Por Arnaldo Pérez Guerra , Chile.- En los últimos veinte años, el flujo migratorio a Chile ha sido creciente. Cientos de miles de ciudadanos provenientes de países latinoamericanos principalmente, han hecho del país su hogar. Un hogar deficiente, plagado de problemas como racismo y precariedad laboral. Sin embargo, pocos saben que la población chilena emigrada duplica en número a los inmigrantes que han llegado a Chile. En 1992, cifras oficiales registraban unos 100 mil inmigrantes. En 2013, sobrepasaban los 400 mil. En poco tiempo superarán el medio millón, lo que supone desafíos para la gestión del Estado, gobiernos locales y comunidades, y las relaciones de convivencia. La población migrante se ha asentado, principalmente, en la Región Metropolitana, en Valparaíso, Arica y Parinacota, Iquique, Antofagasta, Coquimbo y la Región del Bío Bío. Se trata de población mayoritariamente femenina en edad laboral. Ya constituyen casi el 5% de la fuerza de trabajo. Se han insertado en secto