en riesgo.

El futuro sigue abierto y nada obliga a Chile a caminar hacia un modelo autoritario disfrazado de firmeza.

  • Las generaciones j贸venes pueden convertir su distancia respecto del trauma en fuerza cr铆tica.
  • Los ciudadanos pueden rechazar narrativas que reducen la historia a una caricatura.
  • El pa铆s puede elegir un camino donde la autoridad no necesite miedo y donde el debate no sea visto como amenaza.

La sombra de la dictadura puede ser confrontada con informaci贸n, memoria y cohesi贸n social. Chile ya ha demostrado que sabe construir luz incluso en los momentos m谩s oscuros.

Tambi茅n puede hacerlo ahora. El futuro a煤n puede escribirse con dignidad si el pa铆s decide hacerlo despierto…

Fuentes bibliogr谩ficas

  • Ministerio del Interior de Chile

Informe Anual de Seguridad P煤blica 2024.

  • Instituto Nacional de Estad铆sticas

ENUSC 2023–2024.

  • Universidad Diego Portales

Informe de Opini贸n P煤blica 2024.

  • Servicio Electoral de Chile

Estad铆sticas Electorales 2017–2025.

Democracia, Miedo y Autoritarismo en Am茅rica Latina, 2024.

  • Observatorio de Medios, Universidad de Chile

Comunicaci贸n del Miedo y Construcci贸n del Orden, 2023.

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