OPINIÓN de Amy Goodman y Denis Moynihan. - Las audiencias de confirmación del candidato de Donald Trump para la Corte Suprema, Neil Gorsuch, que está llevando adelante el Senado, quedaron en buena medida opacadas por las polémicas que se han sucedido en estos días, como los intentos del Partido Republicano por derogar la Ley de Cuidado de la Salud a Bajo Precio y las revelaciones de que el FBI estaría investigando posibles conexiones entre la campaña de Trump y el gobierno de Rusia. A eso debemos agregarle la decisión sin precedentes de la mayoría republicana el año pasado de negarse a llevar a cabo las audiencias de confirmación de Merrick Garland, el magistrado constitucionalmente nominado por Barack Obama para reemplazar al juez de la Corte Suprema Antonin Scalia tras su fallecimiento en febrero de 2016. La magnitud de una nominación para la Corte Suprema no se debe subestimar; conlleva un compromiso vitalicio con la justicia, de consecuencias trascendentales, en ocasiones de vida o